domingo, 30 de junio de 2019

Samuel Doria Medina Monje: “Es importante entender que Los Tajibos es emblemático”

El gerente de operaciones y comercial del hotel habla de las inversiones que han potenciado su marca. Y vienen más: pronto el restaurante Factory se incorpora

Sabían que estaban haciéndose cargo de un hotel emblemático de Santa Cruz, como cuando se hereda una alhaja familiar a la que hay que venerar y poner en el sitial más alto. Así lo entendió el grupo inversionista del empresario Samuel Doria Medina, cuando adquirió el 78% de las acciones del hotel Los Tajibos en 2016. En tres años, el grupo ha conservado el carácter icónico del hotel, pero además le ha inyectado siete millones de dólares para actualizarlo, afianzando así su liderazgo en el olimpo de las cinco estrellas.

En esta nueva etapa, los directivos del grupo confiaron la gerencia de operaciones y comercial a Samuel Doria Medina Monje –tercer hijo del conocido empresario del mismo nombre–, quien no dudó en asumir el reto de rejuvenecer el legado hotelero. “Entramos sabiendo que este era un mercado competitivo, al que estaban ingresando marcas reconocidas a nivel mundial. Creímos importante entender que este era un hotel emblemático”, dice el joven gerente.

Doria Medina destaca que Los Tajibos también representa el turismo en Bolivia. De hecho, sus videos institucionales en internet promocionan los principales destinos turísticos de Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores; de pronto el potencial cliente reconoce la simbiosis que existe entre esos lugares paradisíacos y los servicios de hospedaje que brinda el hotel.


Honrando las cinco estrellas


Las inversiones realizadas contemplaron el rediseño y reconstrucción del acceso principal y del lobby, el reformulado de casi el 100% de sus 208 habitaciones, el cambio de mobiliario, la instalación de televisores con sistema hotelero, nuevos equipos de aire acondicionado, wifi de alta velocidad, la remodelación de sus restaurantes Jardín de Asia, Piegari y La Terraza, entre otras mejoras.

Pero hay un sinfín de inversiones que quizá el público no ve –señala el gerente– y están asociadas a los servicios que prestan los 390 colaboradores del hotel y los 60 del centro de convenciones. “Gracias al equipo que tenemos, no hemos cerrado ni un solo día (para hacer las renovaciones); se ha podido trabajar sin causar molestias a los huéspedes”, destaca.

Ese personal, además, tiene la tarea de mantener impecables los inigualables predios del ícono cruceño: son 42.000 m2 de extensión, de los cuales 25.000 son jardines. Cuidar de pavos reales, tortugas, plantas y fuentes de agua demanda esfuerzo, pero esta ambientación no tiene precio para el usuario.

Y todavía van por más


El Grupo Comversa, al que pertenece la familia Doria Medina, seguirá potenciando la marca Los Tajibos. Nuestro entrevistado adelantó que en los próximos días el restaurante Factory abrirá sus puertas dentro del hotel, enriqueciendo así la ya variada oferta gastronómica de sus otros tres restaurantes.


“Dentro de nuestro plan maestro, estamos trabajando para desarrollar no solamente nuevos negocios y servicios, sino también el sector inmobiliario”, dice Samuel. “El hotel es el núcleo del plan, tenemos mucha extensión para crecer, para desarrollar algo diferente y novedoso para la ciudad”, anuncia.

El centro de convenciones seguirá apostando por brindar servicios de calidad para todo tipo de eventos. Y es aquí donde Samuel ratifica el aprecio que le tiene a su personal, mencionando a sus líderes por su primer nombre: “Nuestro equipo, comandado por Frida, brinda un servicio inigualable en Bolivia… Todos saben lo que tienen que hacer y operan de una manera que no pareciera que hay 2.000 personas comiendo o pidiendo bebidas”.

En sus proyecciones, la oferta de hoteles de cinco estrellas seguirá creciendo, aunque la demanda no acompañe. Incluso en los últimos años, indica, su competencia ha tenido que disminuir tarifas por debajo de niveles internacionales. Eso pone presión en hoteles de tres y cuatro estrellas.

Pese a todo, el grupo seguirá puliendo la joya que tiene en sus manos. “Trabajamos arduamente para mejorar la experiencia que uno vive en Los Tajibos”, finaliza el gerente Doria Medina.



domingo, 23 de junio de 2019

Video Dolly Gómez Boland: “No tengan miedo de emprender, con constancia todo se puede”

La fundadora de Tortas Dolly alternaba su trabajo como maestra de escuela con su pasión por la cocina. Sus hijos se encargaron de modernizar y diversificar el negocio

Dolly Gómez adquirió el gusto por la repostería a temprana edad. Siendo hermana mayor, preparaba pastelillos que luego resultaban apetecibles para sus cuatro hermanos, todos varones. El talento ya afloraba, pero nadie se imaginaba que aquella afición sería la génesis de una reconocida marca culinaria de Santa Cruz: Tortas Dolly S.R.L.

Incluso la profesión de chef no figuraba como alternativa para los jóvenes de aquella época, de tal suerte que Dolly Gómez optó por abrazar la docencia como carrera, tras salir bachiller en 1967. Ya siendo profesora, ella dio el salto a preparar lo más dulce de una celebración: la primera torta de cumpleaños de su primer hijo. Corría el año 1974, y pronto sus manjares comenzaban a ser anoticiados en su entorno más íntimo. “Soy autodidacta; yo pedía las recetas de las comidas que me gustaban, las probaba y así fui aprendiendo”, dice Dolly.

La profesora Gómez, madre de tres hijos, suplementaba sus ingresos como maestra con lo que obtenía por sus creaciones culinarias, cocinadas en el pequeño horno de su casa. Su buena mano ganó en popularidad y la creciente demanda hizo necesaria la adquisición de un horno industrial, para lo cual necesitaba recursos. Ahí se hizo sentir el apoyo de amigos, entre ellos el de Quito Velasco.




De lo artesanal a lo industrial

“Todo se hizo paso a paso, sin mucha programación –recuerda Dolly–, recibí el apoyo de mi esposo y tuve la bendición de trabajar desde mi casa; mis hijos crecieron alrededor de las tortas”. Este fue el inicio de Tortas Dolly como empresa unipersonal, que operaba a puertas cerradas atendiendo solo pedidos especiales.

Ella luego se enrolaría en un programa de la Unicef que la ayudó a organizarse como empresa. Ya era necesario ocuparse de la contabilidad y administración, y los estudios de mercado señalaban que había potencial para seguir creciendo. En este escenario, Dolly vio propicia la oportunidad de abrir las puertas al público. Sucedió hace 20 años.

Pronto sus tres hijos –ya formados– le dieron a la pequeña empresa el empujón que faltaba. Sus respectivas profesiones encajaron a la perfección: primero se incorporó Alejandro, ingeniero industrial, para hacerse cargo de la producción; luego vino Fabiola, ingeniera comercial, para ocuparse de las ventas; y completó el equipo gerencial Fernando, administrador de empresas, para optimizar la logística.

Dolly destaca que sus hijos le dieron otra orientación a la pastelería hasta convertirla en lo que es hoy: una empresa con tecnología de punta que cuenta con ocho sucursales en Santa Cruz y que da trabajo a unas 150 personas.

Manjares de nuestro tiempo

Tortas Dolly sigue recibiendo pedidos para endulzar cumpleaños y matrimonios, segmentos en los que es líder de mercado; pero también cuenta con un stock importante en sus sucursales para atender demandas inmediatas. Ya son más de 80 productos, entre dulces y salados, que salen de sus hornos. “Hemos incursionado en pastelería para café: cuñapés, bocadillos salados, sándwiches y paninis, además de las tortas, queques y galletas. Hemos ido diversificando para satisfacer la demanda”, explica la empresaria.

Su clientela valora el sabor que la marca le brinda, siendo la torta de chocolate uno de sus productos más memorables. Sin embargo, los clientes siempre exigen más. Dolly señala que su empresa también se esfuerza en satisfacer la demanda por productos más naturales y frescos. “La gente busca comer más sano, que se eviten los químicos, que se disminuya el consumo de azúcar”, afirma Dolly. “Quizá todo lo light no sea tan sabroso, pero vimos la importancia de incursionar en este segmento”.

Como corolario de su trayectoria, Dolly Gómez cierra esta entrevista con un mensaje para las mujeres: “Si tienen algún hobby, no tengan miedo de emprender; hay oportunidades, no se desanimen. Con constancia todo se puede lograr”.


PERFIL

Dolly Gómez Boland nació en el seno de una familia cruceña tradicional. Salió bachiller del Colegio Alemán y se formó como maestra en la Normal Enrique Finot (1973). Preparó su primera torta ‘oficial’ para un cumpleaños muy especial (1974). Está casada con Fernando López y tiene tres hijos. Desde hace más de 37 años que impone su dulce sello en el recuerdo de novias y quinceañeras. Ahora Tortas Dolly cuenta con mano de obra calificada y ha diversificado su oferta. Le gusta compartir en familia, un momento para olvidarse de la cocina.









domingo, 9 de junio de 2019

Boliviano Efromovich cae de la dirección de Avianca



Aunque el consorcio aerocomercial Avianca Holdings habla de una reducción de compromisos financieros por $us 2.600 millones e ingresos de $us 1.150 millones durante el primer trimestre de este año, existen otros temas que exponen otra faceta, cuyas consecuencias desencadenaron en la salida del boliviano Germán Efromovich de la junta directiva de la firma.

Synergy Group Corp, del empresario boliviano, perdió el control de Avianca Holdings por incumplir un acuerdo de cobertura por un préstamo a la estadounidense United Airlines, que anunció la entrega de la administración de la aerolínea insignia de Colombia a otro socio: Kingsland, según reportes de medios internacionales.

BRW Aviation, la firma de Synergy Group Corp, y que posee un 78,1% de las acciones de Avianca, tomó un préstamo de United por $us 456 millones en noviembre pasado y endosó acciones como garantía, según El Economista.


“Tomamos medidas para fortalecer nuestra alianza con Avianca y dar a la administración y colaboradores de esta compañía la oportunidad de éxito”, reza un reporte de United. Sin embargo, Efromovich sigue con derecho sobre las acciones de la compañía.