No es concebible que una economía nacional cualquiera pueda desarrollarse si no cuenta con capitales externos.
En los últimos 42 años la inversión extranjera ha crecido en el mundo a un ritmo del 12,6% anual, tasa muy superior al crecimiento de la economía mundial. Y esta expansión fundamentalmente se ha dado en los países denominados en desarrollo, con una tasa anual promedia del 15,2%. Hoy, la inversión extranjera acumulada en los países de ingreso medio y bajo alcanza al 41% del total, correspondiendo el 59% a los países ricos.
¿Por qué es vital la inversión extranjera? Los países desarrollados no sólo se caracterizan por tener los niveles de ingreso per cápita más altos, los más altos índices de desarrollo humano, sino que han logrado una gran acumulación de capital junto al conocimiento tecnológico. La única manera de que los países pobres vayan reduciendo las abismales diferencias con los países ricos es con la ayuda de la inversión extranjera.
¿Cómo anda Bolivia en esta materia? En los últimos años presenta un promedio del 4% de inversión extranjera al PIB, indicador que no se lo puede calificar de malo. Está por encima de la media latinoamericana y por encima de Brasil, Argentina, México y Venezuela, pero por debajo de Chile, Panamá y Perú.
Con información a partir de 1996 hasta la fecha, se concluye que la inversión extranjera llega a Bolivia fundamentalmente al sector de hidrocarburos, con un 41% del total.
El Gobierno de Bolivia debe tomar conciencia de la importancia de la inversión extranjera y que se requiere urgentemente promulgar la nueva ley de Inversiones con el propósito de hacer atractivo el país a la misma.
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