Una pareja cuya
relación
se va formalizando
puede empezar a planificar para la
boda, la vivienda, los muebles y
electrodomésticos.
Después de casados, tendrán que
aprender a ponerse
de acuerdo sobre el
control de los gastos y
realizar un presupuesto en pareja.
Puede
empezar a planificar
para la llegada del primer bebé, la compra de
un vehículo, la compra
de una casa, la educación de
los hijos, los estudios universitarios tanto de los hijos
como de la pareja misma.
Pueden también planificar
para afrontar los imprevistos.
Este es un tema muchas veces
olvidado y cuando nos enfrentamos ante alguna enfermedad o un accidente grave
por lo general recurrimos a
préstamos para poder cubrir
dichos costos.
A medida que maduramos y
envejecemos tendremos que
pensar en la jubilación, en la
herencia que vamos a dejar a
nuestros herederos y también
en cómo podremos afrontar la
muerte.
Como hijos, si tenemos padres de la tercera edad, tendremos que planificar algún
modo de ayuda y también debemos estar preparados para
su partida.
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