domingo, 29 de marzo de 2015

La carta de “renuncio” del jefe de finanzas de Google es un ejemplo de memorando

Cuando Patrick Pichette publicó una carta en Google+ a mediados de este mes diciendo que renunciaba a su puesto de jefe de finanzas de la empresa para irse de excursionismo con su esposa, el mundo entero lo aplaudió.
"Hay que leerlo”, "inspirador” fue el veredicto en línea. Leí la carta debidamente y debidamente me sentí inspirada. No a comprar una mochila, sino a declarar que, en el sospechoso género de los memorandos de renuncia, Pichette había creado un clásico instantáneo. Más que eso, había planteado cuestiones sobre compartir demasiado, la falsa modestia y los estándares dobles sobre el trabajo y la familia que todos tenemos.
Tiempo con la familia
Les recomiendo que la lean enseguida si aún no la han leído. La carta comienza: "Después de siete años de jefe de finanzas, me retiro de Google para pasar más tiempo con mi familia”, lo cual sería un buen comienzo, si no fuera porque no es exactamente la verdad, como se puede ver claramente más adelante. Sigue: "Quiero compartir mi proceso mental de por qué tantas personas luchan por encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal”.
Aquí tiene razón. Casi todo el mundo lucha por hallar un equilibrio y eso se debe a que no existe tal cosa. Diferentes personas le hacen frente al problema de formas diferentes. Por otra parte, Pichette gana como 100 veces el sueldo promedio de Estados Unidos, lo cual significa que la vasta mayoría de las personas con quienes está compartiendo su proceso mental no será afectada de una forma u otra.
Entonces nos cuenta cómo nació su nueva vida una mañana temprano en el tope de Kilimanjaro. "Tamar (mi esposa) y yo no sólo disfrutábamos la cima, en un día tan claro podíamos ver en la distancia la vasta pradera del Serengueti a nuestros pies, y con ella la llamada de todas las posibles aventuras que África puede ofrecer”. Se me ocurren dos cosas con respecto a esto. La primera es que es bastante difícil respirar suficiente oxígeno en el tope de una montaña, lo cual puede conducir a la confusión, el comportamiento irracional y aun a la muerte, y por eso no es el mejor lugar para tomar grandes decisiones de vida.
La segunda, es que las palabras de Pichette suenan curiosamente conocidas, creo que como a Africa del grupo Toto, una de las canciones más cursis jamás escritas: "Sé que tengo que hacer lo que es correcto./ Igual que Kilimanjaro surge como el Olimpo sobre el Serengueti”, etcétera.
El jefe de finanzas explica que no resolvió salir de Google inmediatamente. Volvió al trabajo y entonces se le ocurrieron tres razones para renunciar. "Primero, los niños ya se han ido”. Esto me suena algo excéntrico; pasar más tiempo con la familia precisamente cuando la familia ya no está en casa.
Descanso y pareja
La segunda razón, él necesitaba un descanso después de trabajar sin parar por 1.500 semanas como resultado de ser "miembro de FMSCI, la noble Fraternidad Mundial de los Sobre Cumplidores Inseguros”. Sólo él puede saber si de verdad pertenece a esta fraternidad, aunque si este mensaje nos sirve de guía no se ve mucha evidencia de la "I” de la FMSCI.
"Me encantan mi trabajo (aún, hoy en día), mis colegas, mis amigos, las oportunidades de dirigir y cambiar el mundo”. ¿Él dirigió y cambió el mundo? No hay mucha inseguridad aquí.
La tercera razón es la fuerza del matrimonio de 25 años de Pichette y los "muchos grandes recuerdos que tenemos... quiero más. Y ella se merece más. Mucho más”. Aun si no fuera vagamente indecente discutir en un memorando corporativo lo que se merece una esposa, es tentar a la providencia. Patrick y Tamar no se han visto mucho en los últimos 25 años; uno espera que la lista de canciones que acompañe su futura excursión sea más Africa que "D.I.V.O.R.C.E.”.
"Déjenme ahorrarles el resto de las verdades”, sigue diciendo, despertando esperanzas sólo para estrellarlas otra vez al declarar que él va a tener "una crisis de la mediana edad perfectamente hermosa, llena de dicha y belleza”, una afirmación tan asombrosamente ambiciosa que distrae la atención del resto de la frase, que dice: "... y voy a dejar la puerta abierta al azar para nuestras siguientes oportunidades de liderazgo, una vez que la larga lista de viajes y aventuras se haya agotado”.
En otras palabras, esto no es ningún retiro. Es simplemente una vacación, después de la cual él está abierto a otras ofertas de empleo. "Trabajar en Google es un privilegio, nada menos que eso”, concluye Pichette, agradeciendo a Larry, Sergey y Eric por "dejarme ser yo mismo”.
Todo esto está muy bien, pero si yo fuera accionista objetaría que no le estaba pagando a Patrick 5,2 millones de dólares al año para ser Patrick, sino para mantener en orden la estructura de costos de la empresa. Así que ahí lo tienen. Un hombre que pasó siete años en el puesto de director de finanzas de una de las empresas más grandes del mundo decide irse en unas largas vacaciones con su esposa.
Ésta es una decisión personal, y puede que sea buena o no. Sin embargo, por haberla tomado se lo ha visto como un héroe. Como escribió un hombre emocionado al pie de la entrada: "Je suis Patrick”. Pero en realidad, "nous ne sommes pas Patrick”, y deberíamos todos reservarnos el derecho de tomar nuestras propias decisiones.
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"No pude encontrar un buen argumento para no decir: Tamar no debemos esperar más para agarrar nuestras mochilas y salir a la carretera, celebrar nuestros 25 años juntos y disfrutar de una crisis de la mediana edad llena de felicidad y belleza”.

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