A pesar que los datos aún son inquietantes, pues según el BID el 63% de las empresas en América Latina no cuentan con mujeres en sus directorios y el 73% no tiene ni a una sola mujer en la alta gerencia, en Bolivia hay compañías que permiten dar una bocanada de aire ante estas alarmantes cifras.
Elena Álvarez, María Laura Mendoza y Rosario Paz tienen un punto en común: son mujeres que ejercen liderazgos dentro de algunas de las empresas del país, y ellas mismas relatan haber alcanzado la cúspide gracias a su formación y capacidad profesional para abordar el trabajo en empresas que muestran un compromiso con la igualdad de género.
Si bien es cierto que las mujeres a diario tienen que enfrentar desafíos que les impone la sociedad por el simple hecho de ser mujeres, la perseverancia y la confianza en sí mismas rompe con cualquier límite y les ayuda a demostrar, tanto a ellas mismas, como a la colectividad, lo que son capaces de alcanzar.
Pero, ¿hay una receta para un buen liderazgo?
La gerenta de Marketing de Huawei Bolivia, Elena Álvarez, apunta al trabajo en equipo como factor clave a la hora de liderar una empresa. Álvarez considera que para obtener lo mejor de cada persona hay que dejar atrás la figura de jefe y revestirse de líder, puesto que se consigue más a través de la empatía y el entendimiento que a partir de imposiciones y órdenes.
"La clave está en entender y conocer al equipo más que a nivel profesional, también a nivel personal (...). Es apertura de mente cuando trabajas en equipo y lo lideras”, asegura Álvarez.
La gerenta de Marca y Comunicación de Tigo, María Laura Mendoza, a pesar de que considera que no existe una receta para ejercer un buen liderazgo, está convencida de que "el liderazgo no se impone”, y de que éste va siempre de la mano del trabajo en equipo.
"(El liderazgo) se gana con una actitud positiva, predisposición a brindar apoyo y teniendo en claro que sin trabajo en equipo es muy difícil lograr los objetivos de una organización. Estoy convencida de que el liderazgo y el trabajo en equipo siempre van juntos; el entender que cada persona del equipo es especial y única es fundamental”, manifiesta.
Por su parte, la presidenta ejecutiva de Farmacorp, Rosario Paz, apunta al compromiso y a la dedicación como ingredientes básicos para liderar cualquier compañía.
"Estoy convencida que tener un firme compromiso y dedicación hacia lo que uno quiere conseguir como meta personal y profesional es fundamental. Debemos siempre estar enfocados en nuestros desafíos y aprovechar las oportunidades que la vida nos brinda. Básicamente, a mi juicio es contar con un objetivo muy claro en la vida personal y profesional”, subraya.
Asimismo, Paz considera esencial el tener siempre un pensamiento positivo y proactivo, el ser consciente de los riesgos y el tener la mente abierta a las soluciones. Subraya, además, que la pasión por lo que uno hace todos los días es imprescindible, ya que "nos compromete y nos hace mejores cada día. Nos lleva a la felicidad plena”.
Reconocer las fortalezas
La confianza en uno mismo es el motor que te mueve y te empuja a lograr grandes cosas. Si tú crees en ti y confías en tus valores, no habrá ninguna inseguridad que te frene.
La ejecutiva de Huawei resalta la importancia de que la mujer crea en su valía y en su capacidad para conseguir lo que se proponga.
"Una se tiene que creer que puede hacerlo, que tiene la formación necesaria y, sobre todo, que tiene la motivación y la pasión por su trabajo. Pienso que esa es la base, la confianza en una misma”, asevera Álvarez.
La ejecutiva de Tigo, por su parte, manifiesta que reconocer las fortalezas "no es tarea exclusiva de las mujeres” y argumenta que con una historia marcada por la relegación de las mujeres a un segundo plano, es hora de que las féminas reconozcan sus talentos y saquen el máximo provecho de éstos.
"Es hora de sacar a relucir toda nuestra potencialidad para demostrar la importancia de nuestro rol en la sociedad”, afirma.
Y es que, las mujeres, a las que Paz denomina como "multitasking” es decir, multiáreas, desempeñan diferentes roles sociales, capacidad en la que, según ella, radica su ventaja competitiva en el mercado laboral.
"Somos madres, hijas, profesionales, líderes, compañeras, amigas, tenemos fortaleza y sensibilidad al mismo tiempo”, recuerda la ejecutiva de Farmacorp.
Y es por ello que, para lograr al 100% los objetivos en cada uno de esos roles, Paz asegura que es "vital” que las mujeres reconozcan su talento, sus virtudes y sus fortalezas.
"Debemos pensar siempre en lograr cosas grandes. Pensar en grande. De esa manera nos daremos cuenta que somos talentosas, que tenemos virtudes y fortalezas que pueden ser explotados para cumplir al cien por ciento nuestros objetivos”, garantiza.
Compatibilizar roles
Tener una familia no tiene que traducirse en renunciar al ámbito laboral, sino que hay que saber buscar el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional.
Para Paz el compatibilizar la vida familiar con una alta posición corporativa es un "desafío”, aunque asegura que "hermoso”.
"La familia es nuestra alma. Nuestra identidad. Nuestra fuerza interior. El trabajo es nuestro anhelo. Nuestro éxito. Nuestra prosperidad. Ambos son importantes y debemos nutrirnos de ambos todo el tiempo”, apostilla.
Mendoza cuenta que todo su tiempo libre lo dedica a su familia y, aunque a veces lo siente insuficiente, asevera que "es mejor la calidad del tiempo antes que la cantidad”.
"Creo que la búsqueda del equilibrio es un desafío constante que todos debemos afrontar”, continúa.
Entretanto, t rabajar dentro y fuera de casa es compatible con tener ambiciones profesionales, sin necesidad de elegir entre lo uno o lo otro.
Atrapar los sueños
Álvarez aconseja confiar en las propias metas ya que "si hemos definido objetivos realistas y tenemos el entusiasmo para lograrlos, entonces será fácil generar esa confianza”.
También realza la importancia de aprender de todo lo que nos rodea como una fuente de inspiración para "reinventarnos y lograr nuestra mejor versión en lo profesional y lo personal”.
Por último, Álvarez apunta hacia la felicidad y destaca la necesidad de abrazar el cambio y "tener la certeza de que a pesar de que a veces es complicado lograr el equilibrio entre lo personal y lo profesional, el saldo sigue siendo positivo”.
Álvarez coincide en este último punto con la ejecutiva de Tigo, pues aconseja a las mujeres que tienen ambiciones profesionales no renunciar a su carrera profesional por su carrera personal, ya que cada vez existe mayor posibilidad de lograr un balance entre ambos, ya que es algo de lo que tanto las empresas como la parte masculina están cada vez más conscientes.
"En la sociedad en la que vivimos no hace falta elegir. Una mujer puede tener una carrera profesional y la puede llevar perfectamente con su vida personal”, enfatiza.
Paz, por su parte, además de sugerir a las mujeres que se conozcan con el fin de poder confiar en sus capacidades, en sus virtudes y en sus fortalezas, les aconseja creer en sí mismas, pues "es indispensable saber que puedes lograr todo lo que te propones”. Además, advierte de la necesidad de priorizar: "Nunca sacrifiques las etapas de tu vida; al contrario, disfrútalas y planéalas bien para aprovecharlas al máximo” y, por último, aconseja que sean ellas mismas, pues, según argumenta: "No hay mejor clave del éxito en una mujer que mantener la capacidad de ser plenamente cada una de sus facetas como madre, hija, amiga y ejecutiva”.
La persistencia del "techo de cristal”
Según los últimos datos del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), a pesar de que ha aumentado la cantidad de mujeres en espacios antes ocupados exclusivamente por hombres, la tasa de participación laboral femenina en América Latina se ha estancado en los últimos 10 años en el 53%. Esto quiere decir que casi la mitad de las mujeres no trabajan, y el 78% de las que lo hacen ocupan trabajos en sectores definidos por la CEPAL como de baja productividad, lo que implica peores remuneraciones, baja cobertura de la seguridad social y menor contacto con las tecnologías y la innovación.
En su informe Liderazgo Corporativo Femenino en América Latina (basado en un análisis de datos de más de 70.000 empresas a nivel mundial), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que el 63% de las empresas no cuentan aún con mujeres en sus directorios y el 73% no tiene ni a una sola mujer en la alta gerencia.
En las compañías de la región, sólo el 29% de los puestos ejecutivos y el 8,5% de los miembros de las juntas corresponden a ellas, apunta el BID.
Además, según la CEPAL, el porcentaje que reciben las mujeres del sueldo pagado a los hombres es del 84% por hacer el mismo trabajo.
Asimismo, las tasas de desempleo de las mujeres, además de ser sistemáticamente mayores que las de los hombres, aumentan de manera más rápida.
El aumento en puntos porcentuales de la tasa de desempleo para las mujeres en 2016 fue de 0,7; y para los hombres de 0,3, según los últimos datos de la CEPAL.
Y, de igual modo, las mujeres son las más perjudicadas por el desempleo, ya que para ellas este hecho se sitúa en 8,6%, mientras que para los hombres esta tasa es del 6,6%.
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