El dinero está entre los primeros causantes de que muchos matrimonios se disuelvan. Así lo asegura Liliana Zabala, psicoanalista y sexóloga. La profesional hace referencia a las estadísticas, que indican que el problema económico en la relación de pareja es la causa más frecuente de separaciones.
Una economía funcional. Lo importante es que la economía de la casa funcione, señala la experta, "y que cada uno de los miembros de la pareja se sienta cómodo con los acuerdos que se tomen juntos". Zabala indica que el dinero no debe ser un tabú que agriete una relación, sino el cimiento sobre el que se acomoda la seguridad de la vida diaria. "Hablar de dinero en la relación de pareja representa hoy un mayor reto que hablar de sexo, ya que la economía resulta determinante para que el amor les permita permanecer juntos. Para ello, hoy enfatiza en consejos para manejar el amor y el dinero al mismo tiempo (ver recuadros).
Una poderosa fusión. Aplicarla es muy importante, puntualiza Zabala, ya que es un factor que proporciona tranquilidad, estabilidad, fortaleza y para realizarla es necesario el diálogo, comunicación, respeto, cariño y el no dejarse vencer e intentar buscarla por todos los medios necesarios. Zabala agrega que muchas personas piensan que no se debe mezclar amor con dinero, pero en el caso de una relación sólida y que planea crecer con el tiempo, se debe dejar en claro este asunto para evitar después malos entendidos dolorosos. "El amor también se mide en el dinero", concluye la profesional.
1 No eche en cara su dinero. Bajo ninguna circunstancia mencione las siguiente frases si está hablando sobre el tema: "Yo soy el que trae el dinero", "No valoras el dinero porque no sales a ganártelo", "Yo aporto más". Son frases hirientes.
2 Desde el principio. Decida, antes de casarse, si quiere un régimen de bienes separados o de bienes mancomunados. En caso de divorcio será bastante significativo. Que lo considere no significa que ame menos a su pareja.
3 Diseñe los gastos. Diseñe con su pareja una tabla con los gastos fijos que supone vivir juntos. La renta, los servicios básicos, las salidas, la comida. De este modo tendrá una visión clara de lo que se necesita y cómo distribuirlo.
4 Decida cómo gastar. Decidan cómo se pagan estos gastos. Los dos ponen todos sus ingresos en la misma caja familiar y se saca de ahí. Cada uno pone la mitad de un presupuesto mensual. Se encarga el que más gana.
5 Gastos personales. En el caso de que todo se ponga en la misma caja, es necesario consultar o contar con el otro a la hora de hacer un gasto personal significativo. Si cada uno mantiene una parte de su dinero para sí, esto está resuelto.
6 Dinero de bolsillo. Lo mismo sucede con el dinero cotidiano que llevamos con nosotros. Se puede estipular cuánto necesita por día para ir al trabajo, comer afuera, cargar combustible y cualquier cosa que pueda surgir.
7 Tarjeta de crédito. Bien se dividen el pago de las tarjetas en partes iguales o cada uno corre con sus gastos a la hora de abonarla.
8 Cuentas bancarias. Lo mismo que con las tarjetas de crédito. Una cuenta bancaria común es muy cómoda si los dos miembros de la pareja tienen el mismo concepto de la economía doméstica. De lo contrario, es prudente que cada uno tenga su cuenta bancaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario