A sus 17 años Ignacio Daza Portugués (68) migró de Potosí a Santa Cruz para trabajar en una industria de manufactura. Luego de tres años de ser empleado, renunció para emprender un negocio propio de reparación de llantas. Así nació la Recauchutadora Potosí, una empresa familiar que en 2014 cumplió 41 años y, según él, está valuada en más de $us 3 millones. Daza, además, levanta una fábrica de goma con un centro de acopio en Riberalta (Beni), donde emplea a más de un centenar de siringueros. En los próximos meses prevé inaugurar una procesadora de pulpa de frutas tropicales, como el asaí, el majo, copoazú, entre otras. Habló con Dinero desde la Amazonia.
—¿Cómo inició la empresa?
Yo soy potosino, pero vivo más de 50 años en Santa Cruz. Llegué a mis 17 años. Empecé como gomero y fui trabajando poco a poco. Me casé a mis 19 años y tuve buena suerte con mi esposa. Ahora me dedico también a la siringa en la Amazonia. Al inicio fabriqué mis propias máquinas, porque el que sabe trabajar va produciendo lo que necesita, pero hoy importamos tecnología de Brasil, además hacemos fabricación y reparación de piezas para vehículos y para la industria.
—¿La producción actual?
Sellamos 1.200 llantas al mes en la recauchutadora de Santa Cruz, mi hijo en Cochabamba alcanza otras 500 llantas y en la Paz una cifra similar. Yo creo que superamos las 2.500.
—¿Cuánto invirtieron en este emprendimiento?
La verdad nunca anoté la inversión, pero si hacemos una evaluación, son millones.
—¿Cuáles son sus principales mercados?
De la recauchutadora todo se destina al mercado nacional. Vendemos, además, materia prima a otras recauchutadoras. Somos los únicos que tenemos permiso para importar algunas marcas.
—¿Qué oportunidades vio en Riberalta?
Llegué a esta zona buscando justamente oportunidades. Primero fui a Cobija, pero vi mucho desorden y Riberalta, en ese sentido, es más tranquila.
—¿Es difícil levantar una empresa en Santa Cruz?
Sí, es difícil. Pienso que cuando llega gente del interior es mejor recibirlos porque se puede aprender muchas cosas en el intercambio de experiencias.
—¿En cuánto cree que está valuada la Recauchutadora Potosí?
La estimación es de tres
millones de dólares. Tenemos plantas en Santa Cruz y mis hijos administran otras en
Cochabamba y La Paz.
—¿Cómo ha sido el proceso para crear la firma Sirinbol?
En Sirinbol invertí 10 millones de bolivianos. Yo tengo mis propios gomales en un pueblito que se llama Conquista. El objetivo es reforestar la zona, hacer crecer la Amazonia y darle trabajo a nuestros queridos hermanos. Aquí se sufre mucho por falta de empleo.
—¿Qué otros planes de inversión tiene en esta zona?
En Riberalta estamos dedicándonos a la goma, pero también a las frutas. Compré máquinas para hacer pulpa. Aquí y en Santa Cruz, por ejemplo, hay mucha manga y no tenemos alguien que ofrezca jugo de manga. Los chilenos no tienen la cantidad de mangas que se producen en Bolivia, pero tienen jugos del fruto en todos los mercados. Aquí falta iniciativa y solo estamos acostumbrados a tomar Coca Cola.
—¿A cuánto asciende la extensión de tierras que posee en Riberalta?
Son unas 1.000 hectáreas.
—¿Qué tipo de productos procesarán?
Vamos a sacar jugo de pulpas para exportar. Aquí en la Amazonia hay frutas riquísimas, como el asaí, el majo, copoazú, que se pueden hacer helados, por ejemplo. Ya estamos importando maquinaria. A fin de año vamos a tener novedades.
—¿Cuánto están invirtiendo?
En maquinaria, estimo que superamos el medio millón de dólares.
—¿Y cómo van los planes para exportar goma a China?
Tenemos una planta en Santa Cruz que avanza bien. Depende mucho de la actual administración. Queremos sacar productos con valor agregado. Estamos empleando a mucha gente que extrae la goma en la Amazonia y la lleva al centro de acopio en Riberalta.
—¿Van a industrializar la materia prima?
Queremos producir piezas de goma para el mercado local y el excedente exportarlo.
—¿Por qué cree que todavía Beni tiene problemas en caminos, energía e internet?
Y ahora seguro que tendrá más problemas porque el Gobierno no ganó aquí y otra causa es que los benianos son rebeldes. El ejemplo que tenemos es el Tipnis. Si no hay carretera, no habrá desarrollo. Si no acompañamos al Estado con ideas, tampoco habrá avance. Podríamos entendernos mejor si hubiera algo que nos una, los argentinos tienen por ejemplo, el asado
Como esta don Ignacio, soy el hijo del jorge, lo saludo a la distancia
ResponderEliminarDesde Chile, cuando quiera venga por acá
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