martes, 20 de agosto de 2013

Adolfo Mier Menacho. Gestó hace 21 años la compañía La Naturaleza S.A. que produce más de 120.000 unidades de té de la marca Frutté al mes y exporta a siete países

Una huerta de frutas, ubicada en el valle alto de Tarata en Cochabamba, se convirtió, con el paso de los años, en una gran empresa que lidera desde hace 21 años Adolfo Mier Menacho (48). Se trata de la compañía de productos orgánicos La Naturaleza S.A. que tiene como bandera principal la marca Frutté. Actualmente, producen 120.000 unidades de más de 15 variedades de té al mes y
exportan cerca del 50% de su producción a los mercados de Italia, EEUU, Costa Rica, Canadá, entre otros. Tiene un acuerdo firmado en julio de 2012 para exportar té a China; sin embargo, por la falta
de convenios entre gobiernos aún no se concreta.

—¿Cómo pasó Frutté de ser una empresa familiar a una compañía bien posicionada?
Este emprendimiento surge de la necesidad de comercializar productos agrícolas que teníamos con mi familia en Tarata. Producíamos todo tipo de frutas y verduras, principalmente durazno, y con la idea de darle valor agregado empezamos a hacer mermeladas, dulces, deshidratados y finalmente el té. Nadie quería comprar té de durazno, no había el hábito. Hicimos degustaciones y a la gente le gustó, luego entramos a los supermercados de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y empezamos a exportar.

—¿Con cuánto capital arrancaron?
Iniciamos con $us 5.000, no es fácil levantar una empresa en Bolivia, pero tampoco es imposible. Mucho tiene que ver la persistencia, el cariño que uno le ponga y la visión de negocios.

—¿Cómo es el proceso de producción del té?
Primero, la materia prima tiene que ser orgánica, pasa un proceso de selección de alta calidad, el lavado de la fruta, el deshidratado, molido y luego envasado para su venta.

—¿Aplican nuevas tecnologías en la planta?
Sí, trabajamos con tecnología de punta. En la industrialización tenemos las envasadoras de té y para la producción trabajamos con agricultores de
50 asociaciones de todo Bolivia e incentivamos los cultivos ecológicos. No compramos productos que tengan agroquímicos y pesticidas.

—¿Cuánto empleo está generando la compañía?
Aproximadamente unos 100 empleos, entre directos e indirectos. El directo se concentra principalmente en Cochabamba y, nuestros productores están distribuidos en casi los nueve departamentos.

—¿Qué volúmenes de producción tiene la empresa?
Producimos alrededor de 120.000 unidades de té al mes y en 2012 tuvimos una facturación de $us 2 millones.

—Y ¿las exportaciones?
Aproximadamente exportamos el 50% de nuestra producción a mercados de EEUU, Canadá, Italia, Colombia, Costa Rica, entre otros. Estamos en mayor porcentaje en el mercado europeo.

—¿Cuáles son sus mayores proveedores de frutas?
Son los productores de Chapare, en Eterazama. Ellos aportan a Frutté con aproximadamente 500 toneladas de frutas al año, principalmente piña.

—¿Con qué monto participan en la Bolsa Boliviana de Valores?
Con $us 350.000 a través de pagarés en la mesa de negociación. La respuesta ha sido muy buena, en menos de 48 horas podemos acomodar pagarés. Cotizar en la Bolsa de Valores nos abre muchas puertas a escala nacional e internacional y ahora estamos considerando entrar al mercado bursátil de Nueva York, ése es un proyecto para el año que viene. Ya estamos en los primeros pasos mandando información.

—¿Qué planes de inversión tiene la compañía?
Estamos realizando inversiones importantes para poder responder al mercado de la China. Firmamos un contrato en julio de 2012 para exportar volúmenes importantes que son confidenciales. El gran problema con el que tropezamos es que Bolivia no tiene acuerdos para exportar alimentos a la China. Estamos haciendo los trámites a través del Viceministerio de Exportaciones y el Senasag, pero la verdad no está avanzando muy rápido y eso nos preocupa.

—¿Por qué cree que se da esta demora con los acuerdos?
Ese es un convenio que tienen que firmar los dos gobiernos. Parece que no se ve la importancia de exportar a la China. Todos los países tienen la necesidad de hacerlo, pero nosotros en Bolivia no estamos dando importancia a esto. Vemos que hay apertura para otras áreas, pero en alimentos no; sin embargo, pese a que Bolivia tiene un gran potencial.

—¿Hay presiones para acelerar las exportaciones?
La empresa china está muy apurada y quiere que exportemos, nosotros y los productores también. A los agricultores les hemos prometido volúmenes de compra, inclusive una delegación de China vino a Bolivia y se generó una gran expectativa. Hay la materia prima, los productos, el mercado más grande del mundo; sin embargo, Bolivia no tiene el acuerdo

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