Rogerio Cadore (48) lleva 19 años en Bolivia. Nació en el sur de Brasil en la región de Planalto. Agropecuario por tradición, Cadore es de la tercera generación de una familia de migrantes italianos en Brasil. Las poleras, camisas sport y jeans son su atuendo preferido porque viaja de manera frecuente al campo. “Yo salí del Mato Grosso del Sur. Desde pequeño estuve en el campo, mientras mis padres producían soya, maíz y criaban ganado. Atraído por las tierras fértiles de Santa Cruz, llegó con un grupo de empresarios brasileños y ahora dirige el Grupo Cadore.
—¿Cómo se animó a invertir en Bolivia?
¿Conoce usted la revista Veja?, Vi un reportaje sobre Santa Cruz como nueva frontera agrícola y con mi hermano mellizo (Rogemar Cadore) encontramos una persona que estuvo por acá, nos dijo que las tierras eran fértiles y la moneda fuerte. Entonces, llegamos en julio de 2005 para ver las posibilidades de inversión y visitar la zona norte y este. Lo vimos como un desafío, conversamos con mis hermanos y decidimos aventurarnos e invertir en este país, pero sin dejar Brasil.
—¿Cómo les fue en aquella época?
Nosotros llegamos con sed de trabajo, pero era una época difícil, la región de Tres Cruces era muy delicada y fuimos afectados por la sequía. Nuestras inversiones fracasaron y muchos brasileños se volvieron a Brasil desanimados, pero nosotros decidimos quedarnos y mire, ya serán dos décadas trabajando en esta tierra.
—¿Recibieron el apoyo de productores boliovianos?
Sí. Fueron momentos difíciles, pero encontramos gente muy buena que no hizo diferencia con nosotros, aunque no hablemos el mismo idioma. Es bueno vivir en este país, yo me casé con una boliviana y tengo hijos nacidos aquí. Ahora, nuestro interés está en la agricultura y en la ganadería. Tenemos la hacienda El Rodeo.
—¿Cómo constituye el Grupo Cadore?
Hace varios años que con
mi hermano constituimos el Grupo Cadore y decidimos diversificar las inversiones. Nos dedicamos a la producción de soya, maíz, sorgo, trigo, caña y ganado bovino. Asimismo, estamos con un proyecto agroindustrial.
— ¿Es accionista usted de Aguaí con casi el 5%?
En Aguaí hay una participación accionaria de empresarios brasileños y bolivianos; eso para diversificar las inversiones.
— ¿Es difícil desarrollar agricultura en Bolivia?
No es fácil, pero se invierte mucho en tecnología. Cada zona tiene su propia característica y para ello, desde
Fundacruz, se apuesta a la investigación tecnológica para desarrollar variedades que se adapten a cada área.
— ¿Y el desmonte?
El Gobierno está haciendo un control de desmonte porque no se respetaron las tierras fiscales y comunitarias, pero escuché a las autoridades que se seguirá creciendo respetando las leyes y el medioambiente. Es positivo que haya el espíritu de cuidar los recursos naturales y utilizar el agua de manera responsable; sin embargo, los agricultores precisamos de seguridad jurídica porque somos brasileño-bolivianos. Además, se deben abrir mercados para el arroz, la soya, el maíz y la carne.
— ¿Se siente boliviano?
Claro, queremos trabajar, y Bolivia precisa del apoyo y la solidaridad. Nosotros queremos apoyar el desarrollo, somos brasileño-bolivianos.
— ¿Cuánta superficie tiene cultivada?
Con soya tenemos 8.000 hectáreas, la mayor parte en el norte, en las zonas de San Pedro y Aguaí y el resto en la carretera a Brasil.
— ¿Y la hacienda ganadera?
La pecuaria está en Tres Cruces, al principio lo que hicimos fue cría de ganado bovino, pero el engorde le atrajo más a mi hermano y se dedica a ello. Estamos más abocados al engorde con pasturas y soya.
— ¿Qué planes tienen en producción ganadera?
El objetivo es llegar a las 15.000 cabezas de ganado, hoy tenemos 4.000 cabezas.
— ¿Avanzó el país en tecnología agrícola?
En Bolivia están muy adelantados en producción agropecuaria, se realiza agricultura de precisión y vemos que las mejores variedades para producir soya de Brasil, Argentina y Paraguay llegan aquí, porque si uno no aplica tecnología se queda atrás
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