Un amigo, mientras ofrecíamos
una conferencia, contó a
manera de testimonio personal
que realizando este ejercicio
descubrió que él gastaba
en refresco, cafecitos y somó,
de los cuales se declaró muy
afecto, la misma cantidad de
dinero que toda la familia en
transporte.
Era obvio dónde realizar los
ajustes, al cabo de unos meses,
no existía más déficit en el
presupuesto familiar.
En finanzas decimos que hay
que cuidar los centavos por que
losmillones se cuidan solos.
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