Un tema que estará continuamente presente durante este año es el camino que seguirá el precio del petróleo, el cual viene cayendo notoriamente desde octubre del año anterior. El descenso tendrá sin duda algunas repercusiones en todo el mundo.
Para el caso de Bolivia, que es un exportador neto de hidrocarburos, porque exporta más de lo que importa en esta materia, recibirá un impacto negativo. Dado que el producto que Bolivia exporta es el gas, cuyo precio está vinculado al precio del petróleo, verá como consecuencia, durante el año 2015, la reducción del valor de sus exportaciones.
Como Bolivia importa hidrocarburos líquidos que los vende en el mercado interno de manera subsidiada, la caída de los precios de hidrocarburos implica que el país gastará menos en la importación de este rubro, razón por la que el subsidio gubernamental total disminuirá.
Este comportamiento puede generar la idea de que sería momento adecuado para reducir el subsidio, aumentando el precio interno del diésel en Bolivia.
Con esta inquietud, la revista Poder y Placer difundió los resultados de una encuesta, técnicamente bien hecha, en las principales cuatro ciudades del país: Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba, acerca de las consecuencias que tiene sobre el país la caída del precio del petróleo y si es momento de eliminar el subsidio interno. Sus respuestas son las siguientes:
La ciudadanía boliviana cree, en un 58 por ciento, que la caída del precio internacional del petróleo afectará al país. Pero ¿qué es lo que la gente piensa con relación al subsidio? El 60 por ciento se pronuncia por mantener los precios internos actuales.
¿Por qué? La explicación está en que el subsidio beneficia a toda la actividad económica del país.
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