martes, 16 de junio de 2020

Teletrabajo Parte 2

Sin embargo, la modalidad de trabajo a distancia no sólo se trata de tecnología. Implica contar con un marco legal y regulatorio para las organizaciones para que habilite pautas laborales como, por ejemplo, métricas de avance y rendimiento en función de objetivos planteados.
Implica una cultura organizacional que hasta ahora no estaba desarrollada en la mayoría de las organizaciones, por lo que su adopción conlleva desde desafíos técnicos hasta normativos. En Chile, si bien el Código de Trabajo habilita esta modalidad, se aceleró la tramitación de la Ley de Teletrabajo a fin de contar con regulaciones que aborden aspectos tales como accidentes del trabajo, provisión de herramientas tecnológicas y soporte por parte del empleador, etc.

Esta necesidad de trabajar a distancia puede ser una oportunidad de modernizar el mundo del trabajo con un cambio estructural que impulse la flexibilización y abra espacios de inserción al mercado laboral, en particular a mujeres y jóvenes.

Adicionalmente a las plataformas que habilitan el trabajo a distancia, es necesario contar con acceso a Internet, dispositivos y habilidades digitales. Este último punto es de particular relevancia si se considera que en América Latina y el Caribe la digitalización aumentó mucho más rápido que el suministro de capital humano.


Con el objetivo de enfrentar los desafíos que impactan a las pymes, en España el gobierno ha elaborado un plan para fomentar el teletrabajo y acelerar su proceso de digitalización. El plan contempla la formación y acceso a soluciones mediante un portal llamado Acelera PYME, al que podrán acudir las empresas para informarse sobre los recursos disponibles relacionados con la digitalización y el teletrabajo. También prevé el
financiamiento de equipamiento, servicios y soluciones de teletrabajo.

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