Heitor Ribeiro de Almeida dirige la Cerámica Almeida en San Pablo (Brasil). Su familia es dueña de la fábrica desde 1923, por lo que es la cuarta generación que administra la compañía. Con una producción mensual que supera los 2 millones de metros cuadrados, se constituye en una de las más importantes del vecino país. Ribeiro de Almeida también es el presidente de la Asociación Paulista de Cerámicas de Revestimiento (Aspacer). “La Cerámica Almeida nació con mi abuelo, entonces desde que me formé nunca estuve en otro lugar. Llevo 35 años trabajando en la industria”, explicó el ejecutivo.
La semana pasada visitó Santa Cruz con ejecutivos de la compañía cerámica brasileña De la Rocha para conocer de cerca el sistema de producción de la industria cruceña Gladymar. “Producen porcelanato aplicando un proceso de cuidado medioambiental, escaso uso de agua, pero además logran un producto de excelente calidad”, afirmó.
—¿Cómo se enteró del porcelanato de Gladymar?
La industria italiana LV que provee maquinarias para las fábricas de cerámicas se presentó en marzo en la feria Revestir de San Pablo. Ahí tuve la oportunidad de conocer el porcelanato Gladymar. Actualmente, Brasil es el segundo fabricante y consumidor de cerámica en el mundo y nos llamó mucho la atención conocer el porcelanato de Gladymar por su alta calidad y porque tiene una absorción de humedad de solo el 0,2%, no cualquier empresa desarrolla un producto con esa cualidad.
—¿Llegó a conocer la materia prima que usa Gladymar?
Sé que acá se usan tres materias primas para producir el porcelanato y que tienen un yacimiento (en Samaipata). Me dijeron que desde la misma cantera son extraídas las tres materias primas, esta es una sorpresa para el mundo. Yo estuve en Italia y China y vivo de la cerámica, entonces puedo decirles que la materia prima encontrada en Bolivia es una sorpresa mundial.
Los técnicos de Brasil e Italia decían que no había un materia prima como la que se encuentra en Santa Gertrudes (donde funcionan varias industrias cerámicas de Brasil); entonces, puede ser que Santa Cruz se convierta en un polo cerámico mundialmente conocido. Esta riqueza puede despertar el interés de empresas internacionales que quieran desarrollar la industria cerámica en Bolivia.
—¿Cómo vio el proceso de producción en seco?
El proceso de Gladymar es ecológico porque no usa agua para moler, ni cocido para el acabado, entonces es correcto con el medioambiente.
—Usted dirige una empresa cerámica en Brasil...
Sí, mi familia es propietaria de la empresa Cerámica Almeida, ubicada en Santa Gertrudes, zona de San Pablo, muy tradicional en Brasil con 91 años de operaciones. Actualmente es administrada por la cuarta generación y lo que llamó la atención fue conocer Gladymar porque no hay en Brasil un producto con estas características. Ellos utilizan maquinaria italiana, que es reconocida por su alta tecnología.
—¿A cuánto asciende la producción de Cerámica Almeida?
Nosotros producimos 2,2 millones de metros cuadrados al mes y también tenemos una gran innovación, estamos fabricando arcilla esmaltada con el mismo proceso que la cerámica, la mezcla y el cocido. Es un producto de excelentísima calidad, entonces considero que con Gladymar somos aliados estratégicos.
—¿Están exportando?
Exportábamos hasta el 20% de nuestra producción. Sin embargo, en Brasil las empresas exportadoras fuimos afectadas por la devaluación del dólar y la valorización del real, lo que destruyó la exportación brasileña, pero ahora estamos retomando el negocio. La recuperación es lenta en comparación al mercado interno que es más rápido. Antes Cerámica Almeida exportaba principalmente a Canadá y EEUU, luego estaban Paraguay, Argentina y Uruguay.
— ¿El porcelanato tiene alta demanda en Brasil?
Sí, en Brasil la palabra porcelanato se vende sola, cualquier industria cerámica que hace porcelanato o constructora que usa porcelanato es comercialmente muy fuerte. Entonces, hoy que Gladymar haga un material pulido con esas características, muestra que está en el mejor camino. Nos llamó la atención, porque en la región de Santa Gertrudes hay 40 fábricas que producen 50 millones de cerámicas por mes y aquella materia prima que tienen en Brasil es única en el mundo, pero en Bolivia lograron conseguir un producto con una calidad mayor que es porcelánico, lo que es un gran acierto.
—¿China es fuerte competencia para la industria cerámica de Sudamérica?
Lo que yo entiendo de China es que es un fabricante de porcelanato técnico, no pulido porque tiene la característica de lo que se usó en el pasado, entonces China domina el mundo, pero con otra línea. Incluso Brasil vende a China el 95% de su producción y hay empresas brasileñas que producen allá por bajos costos. Sin embargo, en este tipo de producto que hacemos en Santa Gertrudes es competitivo, lo mismo sucede con Gladymar por la calidad, entonces no representa una amenaza
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