A principios de este mes, Coca-Cola emitió su informe anual y declaración informativa a los accionistas. El reporte rojo y blanco era relativamente predecible. Hasta llegar a la página 85. Ésa es la página donde se frenó un analista que trabaja para David Winters, un veterano administrador de dinero y fundador de Wintergreen Advisers.
Haciendo unas pequeñas y rápidas operaciones matemáticas, el analista determinó que la compañía planeaba conceder acciones con valor de unos $us 13.000 millones a sus gerentes superiores en los siguientes cuatro años, con base en el actual precio accionario. Sacando su calculadora, el analista estimó que entre el propuesto plan de compensaciones y un plan anterior, la compañía había asignado hasta $us 24.000 millones a recompensas basadas en acciones para sus funcionarios superiores.
“Simplemente no podía creerlo”, dijo Winters, accionista de Coca-Cola con 2,5 millones de acciones de la compañía. “Quedé pasmado”. Tan pasmado que, a última hora del viernes, Winters envió una carta, la cual dio a conocer públicamente, a los accionistas de Coca-Cola y su consejo. Coca-Cola ha refutado algunos de sus cálculos, pero Winters sigue diciendo que considera excesivo al plan.
“No podemos encontrar ninguna base razonable para otorgar a la administración un 14,2% del capital accionario de Coca-Cola, con valor de $us 24.000 millones al precio accionario de hoy. No importa cuán bien se desempeñe el equipo de administración, es incomprensible que requieran esas sumas astronómicas para ofrecer motivación”, escribió. “Este plan de compensaciones parece poner el bienestar económico de la administración muy por encima de los intereses de los dueños de la compañía”.
Auxilio a Buffett
El plan de compensaciones requiere la aprobación de los accionistas, así que la reunión anual de la compañía, perdonen el juego de palabras, pudiera resultar un poco carbonatada.
Winters también envió una carta por separado a uno de los más grandes e influyentes inversionistas de Coca-Cola, Warren E. Buffett, quien controla el 9,1% de las acciones a través de las tenencias de Berkshire Hathaway.
“Usted a menudo ha protestado por lo difícil que es controlar las compensaciones excesivas precisamente porque los accionistas no tienen una voz directa en la negociación con la administración y porque los comités de compensaciones a menudo están conformados por perritos falderos en vez de Dobermans”, escribió. “En esta situación, siendo Berkshire el accionista más grande de la compañía en cuestión, usted tiene importante influencia sobre el proceso”.
Es difícil hacer una comparación equitativa del programa de compensaciones de Coca-Cola con los de sus rivales, como Pepsi. Muhtar Kent, director ejecutivo de Coca-Cola, recibió en pago
$us 20,4 millones el año pasado, que fue 33% menos que los $us 30,5 millones que recibió en 2012. En comparación, Indra Nooyi, directora de PepsiCo, recibió unos $us 12,6 millones en 2013.
Quizá lo más importante es que los gerentes superiores de Coca-Cola necesitan cumplir con metas de desempeño específicas; si no, no reciben las acciones. Kent, por ejemplo, recibió un 33% menos en 2012 porque la compañía no cumplió sus metas.
Según Winters, el último plan de compensaciones de Coca-Cola, en 2008, planeaba emitir 280 millones de acciones, ajustado a la división; el nuevo plan propuesto salta a 340 millones de acciones. Por ello, pregunté a Winters: ¿Cómo debería pagar Coca-Cola a su personal superior? Hizo una pausa. “No sé la respuesta”, dijo. “Pero sé que $us 24.000 millones es excesivo”.
Añadió: “Esta es una compañía de 100 años de antigüedad. Son los custodios de la fórmula secreta”. Luego, quizá haciendo una pausa para tener efecto, dijo: “Deberían estar bien pagados”. Así como corresponde que se pague bien a los accionistas
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