domingo, 25 de mayo de 2014

Expertos revelan sus secretos para ahorrar en los alimentos

Amas de casa revelan sus estrategias para ahorrar al máximo el presupuesto semanal en la compra de artículos de la canasta familiar y permitir que los gastos disminuyan entre el 10 y 25 por ciento .

1. Una de las primeras estrategias es conocer en qué lugares se comercializan ciertos productos a precios más económicos. En un sondeo realizado a 10 compradores, en diferentes mercados, todos coincidieron en señalar a la Pampa (avenida República y Pulacayo) y el mercado Triangular (avenida Aroma y 16 de Julio).

2. Sin embargo, para la compra de frutas, todos prefieren el mercado Campesino o el mercado Santa Bárbara.

“Yo siempre compraba de los carritos 25 plátanos en 8 bolivianos, pero en ese mercado (Campesino) encontré a 3 bolivianos, increíble”, contó Ruth Solíz. Igualmente 100 unidades de naranja cuesta hasta 32 bolivianos.

3. Vicente Barrón, dijo que el mercado Triangular es el más indicado para la compra de papa, por varias razones. “Aquí llegan los dueños, hay más variedad de papa y es céntrico”, señaló.

4. Para lograr el ahorro se debe tomar en cuenta el horario.

“Por lo general los dueños llegan desde las 2 de la madrugada y a partir de las 5 o 6, cuando ya está amaneciendo y las vendedoras los quieren botar, venden al menudeo, y ahí es más barato”, dijo Rosalía Guzmán.

5. Nery Canedo explicó que, a quienes no les gusta madrugar pueden ir al final de la tarde porque también es muy ventajoso y las comerciantes empiezan a “baratear” su mercadería.

“Para irse rápido o no quedarse con su mercadería, las comerciantes prefieren baratearlo o venderte bien yapado (aumento de cortesía)”, señaló. Considera que la única desventaja es que no siempre se tiene la opción de escoger lo mejor, pero “al final, toda la verdura en Cochabamba es fresca”.

6. Para el tomate, Lizeth Peredo recomendó comprarlo de caja porque resulta más barato. “Nos juntamos entre 7 personas y con 10 bolivianos tenemos más de una cuartilla”, reveló. Sin embargo, una comerciante indicó que antes las cajas de tomate venían con 8 cuartillas pero ahora solo con 7. “Por cuartilla o por caja igual te sale 70 bolivianos”, afirmó.

7. Con respecto a la zanahoria, Gabriel Nogales, dijo que prefiere comprar las pequeñas ya que son más baratas, más dulces y solo hay que tener paciencia para pelarlas. “La cuartilla de las grandes me cuesta 9 bolivianos y en las pequeñas solo gasto 4”, sostuvo.

8. Para Nogales, comprar cebolla “con cola” (más las hojas) es solo botar el dinero, ya que comprar un montón de 10 cebollas le cuesta 14 bolivianos, mientras que una cuartilla de cabeza le sale a 10 bolivianos.

9. Para la carne, Mercedes Bautista dijo que empezó a reducir sus gastos dejando de comprar solo la parte blanda, ahora compra un kilo de blanda a 35 bolivianos (para uno o dos asados a la semana) y para el almuerzo compra la parte de la canilla o anillos que le cuesta 25 bolivianos.

10. Mery Moya logró reducir su presupuesto en carne reemplazándola por verdura que le resulta mucho más económico. “En lugar de asado les preparo fritos de espinaca o zanahoria y también les gusta mucho a mis hijos”, contó.

11. Para todas las hortalizas, en general, comprar por cuartillas o arrobas siempre es más ventajoso que por montón o kilo.

12. En relación al pan, María Bráñez, dijo que comprar los panes de Arani, que cuestan entre 1 y 2 bolivianos, son más contundentes que comprar panes de batalla que “se derriten en la boca y no llenan el estómago”.

13. Para la compra de arroz, azúcar y otros abarrotes, la mayoría realiza sus compras por arrobas e incluso quintales en las épocas que bajan sus precios. Si están caros, Mercedes Bautista opta por hacer las compras en las tiendas de Emapa.

“No es de la misma calidad, pero salva”, afirmó.

14. En relación a los productos lácteos, lo mejor siempre es aprovechar cualquier día de la semana para ir hasta una agencia y hacer las compras para toda la semana.

15. Con relación a los productos de aseo como dentrífico, jabón, shampoo y otros, siempre es mejor comprarlo del sector de mayoristas en La Cancha o en tiendas distribuidoras.

16. Para éstos y otros productos, Daniela Chávez tiene una estrategia en los supermercados. “Veo qué productos están de oferta. Un día por ejemplo compré una crema y por lanzamiento venía con tres jaboncillos de regalo, me compré dos y dejé de preocuparme por ambos productos por un buen tiempo”, citó.

Pero el universo de estrategias se amplía según el número de miembros en la familia, según los ingresos, si son mensuales o diarios, y finalmente según la comodidad.

17. “Yo prefiero comprar del mercado zonal, porque yendo a las ferias gasto más en pasajes, parqueo, tiempo y dolor de cabeza”, señaló Demetrio Valeriano.

Provincias son una opción para acceder a los productos frescos

Visitar las provincias, en días de feria, resulta también una atractiva estrategia de las familias que aprovechan los paseos dominicales para realizar sus compras de la semana.

“En las provincias es más seguro encontrar toda la fruta y verdura frescas”, afirmó Lucía Jiménez al explicar que al haber solo un día de feria, nada de lo ofrecido es guardado como ocurre en los mercados que abren toda la semana.

Tanto en el Valle Bajo como en el Valle Alto se pueden encontrar los productos -verduras, granos, hortalizas o tubérculos- que caracterizan a sus zonas, permitiendo siempre acceder a lo mejor.

En Tiquipaya, a 10 kilómetros de la ciudad, por ejemplo, se puede acceder a carne fresca ya que concentran a un gran número de faeneadores más conocidos en el idioma nativo como los “mañazos”.

Quillacollo que se encuentra a 12 kilómetros de la ciudad, por la avenida Blanco Galindo, es el centro que acoge la llegada de productores con una larga tradición en el cultivo de papa nativa. Estos productos llegan desde los municipios de Morochata, Cocapata, Independencia y Ayopaya.

Las verduras y hortalizas provienen de Marquina Bella Vista, Vinto y Sipe Sipe.

En este municipio se conserva también una plaza destinada a la venta exclusiva de granos como maíz wilkaparu -para refrescos y tojorí-, cebada, trigo, maíz blanco, ch’uspillo, ch’ejchi y uchhuquilla, todos requeridos para los añorados tostados y motes.

Quienes visitan Quillacollo aprovechan siempre de acudir a la misa en el santuario de la Virgen de Urcupiña y a su salida disfrutar de los mentados apis con pastel o los tradicionales chorizos criollos.

En Colcapirhua, a 9 kilómetros de la ciudad, se refleja similar situación los días domingos, ya que por su proximidad los productores optan por acudir a cualquiera de estos dos municipios indistintamente.

El municipio de Cliza, en el Valle Alto, se ha coronado como el centro de comercio más importante del maíz, que además ofrece a sus visitantes delicias culinarias como el pichón a la brasa.

“No está demás tener un caserita que te dé yapita”

Además de las diecisiete estrategias mencionadas anteriormente, que pueden ampliarse a una infinidad, “...no está demás tener una caserita que te dé yapita”, según afirmó Raúl Camacho.

Tener una casera para la compra de determinados productos, se constituye en un plus para quienes deseen efectivizar al máximo su presupuesto.

Camacho destacó seis razones por las que tener una casera es más ventajoso.

“Tu casera siempre te lo escoge lo mejor, te da yapa, te puede dar al fio cuando no te alcanza el dinero, te trata bien, te conversa y hasta te pasa sus recetas”, enumeró Raúl.

Según los entrevistados hay productos que si o si requieren tener una casera.

“Yo no compraría la carne de cualquier vendedor, porque las veces que lo hice siempre me vendieron menos, o una carne dura, con mucho hueso o en mal estado”, advirtió Mercedes Bautista.

En las caseritas de carne por ejemplo, se ve una fidelidad tal de sus clientes, que la vendedora ya conoce las necesidades de cada uno.

En un puesto en Quillacollo por ejemplo, se verificó que una misma carnicera reservaba los mejores kilos de cadera para uno de sus clientes que es muy exigente. Asimismo reunía los nudos y huesos blancos para otra persona de menores ingresos económicos que siempre le pide estos trozos.

Pero, incluso las “yapas” tienen su destinatario.

“Las grasitas se lo guardo para doña Tere que me pide para sus perros, el bofe lo aparto para una señorita que siempre me pide para su gatito, después todo lo que sobre se lo lleva un joven que tiene su perro pitbull”, relató la vendedora Bertha Miranda.

Según Raúl Camacho, pedir yapa a todas las caseras -de papa, verdura, fruta o carne- no está demás. “Un día junté solo las yapas y se hizo más de media bolsa”, dijo.

Por su parte Bautista recomienda llevar una romana, ya que no siempre las compras se hacen de la casera.

“A veces estamos pendientes de si nos yapa o no, y cuando llegamos a la casa nos damos cuenta que nos vendieron menos”, dije al denunciar la mala fe de algunas comerciantes que alteran sus balanzas.

Sin embargo, para evitar esta pérdida, están las comisarías de los mercados que están a disposición de los clientes para evitar cualquier tipo de engaños.

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