miércoles, 12 de septiembre de 2012

El dinero en la "U" - Los 7 malos hábitos en las finanzas de los jóvenes

1.No ahorrar El joven promedio no piensa en ahorrar parte de sus ingresos para crear un capital. Para los jóvenes ahorrar significa hacer mercado cuando hay promociones, comprar servicio de televisión, cable e Internet en paquete; y recurrir a tiendas que ofrezcan promociones. En general, el joven consume más de lo que recibe y cubre sus excesos por medio de créditos de los parientes o amigos. Como vimos, el ahorro es un hábito y los jóvenes que no lo adquirieron en la infancia, difícilmente ahorran. La mayoría obtiene créditos que los obligan a destinar parte de sus ingresos a la compra de bienes o servicios.
2. No saber manejar el crédito Más preocupante que el ahorro, es la cultura del crédito. Los jóvenes no están diferenciando entre cuándo es necesario pedir algún crédito y cuándo no. La mayor parte se endeudan para darse gustos anticipados, viajes, fiestas, ropa etc., y por eso deben asumir estos costos durante varios años 
  3. No llevar un presupuesto La mayoría de los expertos en finanzas personales recomiendan que las personas deberían tener un presupuesto,más que un control de sus gastos. Los jóvenes deben generar la cultura de las finanzas personales como una empresa, vale decir trabajar bajo un presupuesto que les permita conocer por anticipado el destino de sus ingresos en función a objetivos claros. 
4. Gastar más de lo que disponen No se pueden cumplir objetivos a largo plazo si no se tiene el corto plazo resuelto. La mayoría de los jóvenes y muchísimos adultos son muy dados a tapar huecos, vivir el día a día sin una visión clara de polo que se quiere en el largo plazo. Muchos recién egresados o estudiantes que empiezan a trabajar prefieren contratos ilegales de trabajo para no aportar para su jubilación, ya que optan por recibir sus ingresos hoy, a guardar una parte para su vejez, que piensan que nunca llegará.  
5. No tener un fondo de emergencias Aunque los jóvenes se preocupan por tener asegurado su fin de semana con los amigos, poco se preocupan por los imprevistos y regularmente terminan acudiendo a la ayuda de un familiar o amigo cuando estos suceden. Sin duda el ahorro está ligado a la capacidad de responder a los imprevistos de la vida, con la diferencia de que el ahorro tiene un fin prestablecido y el fondo de emergencias no.  
6. No tener claras sus prioridades Se hace cada vez más difícil para los padres entender las prioridades de los hijos, la influencia de los amigos, la Internet, la televisión, la publicidad y otros han generado gran confusión entre los jóvenes, que no distinguen qué es más importante, comprarse un vestido de moda o pagar la luz, por ejemplo.Una estudiante al preguntarle un día a qué se debía su lejanía en la clase, me dijo, que estaba muy preocupada porque necesitaba dinero para pagar la universidad. Le pregunté si sus padres no le daban el dinero yme respondió que sí, pero que lo había gastado en el cumpleaños de su novio. 7.Desconocer los productos bancarios Una errada concepción de los jóvenes y adultos, es pensar que cuando el banco les da un crédito les hace un gran favor, sin darse cuenta de que en realidad están comprando un producto que tiene un precio y se lo van a cobrar. Los jóvenes no solamente deben fijarse en cuánto va a quedar la cuota, sino en cuál es el plazo, la tasa efectiva anual y también si la cuota es fija o no, muchos jóvenes terminan pagando créditos con tasas por encima del mercado, por este errado concepto.

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