Todas las empresas de cualquier giro prestan atención especial al proceso de toma de decisiones que realizan a lo largo de las etapas de administración ejercidas en los niveles jerárquicos. Puesto que el éxito que alcancen, depende en buena medida de la oportuna y certera elección realizada de acuerdo al objetivo, problema o curso de acción que se pretende abordar. Las organizaciones hacen una gran inversión al contratar personal capacitado para ejercer labores específicas que incluyen la toma de decisiones en la conducción, operación y evaluación de la función de la cual son responsables. Por tal motivo, las empresas han otorgado un valor especial al uso de sistemas de información proveedores de los elementos para la toma de decisiones que corresponda al problema detectado, así como al logro de la meta planteada. Se puede reconocer, que el objetivo final de esta clase de aplicaciones es apoyar al personal responsable de la administración de una función, área o de toda la organización en el mejor desempeño de su tarea, especialmente en la toma de decisiones.
Como resultado de su experiencia a lo largo de su existencia, las organizaciones acumulan gran cantidad de información, la que es considerada como un activo fundamental, pero ¿están dando un uso inteligente a esta información?. Según Chun Wei Choo, en el libro escrito el año 1998 sobre “la organización inteligente”: “La información es un componente intrínseco de casi todo lo que hace una organización, tanto que su función se ha vuelto transparente. Sin una cabal comprensión de los procesos humanos y de la organización a través de cuales la información se transforma en discernimiento, conocimiento y acción, una organización es incapaz de aprovechar el verdadero valor de sus recursos informativos y tecnologías de información”. La explotación inteligente de la información, su conversión en conocimiento es posiblemente la única fuente de competitividad sostenible, las organizaciones así lo están entendiendo, por esto buscan medio para hacer de la información disponible un medio para incrementar su eficiencia, para estimular la innovación, para fundamentar la toma de decisiones y para elevar la eficacia y posición competitiva. Es aquí donde se hace indispensable contar con instrumentos tecnológicos y organizacionales que apoyen la toma de decisiones, posibilitando que ésta se efectúe más sobre análisis que sean objetivos y estén suficientemente sustentados. Como respuesta a estas nuevas condiciones del mercado, ahora con alcance mundial por la globalización de las economías, se ha desatado la inteligencia de negocios con una enorme avalancha de teorías, metodologías, técnicas y modelos, que se unen al gran desarrollo y evolución permanente de la teleinformática. Las posibilidades que ofrecen las tecnologías permiten acceder casi al instante a una cantidad ilimitada de información, ahora se debe definir como incorporar esta información a los procesos de dirección que le permita utilizar información procesada y refinada que sirva como base para la toma de mejores decisiones.
Según la empresa consultora Bitam, en el artículo en línea escrito el año 2002 sobre “inteligencia de negocios”, la inteligencia de negocios es un concepto que se asocia en un cien por ciento con los niveles directivos, surge de la necesidad de contar con información para dirigir el rumbo de la empresa por los altos mandos, sin embargo, con el tiempo se ha ido ampliando el alcance de este término hasta llegar prácticamente a toda la empresa. A pesar de relacionar completamente el término con conceptos cien por ciento computacionales, sobre todo las herramientas utilizadas para lograr implementar un desarrollo de este tipo, la verdad es que el concepto no se construye basándose en herramientas computacionales, sino de la formulación de estrategias efectivas de negocios que respondieran a los nuevos tiempos y sus demandas. El énfasis es en los requerimientos y de ahí se desprenden las aplicaciones, es decir, los hombres de negocio dictan las necesidades y la gente técnica investiga y adapta la tecnología para resolver favorablemente esos requerimientos con todos los medios a su alcance. La inteligencia de negocios plantea una sinergia entre los tomadores de decisiones y las herramientas que emplean, la tecnología está claramente vinculada a la gestión de las empresas, teniendo como resultado obtener ventajas competitivas, producto de decisiones mejor informadas. En función de esta se puede entender a la inteligencia de negocios como una combinación de tecnología y desarrollo de negocios.
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