El nombre, algo tan básico y simple, es lo más importante para una marca o una empresa. Es por ello que elegir uno es un paso trascendental. Consultamos a un par de expertos en marketing que conocen sobre los aspectos que se deben y los que no se deben de tomar en cuenta a la hora de escoger el denominativo, conózcalos ahora.
Del proceso para elegir. Según Mariano Cabrera, especialista en publicidad, el proceso ideal consiste en seleccionar los atributos y los valores de la marca, hacer una lluvia de ideas sobre qué deseamos transmitir y los posibles nombres, analizar posibilidades y barajar diferentes nombres y por último ver que este nombre sea sencillo, fácil de recordar, que transmita algo.
El nombre no condiciona la marca. Según Mariano Cabrera, especialista en publicidad, se debe elegir un nombre que no condicione la marca, "esto significa que si creamos ChocolateLoco y el día de mañana vendemos caramelos".
Evite las iniciales. Las empresas ponen a sus marcas por ejemplo E&Z y la gente no logra recordar o comprender qué significan las iniciales. "Más aún si la forma de las letras no van con el producto o el rubro de la empresa", destacó Lucila Porcel, ingeniera comercial.
Que suene bien. No hay nada mejor que un nombre que tenga ritmo. "Un nombre que suene bien y sea fácil de pronunciar y que inclusive se pueda mencionar fácilmente", remarcó Cabrera.
Que traspase fronteras. Pensar en expansiones, "muchas marcas no piensan en que pueden salir a nuevos mercados y que puede significar otra cosa", aseveró Mariano a tiempo de poner como ejemplo: el Nissan Moco, Mazda Laputa o el Mitsubishi Pajero.
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