viernes, 28 de septiembre de 2012
¿Es un dilema repartir la HERENCIA?
Algo siempre un poco
complicado de tratar
es el tema de la herencia.
Se torna difícil tanto
para los padres como para los
hijos. Muchas veces los padres
no están preparados
para afrontar el proceso de la
herencia a sus hijos y, en la
mayoría de los casos, la vida
los agarra de sorpresa y sufren
algún accidente o enfermedad
y fallecen repentinamente.
Como todo en la vida, para
que las cosas nos salgan
bien o podamos reducir los
riesgos y conflictos, es necesario
planificar.
Hacer un plan para la herencia
es muy similar a planificar
por su morada eterna.
Es lógicamente un tema difícil
de tratar porque está
asociado con la partida de
este mundo.
Normalmente fallece primero
uno de los padres, entonces,
le toca a la esposa o al
esposo la difícil tarea de planificar
la herencia a los hijos.
Los hijos, ante el fallecimiento
de sus progenitores,
si ellos tienen bienes,
es natural que reciban alguna
herencia.
En la mayoría de los
casos los padres no tienen
nada preparado,
como un testamento, y tienen
que reunirse entre hijos
(hermanos) para definir
qué se va a hacer con los
bienes de los padres.
Un aspecto fundamental
que debemos tomar en
cuenta es que la herencia
no es un derecho
ganado por los hijos.
Es el resultado del trabajo
y sacrificio de los padres
y depende de ellos
cómo quieren distribuirlos.
Partiendo de esta premisa,
los hijos deben aceptar la decisión
de los padres o lo que
mande la ley, y evitar que
el tema de la herencia llegue
a ser un motivo de desunión
o separación entre hermanos.
Claro que para lograr
esto, es muy importante la
comunicación.
Una vez fallecidos los padres,
el tema de la herencia
puede ser conflictivo no solo
por el aspecto emocional de
los hijos, sino también por lo
legal y especialmente por lo
económico.
Muchas veces es difícil
aceptar la partida del padre o
de la madre y se complican
aún más las cosas por todos
los trámites legales que se deben
realizar, como el certificado
de defunción, declaratoria
de herederos, valoración
de los bienes y deudas
del fallecido, posesión de los
bienes, y repartición.
Si a todo esto adicionamos
que cada uno de los hijos tiene
sus intereses económicos,
recibir una herencia puede
realmente convertirse en un
martirio.
Para evitar los conflictos y
complicaciones a los hijos, lo
más recomendable es que los
padres hagan un plan de repartición
de sus bienes cuando
están saludables. Conversen
con sus hijos para que
ellos también estén preparados
y conozcan la decisión de
los padres.
Si tienen varios bienes, se
puede hacer el cambio de
nombre del bien traspasándolo
a sus hijos de la mejor
forma que deseen.
Y los padres vivir en uno de
los inmuebles con suficiente
dinero para su subsistencia,
gastos médicos, imprevistos y
gastos funerarios.
En caso de tener un solo inmueble,
como una casa, se
puede vender la casa y trasladarse
a un departamento en
condominio que sea de menor
valor.
De esta forma los padres
pueden gozar de mayores comodidades
y tranquilidad en
el tema de la seguridad.
Además que pueden contar
con suficiente dinero para
solventar sus gastos.
Para un correcto manejo de
los detalles de una herencia,
es importante conocer los aspectos
legales y de acuerdo
con la ley boliviana, podemos
señalar lo siguiente:
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