martes, 31 de marzo de 2020

CORONAVIRUS Salarios, despidos, vacaciones: ¿Cuáles son las siete preguntas laborales más frecuentes?

En el contexto de la emergencia sanitaria debido al Covid-19 y en previsión de la gran afectación que va a tener en las condiciones laborales de las personas, es de gran importancia estar informados. Pablo Ordoñez y Alexandra Ortiz, abogados del consorcio Ferrere, respondieron a siete interrogantes con el objetivo de proporcionar una herramienta sencilla que cualquier empleador o persona trabajadora pueda consultar fácilmente.

1.- ¿Puede el empleador unilateralmente otorgar vacaciones a sus empleados?


En este periodo de cuarentena no es recomendable que los empleadores otorguen unilateralmente vacaciones a sus trabajadores, ya sean vacaciones colectivas o vacaciones individuales.
Consideramos que es viable y que por “acuerdo de partes” el empleador y sus trabajadores pueden definir: i) vacaciones colectivas o ii) vacaciones individuales. Idealmente la conformidad de ambas partes debe estar respaldada en un documento o por lo menos en un correo electrónico.
Si bien los empleadores tienen la facultad de establecer un rol de turnos y el cronograma de vacaciones de su personal dependiente, el Decreto Supremo 4200 dispuso la suspensión de actividades públicas y privadas con goce de haberes, por lo cual cualquier medida unilateral del empleador conlleva el riesgo de que al final de la cuarentena el Ministerio de Trabajo disponga que la misma sea considerada ilegal o nula.

2.- ¿Puede el empleador unilateralmente establecer la modalidad de teletrabajo o home office?


En Bolivia no existe una normativa especial que regule el teletrabajo o el home office. Sin embargo, tampoco existe una normativa que lo prohíba, por ello, es totalmente viable que el empleador y sus trabajadores puedan acordar desarrollar actividades laborales temporalmente bajo esta modalidad.
El empleador debe establecer de forma clara cuáles serán las condiciones del teletrabajo o home office y para ello: i) debe verificar que el trabajador tiene todas las condiciones y/o herramientas, ii) se debe establecer el horario en el que el trabajador prestará sus servicios (a fin de evitar luego reclamos por horas extras) iii) se debe otorgar tiempo razonable al trabajador para que realice su abastecimiento de alimentos de acuerdo al cronograma de salidas dispuesto por el Gobierno.

3.- ¿Puede el empleador establecer una licencia sin goce de haberes?


Siendo que el Gobierno ha dispuesto una suspensión de actividades públicas y privadas con goce de haberes por el periodo que dure la cuarentena total no es legal que un empleador disponga la licencia sin goce de haberes. Sin embargo, el empleador y el trabajador sí pueden “acordar” una licencia sin goce de haberes, en cuyo caso debe: i) existir un respaldo documental de ese acuerdo y ii) los términos del acuerdo deben ser claros, en especial el tiempo de duración de la licencia.

4.- ¿Puede el empleador suspender temporalmente los efectos del contrato de trabajo?


No se puede. En Bolivia no existe normativa que faculte al empleador a suspender los efectos del contrato de trabajo en periodos de crisis o emergencia.

5.- Si se reducen las horas de trabajo, ¿se puede reducir el salario?


En Bolivia está prohibido que el empleador realice unilateralmente una reducción de salario. Ante una reducción de salario unilateral el trabajador afectado puede solicitar al Ministerio de Trabajo que instruya la restitución del anterior salario. Por otra parte, la normativa establece la posibilidad de que exista una rebaja de salarios acordada entre el empleador y el trabajador.

6.- ¿Se puede realizar despidos en este periodo?

En Bolivia rige el principio de la estabilidad laboral, por lo cual, los despidos deben obedecer a una causal justificada y prevista en la ley. Sin embargo, en este periodo de cuarentena se deben considerar los siguientes escenarios
a) Las actividades laborales están suspendidas durante el periodo de cuarentena, por lo cual, no se podrían desarrollar despidos unilateralmente en empresas que hayan suspendido sus actividades.
b) En aquellas empresas que estén desarrollando sus actividades por estar comprendidas en las excepciones establecidas por el D.S. 4200, cualquier despido deberá realizarse de acuerdo con las normas y procedimientos vigentes.

7.- ¿Qué puede hacer el empleador cuando un trabajador se niega a desempeñar tareas alegando riesgo de contagio? ¿Se puede aplicar el derecho sancionatorio?


Debido a que se ha dispuesto la suspensión de actividades laborales, solo aquellos empleadores que se encuentran dentro de las excepciones previstas por el D.S. 4200 podrían exigir a sus trabajadores que se presenten a su fuente de trabajo considerando los siguientes aspectos: i) existe normativa expresa que establece que ciertos empleadores pueden continuar desarrollando sus actividades; ii) el empleador debe contar con todos los permisos, registros y autorizaciones para desarrollar esas tareas iii) el empleador debe hacerse cargo del traslado de sus trabajadores al lugar de trabajo y de retorno y iv) la empresa asumirá todas las medidas necesarias para precautelar su salud y para la prevención y contención del coronavirus.

Es posible aplicar sanciones disciplinarias:


i) Amonestación verbal o escrita ; ii) No pagar el tiempo no trabajado, de acuerdo a lo establecido por el artículo 52 de la Ley General del Trabajo que establece que el salario es el que percibe el trabajador en pago por su trabajo ; y iii) en caso de que el trabajador no se presente a su fuente laboral por más de seis días continuos de forma injustificada, proceder a su desvinculación por abandono de funciones, debiendo considerarse el mismo como una renuncia tácita a su fuente laboral.

lunes, 30 de marzo de 2020

Bolivia enfrenta una ‘recesión momentánea’ COVID-19



La ralentización del comercio exterior, la disminución del turismo y la falta de insumos para la industria son algunos efectos del COVID-19 en la economía de Bolivia, un país que enfrenta el virus “especulativo” sin un plan de contingencia específico.

Era cuestión de días. La amenaza de esta enfermedad se hizo realidad en el país el martes, aunque algunas actividades económicas ya empezaron a sentir sus síntomas semanas antes.

“Prácticamente todo el hemisferio ha entrado a una recesión que se acompaña con una caída en el precio del barril de petróleo” producto de la mayor oferta de crudo, informó a La Razón el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Wilfredo Rojo.

“Con todo esto, más el pánico que ha sembrado el coronavirus —y ya con el virus instalado en Bolivia y las medidas adoptadas por el Gobierno para proteger la salud de la gente—, pues vamos a tener alguna recesión momentánea, lo que no quiere decir que los productos nacionales se vayan a resentir, porque más bien deberían tender —como una estrategia— a posicionarse para que la gente consuma lo nuestro”, dijo.

Frente a este panorama adverso de la economía, Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), consideró importante elaborar un “plan de contingencia” entre Gobierno y empresarios, con medidas de alivio y de apoyo “imaginativas”, como lo hacen otros países de la región.

“Estamos trabajando al respecto”, respondió el ministro Rojo, aunque “más por el tema de la economía. No hay que olvidar que la mala administración del MAS (Movimiento Al Socialismo) dejó muchos huecos dentro de la economía y estamos viendo cómo taparlos y cómo ir proyectando una economía más sólida”.

“Los planes de contingencia que se están desarrollando son más en ese sentido que en el tema del coronavirus, que yo creo que rápidamente va a pasar”, precisó la autoridad, aunque también reconoció que se está evaluando la situación “para ver cómo se puede contrarrestar si se mantiene por más de tres meses”.

“Mientras tanto, en estos primeros tres meses no veremos un desabastecimiento en la producción”, aseguró la autoridad.

A principios de mes, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, alertó que debido a los problemas que causa el coronavirus en el comercio de Asia, las industrias bolivianas están “empezando a sufrir problemas de materias primas y de bienes de capital importados”, “lo cual puede empezar a afectar al sector, que es altamente dependiente” de esta mercadería.

Una opción, agregó, puede ser la búsqueda de otros proveedores, aunque eso “tomará tiempo”.

“Habrá demoras y se encarecerán los productos”, sostuvo.

Brotes. Otros rubros que sienten el golpe son el turismo, por la disminución de visitantes; la construcción, también por la menor oferta de insumos; y otros que tienen relación con el comercio exterior, en especial de China, origen de la epidemia que hoy está presente en más de 110 países.

“El coronavirus puede afectar al sector industrial si es que no tenemos todas las materias primas, pero hasta este momento no vemos una incidencia demasiado grande”, afirmó el 5 de marzo el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Rolando Kempff, un criterio que es compartido por el ministro Rojo. “Tengo la misma percepción porque lo he venido monitoreando”, indicó.

Bolivia “debe prever un escenario de desaceleración, signado internacionalmente por devaluaciones de las monedas” en los países vecinos “que van a hacer ‘cuesta arriba’ nuestras posibilidades de exportación, sobre todo en el sector no tradicional”, advirtió por su lado Rodríguez.

El gerente general del IBCE consideró asimismo importante observar los indicadores económicos y actividades productivas de los países de la región frente a la amenaza sanitaria. “Si no queremos que decaiga el empleo en el país, en el sector formal o legal, que tiene que ver con la exportación o con la importación, entonces hay que estar advertidos de esta situación; hay que ver qué están haciendo los países y actuar en esa línea”, aseveró.

El presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb), Jorge Akamine, afirmó por su lado que “el virus es mediático y que se brinda a la especulación en los mercados financieros más que en los reales”. Si bien experimenta una ralentización en el mercado internacional —incluida Bolivia—, el comercio continuará desarrollándose, indicó.

Con esta última postura coincidió Rojo. “Vemos que el mundo se ha prestado a una especulación, se ha ralentizado la economía y se ha provocado un desorden en el sistema económico”.

En apenas dos meses, tras la aparición del nuevo coronavirus en China, la pandemia puso “de rodillas” a la economía mundial con la caída de los mercados bursátiles como nunca desde la crisis financiera de 2008, la disminución de la demanda global y grandes pérdidas para el comercio y el transporte, a lo que se suma el desplome del precio del crudo.

El crecimiento del Producto Interno Bruto PIB (3,5%) de Bolivia tiene como base el precio del petróleo en el mercado externo. El gobierno anterior calculó para este año un precio referencial del barril en $us 51,37, pero éste cayó ya hasta $us 31 hasta el jueves, lo cual incidirá en el precio de gas de exportación boliviano, indexado a la evolución de ese commodity.

Eso, “a través del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) afecta el ingreso de divisas e impuestos para el Estado, gobernaciones, alcaldías y universidades, y afecta a la inversión y el gasto público. Tenemos un escenario complejo”, expresó Rodríguez, quien consideró que este golpe será mayor a lo que pueda causar el coronavirus en la economía.

Los precios del barril están lastrados tanto por la mayor oferta, en medio de una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, como por la demanda, duramente afectada por la crisis sanitaria.

Según Akamine, el virus sorprendió en offside el comercio mundial y los gobiernos deben repensar cómo van a mitigar en sus economías el efecto del cierre de fronteras que aplican algunos países golpeados por el virus.

“Más allá del tema de la salud, creo que sí es importante un plan, es imperioso que tengamos los protocolos necesarios. Tenemos que estar preparados para cuando lleguen (las secuelas del COVID-19) a zonas como Yacuiba (frontera con Argentina) y San Matías (frontera con Brasil) o ciudades intermedias”, indicó.

“Los privados necesitan que el Estado con sus instituciones esté a la altura para poder manejar esta situación, garantizar el comercio exterior y generar el mayor consumo interno de nuestros productos”, manifestó.

Respecto a un posible desabastecimiento de productos chinos en Bolivia, Rojo aseguró: “Los bolivianos somos capaces de producir lo que necesitamos”.

“Algunos (sectores) están preocupados porque de China llegarán menos productos. Yo digo, Bolivia tiene una gran microeconomía, tiene empresas grandes, medianas y pequeñas que por la poca importación de productos van a tender a posicionarse en el mercado interno, buscando suplir y mantener un mercado totalmente provisionado de productos nacionales: eso desde el punto de vista del consumo interno”, dice.

La autoridad reconoció empero que existe la posibilidad de que rubros que “dependen totalmente” de China sientan las carencias, aunque ninguno de estos productos pertenece a la canasta familiar. “En eso estamos protegidos y estamos bien en su abastecimiento normal nacional”.

Debido a que la economía boliviana es “pequeña” y con mercados “limitados”, los efectos del “virus mediático” se verán recién en el segundo trimestre de esta gestión, sostuvo Akamine, quien considera que en las grandes amenazas se pueden encontrar oportunidades y que con esa lógica se debe enfrentar la crisis sanitaria.

El peso chino en la economía boliviana


China es el mayor proveedor de mercaderías para Bolivia (21,7%) y el octavo destino de las ventas externas nacionales (4,5%), de acuerdo con cifras del INE.
A julio del año pasado, los principales productos importados fueron vehículos, celulares, insecticidas, motocicletas, neumáticos y herbicidas, entre otros.
Los productos más exportados fueron zinc, plata, plomo, cobre, madera, boratos y fibra de camélidos.