martes, 14 de enero de 2014

Latinoamérica se parte en dos; una mitad crecerá más que la otra

Un artículo de análisis en el diario The Wall Street Journal encuentra a América Latina a su ingreso en 2014 dividida en dos grandes bloques; uno está representado por cuatro países que fomentan el libre comercio y la apertura del mercado; el otro, por tres que ponen énfasis en el rol del Estado y temen la globalización. El primero se agrupó en la llamada Alianza del Pacífico, por tener frontera común con este océano; el segundo está orillado en el Atlántico e integran el Mercado Común del Sur (Mercosur). El ala oeste está compuesto por México, Colombia, Perú y Chile. El del este, por Venezuela, Brasil y Argentina. Sin embargo, el dato más relevante es el futuro que se les augura. Los del Pacífico crecerán, en 2014, 4,25 por ciento; lo del Mercosur, sólo 2,5 por ciento. Este cálculo pertenece al economista Morgan Stanley citado por el mencionado diario norteamericano, quien fundamenta sus proyecciones en los altos niveles de inversión extranjera y baja inflación lograda por los países de la costa oeste, lo que los sitúa en una posición mucho más favorable, pese a que los del Atlántico experimentaron grandes saltos económicos durante la última década. El auge de China en las últimas décadas favoreció a las economías de la región. El gigante asiático consumía petróleo venezolano, soya argentina, cobre chileno y mineral de hierro brasileño. En los últimos tiempos, la economía china se desaceleró y lo mismo ocurrió con los precios de esos commodities. Esto pegó con mayor fuerza a los países del Atlántico. Esto, en parte, se debió a lo poco que hicieron esos países como prevención ante un eventual debilitamiento de los precios de las materias primas, explica el diario. En cambio, los especialistas consideran que los países del Pacífico están mejor preparados para prosperar, con mayores aumentos de la productividad y una mayor atracción a la inversión debido a la apertura de sus economías. Esto hace que estas economías sean más estables y atractivas para inversores extranjeros. Diferente es la realidad que viven los países del Atlántico. En especial, Argentina y Venezuela. Estos dos países sufren una alta inflación y una débil política de finanzas públicas. El gobierno de Nicolás Maduro registra una inflación superior al 50 por ciento, casi al nivel de Siria, que se encuentra devastada por la guerra. El presidente bolivariano, para intentar controlar la inflación, cada vez intensifica más los controles de precios. Pero los resultados están a la vista. Venezuela sufre una profunda escasez de diferentes productos básicos, como papel higiénico, y su rendimiento económico cada vez golpea más a sus ciudadanos. Monedas devaluadas Otro síntoma de este debilitamiento de las finanzas de esta parte de la región es la caída de las monedas de Argentina, Venezuela y Brasil durante 2013. En esa línea, el peso argentino cayó 32 por ciento frente al dólar al tipo de cambio oficial, y cerca de 47 por ciento en el mercado negro. Por su parte, Brasil, que tuvo una gestión económica más responsable que los otros dos países del Atlántico, también comenzó a luchar contra un alza de precios y un auge del crédito. Según consigna ese medio, un brasileño resumió con dureza la realidad de este bloque: "Brasil se está convirtiendo en la Argentina, la Argentina se está convirtiendo en Venezuela y Venezuela se está convirtiendo en Zimbabwe". CUATRO PILARES DEL PACÍFICO La Alianza del Pacífico ha tenido un enorme crecimiento desde su nacimiento, a principios de 2011, pero aún le quedan varias cuestiones por encarar, y el primer paso que deberá dar en 2014 será la eliminación del 92 por ciento de barreras arancelarias, según consigna El Mecurio. En tanto, se espera el ingreso de México al Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) para el tercer trimestre del año, lo que convertirá al país en el mercado bursátil más grande de la región. Perú ya anunció que presentará concesiones por 18 mil millones de dólares, y esto se suma a los 1.800 destinados a infraestructura pública. Otros proyectos en cartera son la línea 2 del metro de Lima, el último tramo de la carretera longitudinal de la sierra y el gasoducto del sur. En Colombia, habrá dos ambiciosas operaciones. La primera consiste en adjudicar 22 millones de hectáreas, para la exploración y explotación petrolera. Para la segunda, el Ejecutivo espera recibir un monto similar con la venta del 57 por ciento de la eléctrica Isagen. Los casi 5.200 millones de dólares recaudados serían destinados a proyectos de infraestructura.

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