domingo, 25 de septiembre de 2016

La importancia del libre comercio

Hoy en día, cuando nos referimos al libre comercio lo pensamos como un hecho internacional. Hoy, a ningún comerciante se le prohíbe llevar sus productos, al interior de un país, de un lugar a otro. Si usted produce algo en La Paz y puede vender eso en Santa Cruz lo hace sin ningún impedimento y viceversa, no tiene que cumplir normas especiales, no le ponen trabas para hacerlo y no le cobran ningún impuesto especial.

Sin embargo, este hecho que es absolutamente normal en el país no ocurría así en el pasado. Hubo épocas en que se impedía que los productos sean movidos de un departamento a otro, sobre todo la producción agrícola, bajo el argumento de que ello podía generar una escasez del producto en cuestión y por ende subiría el precio. Esto es algo que impide el desarrollo de un país, pues para ser eficiente todo productor debe diseminar sus lugares de venta, lo cual hace efectivo por medio del comercio. Un productor eficiente minimiza el riesgo de tener un solo demandante. Lo mismo pasa con los demandantes; deben contar con la seguridad de que pueden obtener un producto de diferentes lugares, porque esto también minimiza el riesgo de dependencia.

Lo acontecido en Bolivia también sucedió en otros países. Un ejemplo paradigmático es el de la India, con una población del orden de 1.200 millones de personas, sólo superada por China. India, luego de su independencia de Gran Bretaña siguió un modelo económico estatista y muy restrictivo, inspirado en el socialismo. No había libre comercio al interior de ese basto territorio. Hoy es muy diferente. Se mueve en un contexto de economía de libre mercado, proceso que comenzó en los años 90 del siglo pasado, por lo cual existe allí pleno libre comercio interno. Además, se ha abierto al comercio internacional y tiene varios tratados de libre comercio con otros países del mundo.

En el mundo, a ningún productor u oferente le gusta la competencia en el campo de lo que hace. Ellos quedarían encantados si fueran los únicos vendedores. ¿Qué les impide hacer realidad este sueño? La presencia de la competencia. Esto implica que si el mercado es libre siempre habrá alguien que produzca lo mismo.

Este comportamiento también está presente en los trabajadores. No les gusta tener competidores porque cuando los hay, significa menores salarios. Esto explica la proliferación de los sindicatos en el mundo durante el siglo XX, con el propósito central de impedir, por todo medio, que bajarán los salarios. Por esta razón, no se califica al salario como un precio determinado por el mercado, como debería de ser, sino como un "precio administrado”, en cuya determinación participan -de manera negociada- tres instituciones: el Gobierno, las empresas y los sindicatos.

Pero, como cada vez el trabajo es más diferenciado, con variados grados de productividad y de especialización, los sindicatos están perdiendo poder. Sus propósitos se hacían realidad en un mundo donde el trabajo era muy uniforme, como el del obrero. Pero hoy los obreros son una minoría, incluso en la actividad manufacturera.

Uno de los acontecimientos económicos más importantes en el último medio siglo ha sido el continuo crecimiento del comercio internacional. Éste se ha expandido a un ritmo mayor que la producción mundial, a pesar de no existir libre comercio mundial. A lo mucho se ha logrado alcanzar los llamados "tratados de libre comercio”, que son acuerdos políticos entre estados, cada uno de ellos velando por los intereses de sus productores importantes. A lo que se ha llegado es a que dos países, o más, se pongan de acuerdo en permitir el libre comercio de un listado de productos, lo cual es entendido como la ausencia de aranceles (impuestos al comercio internacional).

A título de "industrias nacientes” del modelo de sustitución de importaciones, en América Latina proliferó el proteccionismo hasta ahora, una situación que ha ingresado en crisis como se puede observar en dos importantes economías de la región: Brasil y Argentina.

Llama la atención que las grandes economías sean las más cerradas al libre comercio mundial. Esto se explica porque han construido aparatos económicos muy diversificados, lo cual no es una característica de las pequeñas economías, como la boliviana.

La forma de medir la apertura al comercio es sumando las exportaciones de bienes y servicios de un país con sus importaciones. El resultando se divide entre el Producto Interno Bruto (PIB) para tener una idea de la magnitud de su apertura.

Con datos del Banco Mundial para 2014, se concluye que Brasil es la economía más cerrada, con un indicador del orden del 25%, siguiendo la Argentina con el 29% y los EEUU con el 30%.

En cambio, las economías pequeñas y exitosas como Hong Kong, Luxemburgo y Singapur son las más abiertas del mundo, con los siguientes indicadores: 440%, 374% y 360%, respectivamente.

La media mundial está en el orden del 89% y Bolivia para 2014 mostró un indicador del 85%. Para 2015, este indicador bajó ya que el comercio exterior del país decreció con relación al año anterior.

* Profesor emérito de la UMSA y expresidente del Banco Central de Bolivia.

Aprenda cómo ahorrar su dinero y programar gastos

El ahorro “es la acción de separar una parte del ingreso mensual que obtiene una persona o empresa con el fin de guardarlo para el futuro. Se puede utilizar para algún gasto importante que se tenga programado, algún imprevisto o emergencia económica”.

Un enfoque muy común es pensar que el ahorro del mes es lo que queda después de realizados todos los gastos. Con esa forma de pensar, muy probablemente no se ahorrará gran cosa, a no ser que seamos personas extremadamente disciplinadas y enfocadas en nuestros objetivos de largo plazo.

Ingresos - ahorro = gastos. Una vez que hemos tomado la decisión de ahorrar, ya sea para comprarnos un auto, para pagar los estudios universitarios de nuestros hijos, o cualquier otra cosa, es importante decidir dónde guardaremos el dinero y si buscaremos obtener una rentabilidad; es decir, si deseamos ganar intereses para reinvertirlos y así a la larga acumular un monto mayor que el que se obtendría si solo se guarda el dinero bajo el colchón o en una caja fuerte.

El principal factor a considerar al evaluar las diferentes opciones, es el riesgo. Guardar el dinero bajo el colchón es claramente una de las alternativas más riesgosas, mientras que ponerlo en una caja de seguridad de un banco parece ser lo menos riesgoso.

Por más seguro que se encuentre guardado nuestro dinero, estará expuesto a la pérdida del poder adquisitivo que ocasiona la inflación. Supongamos que la inflación promedio anual es del orden del 4%. Si ahorramos Bs 1.000 y los guardamos en una caja fuerte durante cinco años, el poder adquisitivo se habrá reducido, después de cinco años, a Bs 820, expresado en dinero de hoy. Es decir, que después de cinco años, con los mismos Bs 1.000 podremos comprar menos bienes de los que podemos adquirir hoy.

En el anterior ejemplo, si al menos deseamos mantener el poder adquisitivo de nuestro dinero, tendríamos que invertirlo a una tasa de interés igual o superior al 4% anual. Esto puede lograrse, por ejemplo, abriendo un depósito a plazo fijo (DPF) en un banco. Después de transcurridos cinco años, el banco nos devolvería alrededor de Bs 1.216. El mayor inconveniente de abrir un DPF es que si por alguna razón es necesario liquidar la operación antes de la fecha pactada de vencimiento, se perderá el interés acumulado. Si el DPF tiene la particularidad de ser negociable en una bolsa de valores, esta situación no representaría un problema.

Que otras opciones hay para ahorrar. Hay mil y una formas de invertir el dinero. Cada una de ellas trae asociado un riesgo. Por ejemplo, prestar el dinero a una tasa de interés alta puede resultar altamente rentable, pero también puede perderse la totalidad del capital invertido si el prestatario no devuelve el dinero.

Dentro de las opciones menos riesgosas, además de la banca, tenemos el mercado de valores. Una persona puede, por ejemplo, con los mismos Bs 1.000, adquirir acciones o bonos corporativos emitidos por una empresa muy rentable, de mucho prestigio y con un récord intachable de cumplimiento de sus obligaciones crediticias. Estos valores pueden transarse en la bolsa de valores en cualquier momento, lo que resuelve el problema de las repentinas necesidades de liquidez que eventualmente puede enfrentar una persona.

Sugerencia
Los fondos de inversión abiertos como opción

Alternativa. Una opción sobre la que deseamos profundizar en esta ocasión, es invertir el dinero en un Fondo de Inversión Abierto (FIA), que es el patrimonio de un grupo (grande o pequeño) de inversionistas que ha confiado sus ahorros a un administrador en el que puede confiar, pues existe una autoridad que vigila constantemente su accionar. En el día a día del inversor medio hay un tiempo limitado para tomar decisiones de inversión, por lo que delegar estas decisiones a la sociedad administradora que está conformada por un equipo de profesionales altamente calificado que se dedica exclusivamente a implementar estrategias de inversión, suele dar mejores resultados a largo plazo.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Destacan labor de Tatiana Marinkovic

La revista "El Exportador", de la Camára de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), destacó el trabajo empresarial que realiza Tatiana Marinkovic Jovicevic, en la gerencia administrativa y financiera de IOL SA, empresa agroindustrial boliviana.

Marinkovic señala que el mayor desafío que tienen los exportadores es la competitividad, toda vez que otros países tienen ventajas sobre Bolivia en aspectos como por ejemplo, la logística que tiene un precio elevado y es limitada. "El exportador también necesita que la producción se incremente considerablemente para poder competir con los volúmenes de nuestros países vecinos", comenta la empresaria.

Marinkovic, además, da unas pautas a seguir en el mundo empresarial como ser: disciplina, visión, honestidad y la capacidad de adecuarse a diferentes adversidades.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (caneb) Guillermo Pou Munt Serrano: “Los exportadores estamos peor que todos”



Pou Munt considera heroico el esfuerzo que hace su sector, que mantiene el volumen de sus exportaciones, pese a la baja considerable de los precios. Aunque reconoce que este año será negativo, mantiene la esperanza de encontrar acuerdos con el Gobierno para mejorar la productividad.

¿Cómo creen que terminará esta gestión para ustedes?
Este año no será bueno para las exportaciones. Esperemos que en los próximos años se pueda recuperar de alguna forma esta situación complicada pero ya no se recuperarán los precios, sino la productividad. Ya deberíamos mirar hacia adelante, parar esta escalada de incremento de salarios, que está totalmente desvinculada de cualquier criterio de productividad.

¿Qué habrá que hacer para mejorar?
Una de las cosas es que hay que ligar los salarios a la productividad. Sobre esa base, empezar a construir una nueva agenda productiva para que Bolivia se mida específicamente en función del incremento de los volúmenes exportadores dentro de cada rubro y de cada sector; y que ese cambio en los volúmenes sea la medida de todo.

Si los costos de producción no se mueven y los volúmenes crecen, entonces sí debería haber un esfuerzo a favor de los trabajadores. Pero si esos volúmenes no cambian o caen, no debería haber un cambio en el valor de la mano de obra. Hay que empezar a mirar de otra manera.

¿Cuál es el crecimiento hasta este mes?
No hay estadísticas cerradas hasta septiembre. Pero tenemos claro, con los datos a julio, que el mes va a cerrar entre un 20 y 25% por debajo de las exportaciones del año 2015. Considerando que las exportaciones del 2015 ya tenían una caída de casi un 25% en relación al 2014.

Acumuladamente, en relación al año 2014, las exportaciones del país hasta ahora, han caído en 50% del valor, con pocas posibilidades de que se recuperen hasta fin de año. Los sectores críticos son hidrocarburos y minería. El sector no tradicional ha tenido su caída más fuerte durante 2015 y en 2016 se estabilizó, con leve crecimiento.

En general, estimamos que a fines de año estaremos por alrededor de $us 7.000 a 7.500 millones, partiendo del hecho de que los volúmenes exportados no se han reducido. El 2014 hemos exportado alrededor de 28 millones de toneladas al igual que el 2015. Esto incluye hidrocarburos. Estimamos que el 2016 vamos a llegar a las 29 millones de toneladas.

Es la capacidad instalada del país en términos de exportación de producción.
El Banco Central de Bolivia valoró el esfuerzo que hace el exportador para seguir produciendo pese a las adversidades y que sus volúmenes sólo bajaron en 5% ¿Esto es cierto?
Es un esfuerzo heroico que hace el sector. Imagínense lo que implica tener costos altos de mano de obra, dificultades de devolución impositiva, problemas en el campo laboral, todo tipo de restricciones burocráticas, trámites largos y pesados. En general, los empresarios están mal, pero los exportadores estamos peor que todos.

Es cierto que se avanza con el Gobierno para resolver algunas cosas. Pero hasta que se resuelva, siguen siendo un problema. Pero los exportadores siguen empujando la carreta, exportando, atendiendo a sus mercados internacionales, incluso con caída de precios. Estamos empujando el carro desde hace cinco años y por lo menos el presidente del BCB reconoce nuestra difícil situación.

¿Cómo les va en las mesas de trabajo con el Gobierno?
Estamos participando activamente. Estuvimos en las cinco mesas y vamos a estar en la sexta. Nuestra expectativa se sienta sobre los resultados. Primero, queremos ver los acuerdos que cierran todas estas mesas, porque ahí es donde se verá la verdad del marco en el que el Gobierno quiere avanzar. Segundo, queremos ver que lo que se acuerde se lleve a la práctica. Que no solo exista la norma sino que haya recursos y voluntad de ejecutarla y de cumplir.

¿Hay buena recepción del Gobierno?
Nos estamos escuchando mutuamente. Pienso que eso ya es algo muy positivo. Pienso que vamos a llegar a algo importante. Además, está el compromiso de que aquellas cosas que no acordemos con los ministros, vamos a poder discutirlas con el presidente Evo Morales.

¿Qué le falta a este proceso de diálogo?
Las decisiones con el Gobierno se tienen que acelerar, llevarse a cabo de forma más agresiva y de manera integral. Hay que trabajar en varios ámbitos para generar un ecosistema que esté en condiciones para que los empresarios hagan mejores negocios, eficientes y más productivos.

¿Cuáles son las principales necesidades del sector exportador?
Primero está el tema tributario, donde necesitamos neutralidad e incentivos. Está luego el tema laboral, para obtener un trato laboral equitativo con los empleados. Luego se espera mejorar la logística física y tramitológica. El acceso a financiamiento y esquemas de financiamientos reales y efectivos para el desarrollo de emprendimientos industriales que contemplen esa realidad. Por último está el generar mayor acceso a mercados.

De estos cinco puntos, hay dos donde ya hay avances reales: acceso a mercados que lleva adelante la Cancillería y también avanza el tema logístico, porque se está terminando el diseño de puertos secos, centros de inspección simultáneos, centros de facilitación comercial y por el lado tramitológico está la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE)

Retos para el profesional de hoy

Si usted, estimado lector, es de esas personas que tuvieron la posibilidad de estudiar una carrera universitaria y fue formado para encontrar un buen trabajo fijo, mantenerse en él y seguro por varios años, le tengo una mala noticia:Gracias a la crisis económica que se nos viene por delante, en la actualidad se está tejiendo una nueva realidad en la cual las empresas grandes, demandantes antaño de gran número de profesionales bien calificados, han dejado de buscarlos en la cantidad que lo hacían hasta hace veinte años y se han focalizado en automatizar o terciarizar sus procesos.

En esa dirección, hoy en día se ve que muchos profesionales están comenzando a reinventarse para seguir teniendo valor en un mercado laboral cada vez más agresivo y despiadado, donde pareciera que, sin importar la edad, nunca se cuenta con la combinación deseada entre cantidad de títulos académicos y años de experiencia laboral. Hoy en día, para aspirar a conseguir un buen trabajo asalariado en un tejido empresarial muy complejo, donde las organizaciones buscan deshacerse de sus costos fijos (como ser los salarios mensuales) y convertirlos en costos variables controlables (como ser el pago a consultores por producto o a empresas terciarizadoras de servicios), el profesional de hoy debe convertirse en la combinación perfecta, en una sola persona, entre un "Maestro Jedi” de La guerra de las galaxias–por su gran sabiduría- y un "minion” de Mi villano favorito, por sentirse feliz al ser un servidor entregado, adulador y siempre subordinado.

Bajo esta realidad diametralmente diferente a la de los profesionales exitosos de la segunda mitad del siglo pasado, hoy todos tenemos mucho miedo a perder nuestro preciado trabajo y nos aferramos a él como si fuera el aire para respirar. En este punto, estimado lector, le doy una buena noticia: ¡Es posible!

Observando a varios profesionales exitosos hoy en día, he constatado que se puede sobrevivir en la selva desconocida de la independencia; empero, ellos han pasado por un proceso de reinvención, ofreciendo ahora servicios basados en su conocimiento y experiencia. Esto requiere, sin embargo, un cambio de mentalidad, de asalariado a empresario, que será más difícil de asumir cuanto más "maduritos” estemos, pero que en estos días es una obligación que no podemos eludir.

Para ello, tomando una copa -y quizás más- de buen vino tarijeño y observando la luna en una noche despejada, debemos reflexionar de manera autocrítica y a la vez estratégica sobre las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que como profesionales tenemos. Bajo esta premisa, no es recomendable que busquemos emprender nuevos proyectos profesionales en campos desconocidos para nosotros; más bien, debemos desarrollar nuestros nuevos proyectos en ámbitos que conocemos (y hasta dominamos), donde logremos identificar y explotar buenas oportunidades y en los cuales podamos utilizar al máximo nuestras fortalezas profesionales, conociendo sin embargo las debilidades que tenemos y las amenazas que enfrentamos para así trabajarlas, superarlas y mitigarlas.

Es así que renunciar a tener un trabajo fijo y convertirse en un profesional independiente implica, inicialmente, salir de nuestra zona de confort, rompiendo el statu quo en nuestras vidas, para ofrecer una propuesta de valor propia desarrollando una marca personal. Para eso, se deberá asumir diferentes obligaciones con naturalidad, desde ser el gerente general, pasando por ser el gerente de marketing de la marca personal, hasta ser el mensajero entregando nuestra correspondencia. Al final, todas estas actividades son realizadas en busca de un objetivo estratégico supremo, que es el de seguir creciendo como profesional, pero ahora de manera individual.

En este viaje que sí tiene regreso, ya no se tendrá que obedecer a un jefe; lamentablemente se dependerá de muchos jefes que serán los que uno pueda conseguir, que la mayoría de las veces son más exigentes, difíciles de tratar y caprichosos que el jefe que conocíamos por años y ya sabíamos cómo manejar. Por otro lado, a diferencia de lo que muchos piensan, uno trabaja más horas que en un trabajo fijo, por lo que el factor de manejo de nuestros horarios es relativo, pues resulta que en muchas ocasiones uno se encuentra frente a la computadora hasta las tres o cuatro de la madrugada para terminar un proyecto.

Finalmente, estimado lector, le doy otra buena noticia: Como en todo, el ser humano se adapta rápidamente a este tipo de vida, por lo que volver a un trabajo fijo después de un tiempo de independencia profesional se vuelve otro reto, pues otra vez salimos de nuestra zona de confort y debemos enfrentar nuevos desafíos, ahora en una nueva oficina.


* El autor, economista, es especialista en estrategia financiera.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Mejor forma de renunciar

Lucy Kellaway Financial Times (fragmento)

Una renuncia debería ofrecer una oportunidad singular para decir algo verdadero y como ya no sientes tanta obligación a la persona que te ha pagado/visto/dado su voto, puedes decir lo que quieras.

De vez en cuando alguien hace eso. Un ejemplo es la carta de los “muppets” de Greg Smith en el New York Times. También está la carta “sólo lo hacemos por el dinero” en Financial Times del gestor de fondos Andrew Lahde.

Otro ejemplo de renuncia menos descortés es la despedida de Patrick Pichette de Google, quien abandonó el año pasado su cargo de jefe de finanzas por “una perfectamente hermosa crisis de mediana edad llena de dicha y belleza” (despilfarró dinero en un viaje).

Una declaración de renuncia no es el momento de decir la verdad, sino de ser corteses y causar el daño mínimo. Las dos opciones que quedan son: ¿con o sin emoción? Y, ¿corta o larga?

En general yo estoy a favor de dar la mejor cara posible en el trabajo. Ser profesional significa comportarse con dignidad. Y eso significa, sobre todo, no llorar cuando algo va mal.

En cuanto a larga versus corta, una renuncia no puede ser demasiado corta, lo cual quiere decir que Twitter es el medio perfecto.

Chris Evans envió un mensaje de Twitter: “Cediendo el puesto de Top Gear. Di lo mejor de mí pero a veces eso no basta. El equipo es más que brillante. Les deseo todo lo mejor”. Estuvo bien, pero pudo haber sido mejor. Mi renuncia favorita en Twitter viene de Jimi Matthews, quien renunció al cargo de jefe interino de una empresa de teledifusión sudafricana el mes pasado. Simplemente decía: “He dejado la SABC”.

Parece que la plaga de la creatividad obligatoria se está extinguiendo



No soy creativa. Tampoco lo son la mayoría de mis colegas. El Financial Times emplea a gente inteligente que sabe identificar temas, escribir sobre ellos con elegancia, y darles a los lectores la mezcla correcta de familiaridad y sorpresa. La experiencia, el conocimiento, la práctica, el juicio, la habilidad y la inteligencia, todos juegan un papel. También la habilidad de escribir. Y de pensar. La creatividad tiene muy poco con ver con el proceso. No lo digo para insultar al FT. En realidad es un elogio.

Durante dos décadas las personas de negocios han dicho estupideces sobre lo que significa ser creativo. Se asume que más creatividad es mejor que menos creatividad; que no puede haber demasiada. En LinkedIn hay 2 millones de personas con “creativo” o “creatividad” en su título profesional. En Indeed, el sitio web de búsqueda de empleo, hay 32.000 ofertas de trabajo solamente en Londres que especifican creatividad, comparado con 2.700 que solicitan cortesía, y apenas 300 cooperación. Esto es desconcertante cuando se considera que ser cortés y cooperativo son características vitales para cualquier empleo, mientras que la mayoría de las empresas no tienen el menor uso para la verdadera creatividad.

La plaga de la creatividad se ha propagado tanto que ha llegado hasta donde se consideraba tabú: el departamento de cuentas. AstraZeneca, que está buscando a alguien que pueda planificar su flujo de caja, se jacta en su anuncio de una atmósfera donde las personas son “recompensadas por sus ideas y su creatividad.”

Los expertos en administración avivan las llamas con investigaciones cada vez más tontas. La más chiflada se publicó en el Harvard Business Review, recomendando a las empresas que les dieran a su personal títulos ridículos como “imaginieros” para hacerlos más creativos. Más preocupante es que identificaron con aprobación a los “artistas de sándwiches” que rellenan panes con pavo y queso procesado en Subway. No sólo es insultante esperar que a estos desdichados empleados les alegre un nombre tan idiota, es seguro que la creatividad no es lo que busca la empresa en primer lugar. Cuando uno es una máquina global que produce 4.800 sándwiches Subway por minuto, la creatividad en la línea de producción no es recomendable.

La semana pasada me crucé con el primer indicio de que la ola de la creatividad pudiera haber llegado al máximo. Fast Company publicó un artículo titulado “Como ser menos creativo en el trabajo y por qué a veces es necesario.” Razonaba que ser demasiado creativo podría irritar al jefe, y que frecuentemente la estrategia más inteligente para la mayoría de las empresas es olvidarse de las nuevas ideas y seguir haciendo lo que hacen.

Hay dos cosas extraordinarias con respecto a este artículo. Para empezar, es verdad. Segundo, lo publicó una organización que más que ninguna ha celebrado esta descalabrada tendencia. La dudosa misión de Fast Company: "inspirar un nuevo tipo de líderes del pensamiento innovador y creativo que están activamente inventando el futuro de los negocios”.

Es posible que los trabajadores comunes y corrientes estén comenzando a sentirse irritados después de dos décadas de creatividad obligatoria. La semana pasada Kantar Media, propiedad de WPP, invitó a todos sus empleados a reunirse en salones en diferentes continentes y jugar con Lego para construir sus propias versiones de un “mundo extraordinario.” ¿Descubrieron que pretender ser niños con ladrillos de colores desencadenó una ola de creatividad? La mayoría no. Un miembro del personal me envió un correo electrónico para contarme sobre el tétrico día, escribiendo en la línea de asunto: “la cosa más insensata que jamás haya sucedido en mi lugar de trabajo”.

El diccionario Merriam-Webster dice que la creatividad es “la habilidad de crear cosas nuevas o pensar en ideas nuevas.” Casi no quedan ideas nuevas, y la mayoría son muy malas, o tan nuevas que la gente común no sabe reconocerlas como buenas. Van Gogh, después de todo, vendió sólo un cuadro en toda su vida.

Aquellos que son capaces de generar ideas genuinamente nuevas son poco frecuentes. Yo sólo conozco personalmente a dos: uno es poeta y el otro inventor. Ambos hacen las cosas enteramente a su manera. Ninguno ha hecho mucho dinero; ninguno duraría cinco minutos en un trabajo corporativo; lo odiarían, y el trabajo los odiaría a ellos.

Para sobrevivir, las empresas tienen que cambiar de vez en cuando. Necesitan hacer las cosas de forma ligeramente diferente de cómo se hacían antes, pero para eso no necesitan creatividad. Necesitan personas con la inteligencia y el juicio para elaborar las variaciones correctas de las ideas existentes. Más que eso, necesitan personas con la determinación de probar esas ideas, modificarlas si es necesario y convertirlas en ventas.

martes, 13 de septiembre de 2016

Romina Rocamonje inició su faceta de empresaria

Tiene 23 años y toda la experiencia de una miss en certámenes nacionales e internacionales que la obligado de alguna manera a estar pendiente de los tratamientos de belleza más novedosos para mantenerse linda.

Ahora, con toda esta experiencia se animó a abrir su propio negocio, un spa y solarium llamado Spa Queen que fue inaugurado en plena época ferial. Está ubicado entre el segundo y tercer anillo de la avenida Alemana.

"Siempre he dicho que para mantener una buena figura es dieta ejercicio y spa, sobre todo para deshacer esas grasas localizadas que ni el propio ejercicio deshace, eso me quedo clarísimo durante mi año de preparación para el miss universo", contó Romina.

Para el lanzamiento hizo una sesión fotográfica la cual protagonizó ella misma con su escultural figura promocionado el área del spa. Su acompañante fue el modelo y competidor de Esto es guerra (PAT) Kevin Ferrante.

lunes, 12 de septiembre de 2016

El uso de un idioma extranjero influye en la toma de decisiones

El uso de un idioma extranjero influye en la toma de decisiones, pues afecta a cómo las personas perciben y actúan los riesgo y se ha constatado que estos parecen más pequeños en una lengua que no es la nuestra.

El estudio, publicado en Trends in Cognitive Sciences, está firmado por investigadores del Centro de Cognición y Cerebro de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y psicólogos de la Universidad de Chicago (EEUU).

Hasta ahora, la creencia más extendida entre los investigadores era que al tomar decisiones nos fijamos "en el contexto de la situación, las ganancias o pérdidas que implica lo que decidimos hacer, más que en la lengua, que se convierte meramente en instrumental, un apoyo a través del cual fluye la información".

Sin embargo, este enfoque se ha revertido dado que los psicólogos han comenzado a entender la importancia de la lengua en relación con el pensamiento racional.

Aunque parecería que las elecciones que tomamos deberían ser independientes de la lengua, el estudio apunta a que el uso de un idioma extranjero influye en la elección de una determinada opción.

El trabajo reflexiona sobre el impacto del uso de una lengua extranjera frente a la percepción del riesgo, la inferencia y la moral, e incluye una posible explicación sobre las causas, como la disminución de la emoción, la distancia psicológica y el aumento del tiempo de deliberación, aspectos que aparecen cuando se utiliza una lengua que no es la materna.

Según los investigadores, el uso de un idioma extranjero afecta a cómo las personas perciben y actúan en situaciones de riesgo y, de hecho, han constatado que los riesgos parecen más pequeños en un idioma extranjero.

Por ejemplo, cuando las personas consideran los peligros potenciales de actividades como viajar en avión o de aspectos relacionados con la "biotecnología", perciben los riesgos asociados a estos factores como menores y mayores los beneficios cuando se utiliza un idioma extranjero.

Esta reducción en la percepción del riesgo también se hace patente en las transacciones monetarias.

La diferente percepción del riesgo se encuentra también en otros contextos y "esto sugiere que los riesgos en una lengua extranjera son evaluados de manera diferente por las personas y con más consistencia con sus decisiones", según losinvestigadores de la UPF, Albert Costa y Alice Foucart

domingo, 11 de septiembre de 2016

Cómo ser menos ignorantes de nuestra propia ignorancia

En las primeras horas del 20 de abril de 1995, la policía llamó a la puerta de McArthur Wheeler y lo arrestó por robar dos bancos en Pittsburgh el día anterior. Wheeler difícilmente pudiera haberse sorprendido de que la policía lo identificara: sin llevar máscara o disfraz alguno, él había entrado sin prisa a los bancos durante las horas de oficina, pistola en mano, a la vista de las cámaras de seguridad. Sin embargo, estaba sorprendido, declarando en protesta: "¡Pero yo me unté el jugo!”. Wheeler se había formado la errónea creencia de que el jugo de limón volvía a la gente invisible en los vídeos.

Wheeler es ahora una leyenda en el mundo de la psicología, ya que fue su lamentable aventura la que inspiró a dos psicólogos, David Dunning y Justin Kruger, a averiguar si tenemos un buen juicio de nuestras propias fortalezas y debilidades. Dunning y Kruger presentaron pruebas de gramática, lógica y de hasta tener un sentido del humor a un grupo de estudiantes universitarios. Posteriormente les preguntaron cómo se comparaban a sí mismos con los demás miembros del grupo. Su comprensión de lógica y de gramática ¿era mejor o peor que la media? ¿Eran más capaces que otros estudiantes de distinguir chistes graciosos de los que no lo eran?

La mayoría de los estudiantes pensaron que eran lógicos, gramáticos e ingeniosos por encima de la media, pero el efecto Dunning-Kruger no es un mero exceso de confianza. Las personas competentes que participaron en el estudio tenían una comprensión razonable de dónde se encontraban en el orden jerárquico. Los incompetentes permanecían felizmente ignorantes de su incompetencia. Los buenos estudiantes sabían que eran buenos; los malos estudiantes no tenían ni idea de que eran malos.

Autodiagnóstico
El problema fundamental es que una persona que trata de diagnosticar su propia incompetencia, casi invariablemente, carece de las habilidades necesarias para hacer este diagnóstico. No saber mucho de gramática significa que no se está en posición de diagnosticar la propia ignorancia de la gramática.

Pero por supuesto que existe una cura para la maldición de Dunning-Kruger: pedir consejos o críticas. Sobre la cuestión de si el jugo de limón es una poción de invisibilidad, McArthur Wheeler se pudiera haber beneficiado de una segunda opinión. Solicitarla, por desgracia, habría requerido que él dudara de su propio razonamiento acerca del asunto y que identificara un asesor lo suficientemente brillante. Y todos nosotros -particularmente las personas de alto estatus- enfrentamos el problema de que, cuando estamos extremadamente equivocados, nuestros amigos y colegas a menudo son demasiado educados para decírnoslo. Aun así: dos cabezas piensan mejor que una.

En un nuevo libro, Head in the Cloud (Cabeza en la nube), William Poundstone argumenta a favor de una nueva defensa para evitar las catástrofes de Dunning-Kruger: la cultura general. Poundstone cree que una amplia base de conocimientos nos ayuda a darnos cuenta de las ocasiones en las que estamos despistados; si sabemos un poco sobre un montón de temas, tenemos más oportunidades de detenernos a nosotros mismos en medio de un momento Dunning-Kruger.

La propia investigación de Poundstone indica que existe una correlación entre el ingreso y el conocimiento general; una correlación que va más allá de lo que pudiera esperarse de los niveles de educación. Una de las numerosas explicaciones plausibles es la siguiente: las personas con una buena comprensión de la cultura general amplia son personas que le están prestando atención al mundo.

Esto es algo extremadamente especulativo, pero invita a la reflexión. Poundstone está yendo contra la corriente: la moda educativa, así como el sentido común, sugieren que en la era de los teléfonos inteligentes es mejor concentrarse en el pensamiento crítico que en la memorización. Empero, puede que tenga razón: cualquier hecho en particular se puede buscar, pero sin una base de conocimientos ¿cómo se sabe por dónde empezar?

Insuficiente cultura general
Recientemente, la psicóloga Sarah Tauber y cuatro colegas investigadores plantearon una larga serie de preguntas de cultura general a cientos de jóvenes (la edad promedio era de 20 años). El rendimiento fue desilusionante. Menos de la mitad de los sujetos sabía de qué país era Bagdad la capital, o lo que era el objeto parecido a una lanza que se tiraba en las competencias de atletismo. Y sólo el 43% sabía que la "araña peluda que vive cerca de las bananas” era una tarántula.

En cuanto a las preguntas más difíciles con respecto a la cultura general, el rendimiento fue sorprendentemente malo. ¿Cuál es el nombre de la novia de Flash Gordon; o el del autor de Los hermanos Karamazov; o el del primer hombre en correr una milla en cuatro minutos; o el nombre de la cordillera que separa a Europa de Asia? De cientos de participantes, nadie supo. Nadie. Hubo 50 preguntas como éstas, preguntas a las que ni una sola persona pudo siquiera ofrecer una conjetura adecuada. Y estos individuos de 20 años de edad eran estudiantes universitarios, por lo cual presuntamente deberían haber sido razonablemente inteligentes y presumiblemente bien educados.

No es que los jóvenes de hoy sean estúpidos. Ellos conforman la generación más preparada de la historia y su inteligencia es superior, al menos según las pruebas de coeficiente intelectual. Es sólo que hay mucho que no saben y (según Dunning-Kruger) mucho que no saben que no saben. No estoy seguro de que esto sea un problema, pero pudiera serlo. Tal y como lo señala Poundstone, una cosa que no se puede buscar en Google es lo debieras estar buscando en Google.

(c) 2016 The Financial Times Ltd. All rights reserved.

Avance dificultoso del libre comercio mundial

Armando Méndez Morales *

Desde que inesperadamente se presentó mundialmente la crisis financiera, primero, y luego económica, en los años 2008 y 2009, el mundo quedó expectante de lo que harían los países para enfrentar la desaceleración de sus economías. Vino al recuerdo la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, cuando reaccionaron cerrando sus economías a las importaciones y utilizando la devaluación monetaria como mecanismo de protección de sus economías nacionales. El resultado fue el desastre total en la economía mundial. La dura lección que dejó esta dramática crisis es que las barreras al comercio mundial no ayudan al crecimiento de la economía, sino por el contrario lo perjudican.

Hace poco se llevó a cabo la cumbre anual del G20, en China, que agrupa a 19 países más la Unión Europea. Esta reunión se produjo en un ambiente de mucha incertidumbre, tanto política como económica. El crecimiento económico global no es el deseado, pero EEUU, la primera potencia económica del mundo, está repuntando y China continúa con buen ritmo de crecimiento, aunque ya no sea del 10% que por varios años ese gran país mostró.

Hay que destacar que este grupo de economías representa el 85% de la producción mundial, por lo que sus intenciones son fundamentales y afectan al mundo. Se reconoció que hay un auge del discurso proteccionista en los países. Según datos que provee periódicamente el Fondo Monetario Internacional (FMI), se puede observar que la economía mundial se desaceleró desde un 5,4% en 2010 a un 3% para 2015. Se espera que en los próximos años la economía mundial se mueva en torno a un 3,5%, lo cual es una buena noticia.

La Unión Europea hace rato no pasa por un buen momento. En 2015 creció casi al 2,4 % y se espera que en adelante no supere el 2%. China, que creció a un impresionante 11% en 2010, fue declinando paulatinamente hasta llegar a un 7% en 2015, un ritmo que se debe seguir calificando de excelente. Las estimaciones del FMI señalan que China podrá moverse en los próximos años a una tasa del 6%.

En este contexto es destacable y aplaudible que los líderes del G20 rechacen al proteccionismo y apuntalen el libre comercio mundial. El presidente del país anfitrión de esta reunión, Xi Jinping, dijo al cerrar el evento: "Queremos revivir los motores de crecimiento del comercio internacional y la inversión. Respaldaremos mecanismos de comercio multilaterales y rechazaremos el proteccionismo para revertir el declive del comercio global”.

Lo importante es que el G20 se declaró en favor del libre comercio, como un principio que debe regir el mundo, en contraposición al aislacionismo de los nacionalistas, de diferentes tendencias ideológicas, que emergen en diferentes países.

Habiendo destacado el hecho de la acertada conclusión de la cumbre del G20, se debe subrayar que llevar a la práctica completa este propósito enfrentará muchos escollos, ya que cada uno de los gobiernos representados en dicha cumbre deben armonizar dentro de sus países una diversidad de intereses de grupos económicos importantes, tarea harto difícil. Por esto es adecuado recalcar que las acertadas conclusiones del evento comentado son buenas declaraciones, pero de inseguro cumplimiento.

China logró disminuir la pobreza -según la directora del FMI- en 700 millones de personas gracias a su integración al comercio mundial. Gracias a sus bajos costos salariales se convirtió en un país que atrajo a la inversión extranjera directa de manera masiva, con ello a las empresas transnacionales. Todo esto hizo de China la economía de mayor crecimiento en las últimas décadas.

Un ejemplo de lo difícil que es hacer realidad el libre comercio mundial son los problemas por los que atraviesa la Unión Europea. No hay que olvidar que cuando se habla de esto también se habla de la libre circulación de personas, lo cual está sometido a barreras por las masivas migraciones a los países de la Unión, como consecuencia de los graves conflictos que se vive en Siria y, en general, en el Medio Oriente. Se debe tener cuidado con los discursos antimigración que influyen sobre los trabajadores de los países desarrollados, ya que sin duda alguna la migración hace que en esos países aumente la oferta laboral, lo cual no gusta a éstos porque crece la competencia y, por tanto, no pueden subir los salarios. Por principio, a cualquier oferente de lo que sea no le gusta la competencia.

Otro ejemplo es que hasta ahora no se puede concretar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), también denominado Área de Libre Comercio Trasatlántico, cuyo propósito es suscribir un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los EEUU. Esto es vital para avanzar hacia el libre comercio mundial porque se habría logrado que la mitad de la producción mundial se rija por este principio. En este contexto, lamentablemente, el que mejor encarna la oposición a este tratado en los EEUU es el candidato republicano Donald Trump, quien se ha convertido en el abanderado del proteccionismo de la economía norteamericana. De salir elegido Presidente, hay que dar por seguro que dicho tratado tendrá serios tropiezos.

Con acierto, el presidente Macri, de la Argentina, destacó que había que combatir el proteccionismo agrícola que se encuentra muy fuertemente arraigado en los países europeos.

La crisis ya se siente

Los municipios del país, que son los gobiernos que más cerca están de los ciudadanos y sus demandas en infraestructura de salud y educación, por ejemplo, han comenzado a registrar menores ingresos, a causa de la crisis de precios del petróleo.

Como las cotizaciones internacionales del crudo han entrado en una espiral a la baja, las facturas trimestrales por las ventas de gas a Brasil y Argentina ya no son como las de la denominada "Década de oro”, del tiempo de las vacas gordas o de los diez años de bonanza. Las recaudaciones por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos son menores, por lo cual la coparticipación tributaria con las gobernaciones, los municipios, las universidades públicas y con el Fondo Indígena –dicen que es una nueva institución-, en montos, también ha registrado descensos, de tal modo que los presupuestos ediles han comenzado a contraerse.

El importante recorte de ingresos ediles ha obligado al Gobierno y a los municipios a crear planes anticrisis ante el nuevo escenario; en La Paz, las autoridades municipales han resuelto rebajar sus sueldos y, con el fin de no paralizar la gestión en las regiones, se ha creado un fondo que ayudará a los gobiernos municipales a financiar las obras en ejecución. La constitución de otro fondo mediante un fideicomiso para las gobernaciones, para amortiguar también la caída de los ingresos por el gas, ya anticipaba que la situación económica en el país entraba en una fase de caída.

Y si a este preocupante nuevo panorama se suma la situación de virtual quiebra financiera de Tarija, la principal región productora de gas, no cabe duda de que se vienen tiempos difíciles, pese a que los organismos internacionales han anticipado cifras de crecimiento récord en la región.

Antes, no era difícil gobernar en la abundancia; el problema, ahora, es encontrar el camino adecuado para gestionar recursos que son limitados para necesidades, por definición, ilimitadas. Es decir, cómo resolver el principal problema de la economía.

La trampa del crecimiento y la desigualdad



Dos temas se trataron en la reciente reunión del Grupo de 20 economías avanzadas del mundo (G20) en Hangzhou, China, entre el 4 y el 5 de septiembre: la trampa del crecimiento y la elevada desigualdad.

Según señaló la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde: "El 2016 será el quinto año consecutivo con un crecimiento del PIB mundial por debajo de su promedio a largo plazo del 3,7% (1990-2007), y 2017 podría ser el sexto”. Además indicó que "desde principios de los años 90 no se ha visto un debilitamiento de la economía mundial por tanto tiempo”, lo cual se puede observar en el gráfico 1.

Lo relevante para países como Bolivia es la afirmación de que, según el FMI, "las economías emergentes también han experimentado una desaceleración, aunque con respecto a un nivel de crecimiento excepcionalmente rápido en la última década. Por lo tanto, esta desaceleración es más bien una vuelta a la norma histórica”.

Dos factores resalta el FMI; el primero, el reequilibramiento de la economía china desde la inversión hacia el consumo y desde la demanda externa hacia la demanda interna, y, el segundo factor, vinculado al anterior, el fuerte descenso de los precios de las materias primas, que ha afectado negativamente al ingreso disponible de muchos países exportadores de commodities. De este análisis surge la notificación del FMI acerca de que "el ajuste de los países exportadores de materias primas a esta nueva realidad será difícil y prolongado. En ciertos casos, requerirá un cambio de modelo de crecimiento”.

Así, tendríamos por un buen tiempo un lento crecimiento de la economía mundial por razones estructurales y una desaceleración de las economías emergentes, como retorno a su "norma histórica”.

Entre las causas, señala el FMI, está, por un lado, "los legados de la crisis”, como el sobreendeudamiento público y privado y el deterioro de los balances de las instituciones financieras, que han generado una demanda persistentemente débil.

Del lado de la oferta está la desaceleración de la productividad y las tendencias demográficas adversas que frenan el crecimiento potencial, aunque esta tendencia se inició antes de la crisis financiera mundial.

Sin embargo, lo que llama la atención es que, junto con el examen de los problemas de crecimiento económico, -casi por primera vez me atrevo a afirmar- el FMI incluye los problemas del aumento a la desigualdad de ingresos, generalmente tratado en foros y documentos separados, como si no tuvieran ninguna relación, al igual que los documentos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en que, por un lado, se informa sobre el crecimiento económico en el Balance o Estudio Económico y, por otro, la problemática de la desigualdad en el Panorama Social.

El FMI informó en el G20 justamente que en las economías avanzadas, el ingreso del 10% superior aumentó en alrededor del 40% en los últimos 20 años, mientras que creció de manera muy moderada en los grupos de ingreso más bajo, como se observa en el gráfico 2.

Pese a lo escueto del párrafo, uno puede observar no sólo el crecimiento del 40% de los ingresos de los más ricos, mientras que de los más pobres y también de las capas medias se mantuvieron, en términos reales, en los mismos niveles de hace 25 años, sino especialmente la ampliación de la brecha de la desigualdad que se obtiene al comparar el nivel de ingreso del 10% más rico con el 40% más pobre. Esta brecha que era de 5 a 1 (250 mil versus 50 mil dólares), subió a una relación de 7 a 1 (350 mil versus 50 mil dólares).

De continuar este aumento de la desigualdad, en lugar de que los países en desarrollo alcancen a los adelantados en los buenos indicadores de disminución de la desigualdad, se daría -por el contrario- que varios países adelantados, entre ellos incluso EEUU, podrían entrar al Club de la Desigualdad del Tercer Mundo. Esta posibilidad se ha denominado como la hipótesis del reverse catching-up (revirtiendo el alcance), es decir, están tratando de alcanzarnos, a los países en desarrollo, en cuanto a niveles de desigualdad .

El comunicado del G20 terminó sin pena ni gloria, con la declaración de que "nuestro crecimiento debe ser fuerte, sustentable y balanceado, pero también debe ser inclusivo”. Un saludo a la bandera.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Problemas y soluciones



La mayoría de los empresarios, empleados y emprendedores sufren de un síndrome que denominaremos “síndrome de objetos brillantes” que no es otra cosa que dejarse llevar por la primera solución mágica o brillante que resolverá todos tus problemas.

En tiempos difíciles, las personas tienden a actuar o sobreactuar cuando quizás la mejor opción es detenerse a medir el problema y elegir la solución apropiada.

Si tienes un problema en las ventas de tu negocio y llega un consultor que te promete las técnicas más innovadoras de ventas, la rapidez con la que lo contrates es directamente proporcional al tamaño de tu problema.

Creerás a ciegas las palabras de este consultor si estás en un momento desesperado. Debes aprender a medir las implicaciones.

Este síndrome es más apreciable en las grandes empresas, ya que hay más recursos financieros, y, gracias a esto, los directivos pueden tomar soluciones fáciles y brillantes más rápidamente sin detenerse a pensar en consecuencias.

Nuestras recomendaciones contra este síndrome son muy sencillas:

1.- Date un tiempo de analizar la información, medir el impacto y el costo. Antes de tomar cualquier decisión "brillante", determina un tiempo para recopilar la mayor cantidad de información posible sobre esta solución.

2.- La segunda recomendación es, si ya decidiste y crees que es la mejor solución, entonces apégate a ella, y no te dejes llevar por otro objeto brillante. Los cambios toman tiempo en gestarse y las soluciones a veces no son tan inmediatas. Así que enfócate y dedica tu tiempo a esta solución.

Estas son las diez cualidades que definen a un buen jefe

Muchas veces nos pasa: tenemos jefes que no son buenos o a los que, simplemente, no les vemos ni la nariz. Es que tener un buen empleador no es fácil, y muchos terminan quejándose o hasta abandonando los trabajos a causa de una mala experiencia con el líder de su equipo.

Lucas Rosende, Manager de Michael Page, empresa de selección especializada perteneciente a PageGroup, explica que "las cualidades de un jefe, como la comunicación y la motivación, son esenciales para conseguir el éxito de un negocio”.

Por eso, este experto nos enumeró las características que deje tener el líder de un equipo de trabajo para ser considerado el mejor. Acá, te las contamos, para que evalúes si tu empleador es bueno o definitivamente deberías decirle "chao jefe”.

Las cualidades de un buen líder

Ser comunicativo
Los buenos jefes siempre tienen que estar dispuestos a escuchar las preocupaciones y sugerencias de sus empleados, así como a saber transmitir la estrategia de la compañía tanto a nivel interno como externo. Por eso, un buen líder positivo debe ser claro y conciso, asegurando así que el mensaje que se quiere transmitir se entiende correctamente.

Dar un buen ejemplo
Los responsables de un área siempre se encuentran en continua observación, tanto por el resto de sus empleados como por otros superiores. Por eso, son considerados modelos a seguir, por lo que deben dar ejemplo y comportarse de un modo responsable.

Tener disposición para asumir y delegar la responsabilidad
Un buen jefe debe saber cuándo es el momento de delegar ciertas responsabilidades y tareas a sus empleados. Por ello, no sólo debe saber asumir sus labores, sino también pedir ayuda cuando lo necesita.

Motivar a su equipo
Un empleador exitoso es capaz de motivar e inspirar a sus empleados,además de fomentar su entusiasmo por los proyectos que se están realizando. Así, un empleado motivado dará como resultado un empleado más productivo.

Reconocer y fomentar el potencial
Un líder positivo es capaz de reconocer las aptitudes y habilidades especiales de las personas que forman su equipo, saber utilizarlas para el beneficio de la empresa y continuar desarrollando los talentos de su gente.

Saber empatizar
Los buenos líderes se caracterizan por ser comprensivos y cercanos a su equipo. Eso sí, esto no significa que exista exceso de confianza por cualquiera de las partes, ya que puede repercutir en los resultados y terminar perjudicando tanto a la empresa como al equipo.

Tolerar los errores
Nadie es perfecto. Las personas pueden cometer equivocaciones de vez en cuando. Por este motivo, el jefe adecuado debe contar con la suficiente capacidad de reacción para solucionar el problema y afrontar la situación.

Establecer las metas y expectativas
Los jefes que establecen unos plazos de entrega y definen unos objetivos claros y realistas son los que obtendrán buenos resultados, sobre todo en días donde cada vez es más común que los equipos trabajen por objetivos.

Tener capacidad de autorreflexión
Además de analizar las capacidades de sus equipos, los buenos líderes tienen que ser conscientes de sus propias fortalezas y debilidades.

Ser auténtico
Las personas que fingen ser algo que no son o que intentan esconder su verdadera personalidad bajo su rol de jefes resultan falsos y no inspiran confianza. Encontrar un propio estilo de liderazgo y ser consecuentes con la forma de pensar es la mejor opción para conseguir el respeto de los empleados.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Presidente de la Cámara HOTELERA de santa cruz Herman López Vaca: “Expocruz, el evento para equilibrar la contabilidad”

Afirma que la diferencia cambiaria de Bolivia con países vecinos y los bloqueos han afectado las operaciones del sistema hotelero formal. Asegura que esperan con ansias Expocruz para revertir el desempeño sectorial.

¿Cuál es la evaluación sectorial al cierre del primer semestre del presente año? Revisando las estadísticas vemos un descenso en la cantidad de visitantes nacionales y extranjeros en el sistema hotelero formal. Hasta junio, comparado con igual periodo de 2015, el número de huéspedes cayó de 378.246 a 372.951 (2%). Los 170 establecimientos del sistema hotelero formal están registrando menos pernoctaciones. Preocupa la tendencia plana en la curva gráfica.

¿Qué factores condicionan el desempeño sectorial?
Desde mi perspectiva hay dos posibles factores. El primero, Bolivia es nación cara para vacacionar porque no devaluó la moneda. La depreciación en Argentina y Brasil tornó atractivos estos destinos para los turistas extranjeros.

Los bloqueos son la otra variable funesta para el sector. Durante la visita del papa Francisco a Bolivia una delegación de turistas argentinos quedó aislada dos semanas por un bloqueo en Potosí. Qué ganas le va quedar a ese turista de volver a Bolivia después de haber vivido esa amarga experiencia. Los bloqueos causan un daño económico terrible al sector y empañan la imagen del turismo en el contexto global.

El incremento de los costos operacionales por el doble aguinaldo, incremento salarial y pago retroactivo también está castigando fuertemente al sector hotelero. Un 60% de los costos de operación de un hotel es mano de obra.

Este ítem es intensivo. Si se afecta un 10% a la cuenta laboral directamente se impacta un 5% la rentabilidad del establecimiento. Suben los costos operativos y baja la posibilidad de ingresos porque la demanda de hospedaje declina. Hay un golpe por dos frentes al sector.

¿El factor de ocupación actual es bueno, regular o malo?
En la actividad hotelera esta variable es relativa y depende de la estacionalidad. En el sistema hotelero de Santa Cruz -son 170 establecimientos formales- un 70% del universo son residenciales, hostales y alojamiento y el segmento alto de cuatro y cinco estrellas no llega al 10%. Sin embargo, la generación de economía y negocios la producen, principalmente, los hoteles cuatro y cinco estrellas. Por ahora, el factor de ocupación es regular.

¿Son turistas nacionales o extranjeros los que demandan mayores servicios hoteleros?
Es tan relativo. En cantidad un 70% del visitante que llega a Santa Cruz es nacional y el 30% es extranjero. En volumen de negocio es al revés. El 70% de los ingresos los generan los visitantes extranjeros que pagan un hotel cuatro o cinco estrellas. El visitante nacional, por lo general, va a un centro de menor categoría por el costo.

¿Qué representa la Expocruz para el sector hotelero?
Es el evento del año que los empresarios hoteleros esperan con ansias para equilibrar la contabilidad del primer semestre que ha sido una época de ‘vacas flacas’. Es un aliciente para superar los problemas que arrastramos por la caída de la demanda de servicios hoteleros este año.

¿Cómo se alistan los centros para recibir huéspedes antes y durante la feria?
Si bien cada una emprende acciones internas, el conjunto de los operadores del sistema hotelero ha acondicionado sus instalaciones para atender la demanda y ofrecer un servicio de calidad a los visitantes, ejecutivos y empresarios que llegan para la Expocruz.

¿Han incrementado la capacidad de camas?
Si. En 2014, el segmento alto que incluía 18 hoteles cuatro y cinco estrellas ofrecía 1.459 habitaciones y 2.325 camas. Un año después ingresó un hotel más en este segmento y la oferta creció un 2%. Este año han incursionado tres nuevos establecimientos y la oferta refleja un salto importante. Hemos pasado de 1.490 a 1.766 habitaciones y de 2.362 a 2.687 camas. La capacidad del sistema hotelero local es de 13.000 camas y casi 9.000 habitaciones.

Cuál es el reporte en materia de reservas ¿Qué tipo de establecimiento acapara el mayor movimiento?
Como institución no manejamos un dato global, pero en esta época, por Expocruz, los indicadores de factor de ocupación porcentual rondan entre 60 y 65% en alojamientos, residenciales, hostales y apart hotel. En los hoteles cuatro y cinco estrellas crece hasta un 85% por la llegada de expositores a la feria y empresarios que llegan a la Rueda de Negocios.

¿Cómo proyecta el cierre de gestión el sector hotelero?
Tengo la esperanza de que el segundo semestre vamos a repuntar y esperamos llegar al final de gestión con cifras razonablemente beneficiosas

Capitalizar el conocimiento

Conocí una empresa en la que hay una combinación entre conocimiento formal y otro tipo de conocimiento dado por la experiencia. Ambos funcionan muy bien en el trabajo diario.

Recordé un concepto que tiene mucha actualidad “Capitalización del conocimiento” como disciplina que promueve una visión integrada para identificar, administrar y compartir todos los bienes de información de la empresa. Estos bienes incluyen las bases de datos, las políticas y procedimientos y en general los documentos escritos, así como la experiencia no articulada que reside en sus trabajadores.

El objetivo final de la capitalización del conocimiento es vincular a los usuarios del conocimiento corporativo con los recursos de conocimiento disponibles. Estos recursos caen en dos categorías: la primera es el conocimiento explícito, o aquel que ha sido formalmente identificado y registrado. El otro tipo es el conocimiento tácito, que poseen los individuos dentro de la organización.

La capitalización del conocimiento es entonces el proceso por el cual una organización identifica sus recursos de valor intelectual, explícitos e implícitos, los captura y luego provee acceso abierto a estos recursos en forma sistematizada.

En Bolivia existen muchas empresas que han estado trabajando en capitalizar de forma formal el conocimiento adquirido relacionándolo con la curva de la experiencia. Definitivamente la capitalización del conocimiento responde en primer lugar a una decisión estratégica de la empresa y luego al diseño de una estrategia apropiada que genere un procedimiento apropiado.

Trabajar al lado de la piscina ya no es señal de ser importante

Cuando estaba en la universidad pasé un verano viajando por Europa con unos amigos, y uno de ellos sugirió visitar la casa de sus padres en el sur de Francia.

Hay dos cosas que recuerdo de esa visita. Una fue la vergüenza de ser recibida por un mayordomo quien ceremoniosamente cargó mi poco elegante equipaje (unas pocas cosas guardadas en una bolsa de plástico) a la suite de habitaciones que me habían asignado. Pero lo que se me grabó aún más en la mente fue la imagen de su padre (quien resultó ser un famoso magnate) vestido sólo con un breve traje de baño, con un puro apretado entre los dientes, un “gin tonic” en una mano y un teléfono en la otra.

Era 1979 y para entonces ésa era la imagen del poder. El hombre era demasiado importante para estar desconectado de sus negocios. Por eso había instalado una línea telefónica al lado de la piscina y pasaba sus veranos dictando instrucciones desde un sillón al lado del agua.

Un cuarto de siglo más tarde, la tecnología permitió que todos pudiéramos pretender ser magnates. No teníamos un mayordomo o una piscina, pero cualquiera podía ir a la playa con un Blackberry empacado junto con las toallas. Y ya que podíamos hacerlo, lo hicimos. Sólo que para la mayoría, lo que hacíamos no eran negocios, sino responder a preguntas banales que podían haber esperado dos semanas o una eternidad.

Este año decidí hacer algo radical que no había hecho en una década. Me tomé unas verdaderas vacaciones. Me desconecté del trabajo totalmente. No abrí mensajes de trabajo. Pasé el tiempo leyendo, caminando, mirando el mar, y a veces nadando, mientras pensaba en muy poco. Cuando regresé al trabajo y me familiaricé de nuevo con el correo electrónico, fue perfectamente fácil. Borré casi todos sin leerlos, respondiendo sólo a las cosas que lucían interesantes. Lejos de sentirme agobiada, sentí cierta emoción en mi súbita inmersión en el trabajo. Era lo que sentía con mis zapatos nuevos y lápices afilados al principio de un año escolar.

Durante el curso de la semana pasada caí en cuenta de que mi acción radical no era nada radical.Simplemente estaba siguiendo la última moda.

La semana pasada envié un correo electrónico a un empresario que conozco, y en unos segundos recibí la respuesta automática: “Estoy de vacaciones hasta el 30 de agosto y no estaré revisando mensajes”. Esto era particularmente notable dado que la última vez que lo vi, hace unos cinco años, me había dicho que él esperaba que todos sus empleados contestaran sus mensajes instantáneamente dondequiera que estuvieran e hicieran lo que hicieran.

Así que le contesté por correo electrónico preguntándole qué le había hecho cambiar de opinión, pero todo lo que conseguí de respuesta fue el mismo mensaje automático diciéndome que no iba a leer lo que yo le enviaba.

Al día siguiente recibí un correo electrónico de una mujer que yo había contactado antes de irme. Comenzaba así: “Disculpas por mi silencio. He pasado dos felices semanas de vacaciones y apenas estoy poniéndome al día con los correos electrónicos después de mi regreso”. Aquí estaba de nuevo la misma cosa: una motivada empresaria de treinta y tantos años que no quería hacerme saber cuánto estaba trabajando durante las vacaciones, sino lo mucho que estaba disfrutando no hacer nada en sus vacaciones.

Para ver el alcance de este cambio, he hecho un pequeño experimento. He coleccionado todos los correos electrónicos fuera-de-la-oficina que he recibido este verano, y contado el número que fueron seguidos de inmediato por un correo electrónico enviado desde la playa. Hace tres años era muy inusual que un mensaje automático no fuera seguido rápidamente por uno real. Este año he recibido 38 mensajes automáticos diciéndome que el remitente estaba fuera, y sólo seis de ellos fueron seguidos por una respuesta personal, escrita al lado de la piscina.

Jactarse de no trabajar durante las vacaciones parece ser parte de una tendencia más amplia (sobre la cual escribí hace unos meses) en la cual los ejecutivos de moda hacen gala no de sus largas horas, sino de sus cortas. Enviar correos electrónicos desde la piscina no prueba que uno es poderoso. En vez de eso, se comienza a ver por lo que es: una señal de debilidad, mal manejo del tiempo y la incapacidad de delegar. Si puedes tomarte dos semanas completamente libres, demuestra que has superado tu adicción a los dispositivos, y como un magnate de la edad moderna, puedes controlar cuándo trabajas y cuándo no.

Valores que cuestan caro

Sólo en crisis / María José Rodríguez *

Quizá haber vivido a la sombra de Michael Phelps -ese casi sobrehumano nadador ganador de más de 20 medallas de oro- llegar siempre segundo y sólo excepcionalmente vencerlo, habrá provocado algún abollón en el alma de Ryan Lochte, uno de los mejores nadadores estadounidenses de la década.

Ryan acaba de perder, uno a uno, todos los millonarios auspicios que le habían abultado los bolsillos en los últimos años por un comportamiento no aceptado y, lo peor, fuera del agua.

Vivimos la era de los valores y no sólo de aquellos apostados en bolsa. Son valores que gobiernan el comportamiento individual, grupal e institucional. Mandatos no dichos capaces de regir aquello que hacemos y cómo lo hacemos. Siempre fueron importantes, claro, pero en el mundo de lo cotidiano y casi doméstico. Hoy, en cambio, mandan en el mundo comercial, pues la reputación está hecha de la congruencia entre los valores profesados y lo actuado por propios y cercanos. Y la reputación hoy se valora en contante y sonante.

Es el caso de Lochte, un agente cercano de varias compañías y el rostro de la imagen Speedo, Ralph Lauren y Syneron-Candela, entre otras gigantes marcas, por ello un fragmento valioso de la reputación institucional.

Hace un par de días esa relación se quebró cuando, en Brasil, él y unos compañeros, se pasaron de copas, hicieron desmanes en una gasolinera y, para colmo, mintieron de punta a cabo sobre lo sucedido. Inventaron haber sido asaltados por ladrones armados y disfrazados de policías. Las cámaras del lugar desmintieron la versión pactada por los deportistas y las autoridades locales citaron a algunos de ellos a declarar.

Hoy, luego de emitir disculpas públicas por exagerar algo la realidad, Lochte espera conocer la decisión del Comité Olímpico sobre la sanción prometida. Con ello las posibilidades de participar de los juegos de Tokio se acortan para el nadador de 32 años, quien además, podría ser pasivo de cargos criminales en Brasil.

Lo que es ya seguro es el retiro de millonarios auspicios por la embriaguez y la mentira.

Actitudes que rebasan lo deportivo, pues, con más o menos victorias, Lochte sigue siendo uno de los mejores nadadores del hemisferio norte. Y ese logro solo no basta ya para representar el alma de una compañía.

"Si bien hemos disfrutado de una relación ganadora con Ryan (Lochte) durante más de una década y ha sido un miembro importante del equipo Speedo, no podemos tolerar comportamientos que van en contra de los valores que esta marca ha sostenido por mucho tiempo”, reza el comunicado de Speedo. La firma Ralph Lauren afirmó mantener con orgullo el respaldo al equipo estadounidense olímpico y para olímpico y "los valores de sus atletas”; acto seguido, sin muchas vueltas y secamente, anunció la no renovación del contrato con Lochte.
La línea de tratamiento para la piel, Syneron-Candela, fue la más sutil en su comunicación.

"Mantenemos a nuestros empleados con estándares altos y esperamos lo mismo de nuestros socios de negocios”, dijo de inicio. "Deseamos que le vaya bien a Ryan en sus proyectos futuros y le agradecemos por el tiempo que pasó apoyando a nuestra marca”. Una gran manera de decir adiós sin decirlo.

Sutilezas más, sutilezas menos, todas las marcas utilizaron la palabra valores en sus comunicados o alguna otra relacionada. Nadie objetó sus cualidades deportivas, es decir, aquello que lo calificó a ser imagen de esas empresas.

Lochte fue breve en su respuesta y no se refirió al yerro. "Respeto la decisión de Speedo y estoy agradecido por las oportunidades que nuestra asociación me ofreció durante los años”. Afirmó además estar "orgulloso de los logros que conseguimos juntos”.

Algo más de 50 millones al año perderá el nadador sólo con Speedo. Sumando las otras marcas que lo abandonan, dejará de vivir una jubilación de oro y no por restarle méritos deportivos sino por no haber estado a la altura de los valores de las empresas que representaba. Algo mucho más soft que el esfuerzo invertido en entrenamientos diarios que le llevaron a las medallas ganadas.

(*) La autora es especialista en comunicación estratégica.

En estrategias y hacer sentir al cliente en fans Muchas empresas pueden aprender de la música

Hace varios años que el español, Salva López, une el mundo del rock con la estrategia empresarial, toda vez considera que una forma de innovar y encaminar un grupo musical de éxito se pueden aplicar al nivel empresarial. En este sentido ve que una clave en el rock son los fans, por eso señala que el objetivo de una empresa es hacer que los clientes se conviertan en aquellos seguidores y una forma de hacerlo es a través de las emociones.

"Se puede aprender mucho del mundo de la música, pero lo principal es hacer que los clientes sientan cosas por uno, porque cuando hay un vínculo emocional ya no es una marca más, ya no es una empresa más. Se debe diseñar emociones al público como lo hacen algunas agrupaciones en sus presentaciones", dijo López.

El experto señala que grandes bandas como Bon Jovi, Metallica, Coldplay son empresas que manejan un equipo de gente trabajando por ellos y donde los fans solo suelen ver la parte artística, pero que engloba mucho más.

En este sentido, explica que la innovación tiene que estar de la mano de la mejora continua, no se debe innovar por innovar.

López realizó una charla sobre estas estrategias en Cainco, donde muchos emprendedores tomaron apuntes de las pautas que disertó.