Contrario a la creencia popular, la primera impresión es mucho menos importante de lo que se cree, sobre todo en las ventas.
Por lo general las personas tienen la cabeza ocupada en cientos y miles de pensamientos diferentes durante el día como para preocuparse de la primera impresión de un vendedor.
Inclusive si la primera impresión fuera tan importante, ¿cómo es que algo tan relevante como el nombre es uno de los primeros datos que se nos olvida cuando nos presentan a alguien? Sencillo, nuestra cabeza está tan sobresaturada de datos que este tipo de información no marca diferencia.
La primera impresión es relevante hasta cierto punto, sobre todo en las ventas. Aquí lo que realmente importa es la necesidad del cliente respecto al producto.
Si el producto que una persona vende cumple lo que busca el cliente, la primera impresión de este vendedor pasa a segundo plano.
Como vendedores debemos aprender a identificar las necesidades del cliente y ver de qué forma nuestro producto puede ser lo que el usuario espera.
Por lo tanto, se debe de pasar más tiempo trabajando en identificar estas necesidades que intentando verse bien y crear buenas primeras impresiones.
Si eres vendedor, empresario o futuro emprendedor es necesario empezar a ver más allá de las apariencias y enfocarte en lo que importa: soluciones a problemas y beneficios al cliente.
Después de una venta empieza a dejar de preocuparte si causaste una buena impresión o no y mejor piensa si lograste identificar lo que tu cliente quería.
"La primera impresión es relevante hasta cierto punto, sobre todo en las ventas. Aquí lo que realmente importa es la necesidad del cliente y si nuestro producto cumple con sus expectativas"
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