Ha sido motivo de mucha cobertura el anuncio de un crecimiento al primer trimestre de 2014 de un 6% con respecto a la gestión anterior y que en 10 años Bolivia duplicó su crecimiento, esta aseveración en relación con el crecimiento del 2,7% en 2003, aunque comparar gestión completa con periodo trimestral no sería lo más apropiado, no es ese el fondo del análisis. Sino ¿qué tan vulnerable es nuestra economía en el contexto internacional? Y aunque hay aseveraciones en el sentido de que esta sería una ‘cantaleta’, lo cierto es que los números muestran que es un aspecto para tener cuidado.
Bolivia en 2009 alcanzó un crecimiento del 3,4% luego de un 6,1% en 2008. ¿Qué pasó? Pues todos nuestros principales productos llegaron a su menor nivel de precios en el mercado internacional después de su gran repunte desde 2005, así el petróleo se redujo hasta $us 41 por barril (BDP), la soya hasta $us 341 la tonelada (t), la plata hasta $us 13,41 onza troy (OT) y el estaño hasta $us 5,11 la libra fina (LF). Con un crecimiento del 6%, se aprecia que los precios están nuevamente a niveles atractivos, el petróleo en $us 105 por BDP, la soya en $us 522 la t, la plata en $us 20,72 la OT y el estaño en $us 10,61 la LF. Estos números no muestran una ‘cantaleta’.
A pesar de que el mayor crecimiento lo experimenta un enclave como hidrocarburos, refutar un 6% entre dos periodos sería absurdo; sin embargo, una mirada interna hace perder la perspectiva de una coyuntura internacional que también es favorable para otros países; así como Bolivia incrementó sus reservas internacionales 12 veces, Perú lo hizo siete veces y Chile tres veces. Con respecto a la Inversión Extranjera Directa per cápita, en 2013 Bolivia captó $us 150; Perú, $us 400, y Chile, $us 1.100. Finalmente, en producción, Paraguay alcanzó las 8.000 millones de t de soya, más de tres veces la producción boliviana.
Si bien los vecinos no han experimentado un crecimiento como el de Bolivia en el primer trimestre, presentarán crecimientos interesantes del 5,5% en Perú y un 4,5% en Chile, aunque sus respectivos gobiernos ya están ajustando sus previsiones debido a la coyuntura internacional que consideran no sería tan favorable.
En síntesis, una mirada superlativa está en plantear el desafío, ¿se está aprovechando este momento en su cabal magnitud?, ¿qué ocurrirá tras el vencimiento de los contratos de gas a Argentina y Brasil?, ¿a qué precio y qué volúmenes nos comprarán?
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