Lo que la gente piensa muchas veces es más fuerte que la realidad y en las empresas esto no es la excepción. Es curioso cómo la percepción de las cosas puede cambiar el rumbo de la situación y muchas veces las estrategias empresariales.
Aquí un ejemplo. La empresa A y B son competencia directa, entonces la empresa A decide realizar un estudio de mercado para determinar el porqué había bajado la cantidad de sus clientes y conocer qué era lo que ofrecía su competencia. La razón que encontró fue que la empresa B había decidido ofrecer sus productos a domicilio, y por eso los clientes lo preferían.
Todo esto parece normal, ya que una empresa se había adelantado a la otra ofreciendo una mejora en el servicio y era normal que muchos clientes prefieran cambiar a la competencia por la comodidad, sin embargo la realidad dista de la teoría.
Lo que la empresa A no sabía es que la empresa B fracasó con el nuevo servicio porque sólo recibió 10 pedidos en total, pero a pesar de eso la percepción de las personas sobre la compañía había cambiado y ganó clientes.
Lo curioso de esta situación es que por el simple hecho de saber que hay un nuevo servicio, un cliente da más valor a la empresa. Por eso, muchos clientes de la empresa A habían optado por cambiarse a la otras compañía, solamente por esta razón, esto hace que consideremos de nuevo la importancia del servicio al cliente.
Es necesario que la gente esté enterada de los nuevos servicios aunque no sean muy exitosos.
Por eso, la próxima vez que considere ofrecer un servicio al cliente, no lo vea como un gasto extra o papeleo innecesario, mejor véalo como una inversión la cual puede ser realmente rentable solamente por la impresión que puede causar en los usuarios.
"Las percepciones no sólo alteran la forma que vemos el mundo, también cambian la forma en la que juzgamos a las personas y a las empresas por eso debe tomarlas siempre en cuenta"
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