La ch’alla, el plato extra, el dinero entregado a los hijos para que se diviertan y otros gastos emergentes del prolongado feriado, gravan sobre el bolsillo del padre de familia que, si suma un gasto para la diversión propia, seguramente desequilibrará su presupuesto mensual.
En un recorrido hecho por el reportero de EL DIARIO a los diferentes puestos de venta de artículos de carnaval, tanto en mercados como lugares donde ese expende artículos carnavaleros, se pudo constatar que una persona necesita como mínimo Bs160 adicionales en su presupuesto normal, para poder divertirse y cumplir las tradiciones que marca la cultura local.
La festividad genera empleo, mueve la economía especialmente en la industria textil, por la confección de cientos de atuendos para las diferentes danzas.
En ese mismo orden se mueven los fabricantes de máscaras, las peinadoras y maquillistas de los salones de belleza, los vendedores minoristas, y los yatiris, (brujos), especialmente antes del martes de ch’alla.
Otro rubro que mueve bastante dinero es la industria turística, por el traslado de visitantes y de los propios bailarines, especialmente al departamento de Oruro.
En La Paz, el comercio minorista empieza a beneficiarse de la festividad con la venta de bebidas alcohólicas, como la cerveza en lata que tiene un costo de Bs 8 la unidad, mientras que la botella se la expende a Bs 10.50 en las tiendas y 11 ó 12 en las calles.
También la comida al paso es muy cotizada, y los precios van desde los Bs 5 a los 30 ó 40, de acuerdo con el bolsillo de cada uno.
Para los artículos de divertimento, el mínimo precio es de Bs 10, por ejemplo las espumas.
Pese a los controles ediles, la venta de globos inflados con agua menudea, especialmente en el sector por donde pasa la farándula.
En cuanto a los asientos para apreciar la entrada del carnaval paceño (el Anata Paceño), se cotizan entre Bs10 y Bs 20.
Los artículos para la tradicional ch’alla son los siguientes: la serpentina Bs.1, 50, cuetillos a Bs 3, confites Bs 6, mixtura Bs 3 la bolsa, globos pequeños Bs 4 y grandes a Bs 10.5, vino de ch’alla a Bs 12, alcohol pequeño Bs 2.
Transeúntes que presenciaban el Jisk’a Anata en la víspera, indicaron a EL DIARIO que los montos de los precios en relación al año pasado se mantienen relativamente estables.
“Lo que hacemos en el carnaval es jugar con agua espumas, tomar dos o tres cervezas y luego esperar la ch’alla”, dijo el ciudadano Milton Argandoña.
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