1. Dé a sus hijos bases financieras
A los hijos hay que darles
sólidas bases financieras,
para que puedan desenvolverse
en la vida; un adecuado
manejo de las finanzas personales
es una ventaja competitiva
sobre los demás. Los niños
deben tener sabiduría financiera,
para que comprendan
hoy y utilicen el día de
mañana, los mecanismos de
las finanzas, el dinero y las inversiones.
2. Los niños deben manejar
dinero cuando conocen su
valor
El primer contacto de los
niños con el dinero, son los
obsequios que reciben de sus padres o de sus parientes mayores.
Normalmente desconocen
su valor, no saben qué
hacer con ellos y solamente
les sirven para jugar. Estos
obsequios terminan guardados
en un cajón, con otros papeles
o entre sus juguetes. Todavía
no han aprendido los
números y por lo tanto a contar,
aun no relacionan el número
con la cantidad. En el
mejor de los casos, cuando
sus padres les dan monedas o
billetes en la iglesia para la
colecta, saben que es para los
‘pobres’ o para ayudar a la
Iglesia, sin comprender aun el
valor de ese dinero.
Cuando entregue dinero a
los niños explíqueles qué
harán con él o qué uso
tendrá, se sorprenderá lo
rápido que los niños
aprenden que el dinero
tiene una finalidad, comprar,
ayudar, etc.
3. Dese un tiempo para
explicar a sus hijos conceptos
financieros
A partir de los siete u
ocho años, los niños deben
empezar a conocer
lo que es el dinero y
para lo que sirve. Qué
son las finanzas, las
inversiones y sus términos
más comunes.
Qué es el ahorro,
sus ventajas y
cómo se lo debe ir fomentando.
A esa edad ya aprenden en
la escuela a sumar y a restar,
de manera que se hallan en
condiciones de manejar dinero,
aunque desconozcan los
conceptos de caro y barato.
4. Enseñe a los hijos a ahorrar
Fomentar el concepto del
ahorro en la alcancía o cerdito
de barro, no debe ser un objetivo
en vías de extinción. Es la
primera herramienta de enseñanza,
para que los niños empiecen
a conocer el valor del
dinero y el significado que tiene
la palabra ahorro, la mayoría
de los padres fracasa al enseñar
a los hijos a ahorrar
porque solo compran la alcancía
y los niños la rompen
cada vez que necesitan dinero
para cualquier uso.
El ahorro en los niños siempre
debe tener previamente
definido el objetivo es decir,
para qué se está ahorrando,
una bicicleta, para Navidad
etc.; de esta manera el niño
no romperá la alcancía hasta
haber logrado su objetivo.
Educar a los niños sobre el
valor y el uso del dinero, puede
traducirse en adultos mejor
cualificados, para gestionar y rentabilizar sus finanzas.
Los niños tienen que comprender
que no es fácil ganar
dinero, que es muy bueno el
ahorrarlo y que cuando se
acaba, hay que trabajar muy
fuerte para conseguirmás.
5. Haga saber a sus hijos el
beneficio del ahorro
Hacerles ver con ejemplos
claros, las cosas que se pueden
hacer con el dinero
ahorrado, en función de lo
que puedan entender, en
cada una de las edades, es
fundamental para generar
el hábito del ahorro. Cuando
son pequeños, no se les
puede hablar del interés
compuesto, pero sí de la
acumulación, para conseguir
objetivos, que de otra
manera no podrían alcanzar.
Una de las mejores formas
de que los niños comprendan
el valor del dinero es hacer
con ellos una relación de todas
sus necesidades y del dinero
que conlleva satisfacer
cada una de ellas.
De esta forma, conocen sus
gastos totales y caen en la
cuenta del valor de las cosas,
pues, muchas veces, no tienen
conciencia de ello.
6. Deje que sus hijos administren
su dinero
La mesada o semana o
como lo llamen, (monto de
dinero fijo que se da a los niños
hasta jóvenes para que
cubran sus propios gastos o
caprichos), es una de las mejores
formas para que los niños
aprendan de sus aciertos
y errores en sus gastos, pero
debe estar claro para los padres,
que si el niño gasta su
dinero en cosas innecesarias
o de manera inadecuada, no
debemos darles más dinero,
pues se perdería el sentido de
entregarles dinero para que
ellos lo administren, sería
igual darles cada vez que lo
necesiten. Si se gastaron el dinero
de sus pasajes por ejemplo,
no les regale más, présteselo
y lleguen a un acuerdo de
cómo se lo pagará, (puede trabajar
en la casa).
También los niños deben
tener muy claro que el dinero
que los padres les dan no es
una obligación, la mesada no
se merece, pues no es un derecho
de los hijos, es una entrega
voluntaria de los padres
y que suele marcar el inicio de
una cierta independencia financiera.
En cada familia, según las
costumbres y las posibilidades,
el concepto y la cantidad
de la mesada varían ostens blemente. No siempre los más
ricos dan más dinero. Muchas
veces, quieren a través de la
mesada, fomentar los valores
y las virtudes de los hijos y esa
es una de las mejores herramientas.
En la mesada, no debe estar
incluido el concepto de los
gastos, que les corresponden
realizar a los padres, como
son la compra de ropa, útiles
escolares, alimentación esencial,
etc.
Es aconsejable que los niños
colaboren con su dinero
(en todo o en parte), en la
compra de aquello que no se
considere necesario o imprescindible.
La paga debe servir
para ir ejercitando la voluntad,
en lo relacionado con el
valor de las cosas, el consumo
y el ahorro.
7. Ayude a su hijo a abrir
una cuenta de ahorro en el
banco
Dependiendo del monto de
la mesada del niño o adolecente,
puede ser el momento
de que se inicie en el manejo
de una cuenta bancaria, que
le sirva para ir ahorrando
para sus estudios futuros o
para ayudarse en compras de
cosas importantes, como
equipos de música, el primer
automóvil, etc.En muchos países, dos de
cada tres menores de 14 años,
son titulares de algún producto
bancario como: tarjeta de
crédito, cuenta de ahorro,
cuenta para pago adelantado
de estudios, compra de acciones,
etc.
Con unos bolivianos o dólares
ahorrados mensualmente,
se puede formar la mentalidad
de los banqueros del futuro.
Se puede iniciar a los niños,
a que en el futuro, sean
aprendices de las finanzas,
pues la entrega de dinero
mensual o semanal puede ser
un mecanismo perfecto, para
que los niños aprendan y planifiquen
el manejo de dinero.
De su disciplina en los gastos
dependerá su futuro financiero,
para bien o para
mal. Los padres deben explicar
muy bien a sus hijos sus
ventajas e inconvenientes, así
como deberán estar muy pendientes,
de la forma en la que
utilizan el dinero que reciben.
8. Esté atento en qué gastan
sus hijos
Aunque gastar la mesada
sea un acto de libre disposición
por los niños, los padres
deben estar muy vigilantes,
para saber en todo momento,
cuáles son las tendencias que
están desarrollando, por
ejemplo si gastan en alimentos
perjudiciales, si es en caprichos
de ropa que no necesitan,
música o lectura inadecuada,
excesivas tarjetas de
teléfono, etc.
Una buena experiencia de
lo importante de la educación
de los niños en las finanzas
personales es la de unos padres
que cuando sus hijos
iban cumpliendo 18 años y
entraban en la universidad,
les iban suspendiendo la mesada
y les daban a cada uno
de ellos una tarjeta de crédito,
para que gastaran lo que necesitaran.
Las condiciones eran muy
simples: todos los meses se
revisaban conjuntamente las
cuentas; si había abusos o derroches,
se cancelaba la tarjeta
de crédito.
Los gastos quedaban al
buen criterio de la justificación
de los hijos. Debido a la
buena educación recibida, relacionada
entre otras cosas
con el valor del dinero, las finanzas
y la austeridad, no
hubo ni un solo problema.
Mantuvieron la tarjeta de crédito
de los padres, hasta que
se independizaron económicamente,
después de terminar
la universidad.
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