Arturo Condo es profesor de estrategia y publicidad de la Escuela de Negocios Incae, llegó a Cochabamba para sostener conversaciones con Aldeas Infantiles SOS y la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC). El objetivo fue exponer un proyecto para que las empresas puedan hacer una buena inversión de sus proyectos de responsabilidad social.
El proyecto, auspiciado justamente por Aldeas SOS, implica dos aristas. La primera: convencer a los empresarios de que dirigir sus proyectos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la niñez y adolescencia es altamente rentable (social y hasta financieramente), y segundo, establecer alianzas con instituciones que tiene más experiencia en el tema para que los proyectos sean estratégicos (tengan mayor impacto). De hecho, ya existen algunos adelantos con Aldeas SOS, y se busca lanzar el proyecto en una gran campaña de difusión durante la realización de Feria Internacional de Cochabamba.
-Usted vino a exponer un proyecto de responsabilidad social con los empresarios privados, ¿en qué consiste el proyecto?
-Es básicamente una caja de herramientas a empresas de todo tamaño, en alianza con la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba, pero implica a toda Bolivia. La caja de herramientas dará la facilidad a las empresas que les interesa apoyar a la niñez y adolescencia como parte de su RSE, ayudarles a encontrar las mejoras formas de cómo involucrarse y en qué temas. Lo que hacemos es ver dónde están las coincidencias, qué cosas son estratégicas para la empresa y que le darían valor en términos de la niñez y adolescencia.
-¿Por qué recomienda enfocar los proyectos en niñez y adolescencia?
-En Bolivia hay 4 millones de niños, de los cuales 800 mil están en riesgo. Si dejamos las cosas así, implica aumentar tasas de violencia, bajar tasas de educación, bajar condiciones de salud, aumentar la desnutrición, y probablemente necesiten trabajar desde los 14 años. Cuando apoyamos a los niños y adolescentes para un mejor desarrollo, como tienen toda la vida por delante literalmente, desarrollan mucho valor económico y social durante toda su vida. En el otro extremo, cuando un niño fallece todo el potencial se acabó. Lo mismo pasa con un niño que sufre de desnutrición o que no termina la escuela.
-Entonces, estamos hablando de retorno social para la sociedad en general y no tanto para la empresa en particular…
-También para la empresa. No conozco Bolivia, pero en Centroamérica, los niveles de violencia son altos. Cualquier empresa quisiera vivir en una sociedad sin esos niveles de violencia.
-Entonces ¿qué les decimos a las empresas que enfocan sus proyectos de RSE en otras áreas?
-Algunas se dedican a medioambiente, educación financiera, y eso está bien… pero está probado que el mayor retorno social está en la niñez. Fuimos anfitriones (Incae) en un proyecto de Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En ese proyecto se rankearon las 10 intervenciones sociales más rentables, y las tres primeras tenían que ver con niñez y adolescencia.
- ¿Por qué aliarse con una organización civil?
-Hay que considerar que las empresas son expertas en lo que hacen, pero no necesariamente en temas de la niñez, entonces la idea es aliarse con organizaciones que sí son expertas. Si cada empresa se propusiera educar a cinco niños, cuando un colegio educa a 400… las empresas lo harían mal y a un costo muy caro.
-Siempre se ha criticado que los proyectos sociales en Bolivia no se coordinan, hay cruces de proyectos y vacíos…. ¿El proyecto ha considerado eso?
-La idea es que las empresas trabajen en conjunto con otras organizaciones y también en coordinación entre ellas. Por ejemplo, las empresas grandes tienen suficientes recursos para enfocarse en un tema para generar un gran impacto, mientras que las pequeñas… es muy difícil que solas puedan tener un impacto medible. Entonces parte de la propuesta es que tal vez varias empresas pequeñas puedan aliarse. No siempre con dinero, también podría ser con voluntariados o con productos en lo que la empresa sea experta.
-¿Cuál sería el rol de la FEPC en este proyecto?
-Hay varios roles que puede jugar, uno es traer a la mesa de negociaciones al empresario privado. Otro, que a partir de su Observatorio de Responsabilidad Social se pueda evaluar los proyectos, apoyar a empresas medianas y pequeñas. Ya serían los primeros pasos para buscar eficiencia.
- ¿Y el rol del Estado?
-Eso cambia, según el caso. Hay grados de vulnerabilidad de la niñez. Desde los casos en los que el niño aún está en un ambiente familiar hasta la marginalidad absoluta. Está claro que estos últimos competen más al Estado, y que la empresa privada puede ayudar más en los del medio.
-¿Se ha hecho un estudio de cómo se ejecutan los proyectos de RSE en Bolivia?
-Nosotros no. La más cercana es la del Observatorio de Responsabilidad Social de Cochabamba. También hay otros en Latinoamérica. Lo que sí podemos mencionar es que todavía una parte muy grande no son proyectos estratégicos y responden más a filantropía o a mejorar la imagen de la empresa.
Hay una ley que obliga a las empresas a destinar el 1 por ciento de sus utilidades en RSE.
Sí tienen una ley, y eso es un acierto. En otras partes también es así. Eso empuja a que haya recursos, pero no necesariamente a que los proyectos sean estratégicos. Hago una donación a un hospital, cumplo con la ley y ya está.
-¿La clave es entonces casar esa obligación de responsabilidad social con una promesa de rentabilidad?
-Sí, pero rentabilidad a largo plazo. Una visión de sociedad más próspera, que consume más, que es más productiva, una sociedad con menor violencia y con menores costos de vivir. Si la empresa logra ver ese paquete, la inversión tiene futuro.
SEMBLANZA
Arturo Condo se desempeñó como rector del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas Incae Bussines School desde 2007 hasta 2015. Graduado con Alta Distinción de Incae, donde recibió el honor de Escolasta Distinguido (recibido sólo por siete personas en la historia de Incae). Obtuvo su doctorado en Harvard Business School.
Profesor en áreas de estrategia empresarial y negocios internacionales. Enseñó cursos de maestría, seminarios y programas ejecutivos de Incae. Impartió en forma conjunta con el profesor Michael Porter un curso sobre Microeconomía de la Competitividad. En el Clacds lidera un equipo de profesores e investigadores que apoya proyectos orientados al desarrollo sostenible. Autor de libros y artículos en temas de estrategia y competitividad.
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