Cada vez más las organizaciones empiezan a valorar las competencias ‘blandas’ en las personas. Las empresas más competitivas del mundo buscan atraer y retener a los profesionales creativos, innovadores y con predisposición a aprender.
Y es que las habilidades blandas son muy importantes y en muchos casos son las que marcan la diferencia entre el éxito o el fracaso de la gestión de un líder en una compañía.
Para la gerenta general del Centro de Orientación Integral LUÁ, Aldana Fernández, no es raro escuchar decir: “esa persona sabe muy bien lo que tiene que hacer, está muy preparada, pero presenta una muy mala actitud” o “de qué le sirve a un jefe saber tanto, si no tiene la capacidad para transmitir sus conocimientos al equipo”.
“Un buen líder debe tener control emocional ante situaciones prolongadas de estrés, capacidad para adaptarse a los cambios con rapidez, saber compartir responsabilidades cuando trabaja en equipo”, expresó Fernández, añadiendo que el grado requerido de estas habilidades blandas varía según el grado jerárquico, el tipo de firma y el ambiente sociocultural al cual pertenezca la persona.
Por su parte el director general de RAM Consulting, Ramiro Muñoz, indicó que las habilidades blandas pueden ayudar a mejorar la productividad de un equipo de trabajo, ya que son útiles para resolver los problemas que se presentan de una forma u otra.
Las competencias blandas son importantes en los líderes empresariales porque son las que se relacionan con los valores sociales, el respeto a la opinión de los demás, la ética, la proactividad, el manejo del tiempo y ciertas formas de encarar los problemas, manifestó Muñoz
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