martes, 3 de junio de 2014

Carlos Kempff Bruno. El exministro de Desarrollo Económico preside las firmas Novagro y La Llave



Carlos Kempff Bruno (49)
es un cruceño visionario. Cuando Bolivia capitalizaba sus empresas estatales en 1998, Kempff convertía a la industria aceitera SAO en la ‘niña bonita’ del agronegocio para atraer a Archer Daniels Midland Company (ADM), uno de los mayores procesadores agrícolas del mundo. Una transacción osada para la época, pero que abrió la puerta a la compra internacional de otras firmas bolivianas. Se especializa en gestionar capitales externos para invertirlos en el país.

— ¿Fue con la venta de SAO que empezó a interesarse en los agronegocios?
Los agronegocios son mi pasión. La tesis en el Instituto Tecnológico de Massachusetts la hice sobre el desarrollo agrícola en Bolivia, cuando todavía era incipiente (1989-1991).

— Los alimentos son el presente y futuro de los negocios...
Sí, la superficie cultivable en el mundo es limitada, pero en Argentina, Uruguay, Brasil y Bolivia hay grandes extensiones. Entonces, el país precisa una buena estrategia competitiva de largo plazo en alimentos.

— Ahora trabaja en producción agrícola con el grupo asiático Pengxin...
Sí, soy jefe de inversiones en Sudamérica de Pengxin Agricultural Holdings Co., compañía de origen asiático (chino). En Bolivia es Novagro. Pengxin es un grupo grande que antes estaba dedicado a los bienes raíces, pero empezaron su internacionalización comprando haciendas lácteas en Nueva Zelanda y frigoríficos en Australia y China. Esta inversión es la primera en Sudamérica.

— ¿Qué producen?
Soya, sorgo, arroz, maíz y frejol, pero analizamos nuevas oportunidades y espero convencerlos de invertir más. Ahora se concentran en Australia y Nueva Zelanda porque hay oportunidades con menor riesgo.

— ¿Tiene actividades personales en la agropecuaria?
Sí, tengo una hacienda en Concepción con 3.000 animales. Ahí se mide el índice de productividad en ganado nelore y brahma.

—Además, dirige otras empresas como La Llave S.A.
Sí, la verdad es que me gusta trabajar en varias cosas. La Llave es un distribuidor industrial que vende para agroindustrias, petroleras, mineras, servicios básicos y construcción. La empresa fue fundada en Ecuador, tiene más de 500 empleados y una facturación importante. Soy socio de la firma en Bolivia y Paraguay.

— ¿Y el restaurante Tanta?
Fue una idea familiar. Somos tres socios, uno de ellos es mi esposa y una amiga. La idea es traer otras marcas y abrir otro restaurante en Santa Cruz y uno en La Paz.

— ¿Cómo fue incursionar en el sector gastronómico?
No es tan fácil como la gente cree. Es un negocio complicado y hay mucha competencia, se debe estar a la vanguardia en servicios y oferta gastronómica. No es de gran rentabilidad, pero nos gusta mucho.

— Usted fue ministro de Desarrollo Económico, ¿cómo ve la coyuntura actual?
Ojalá me hubieran tocado los precios de minerales, ‘commodities’ agrícolas y gas que hay ahora. Hoy casi todos los valores están más que duplicados, casi 8 a 10 dólares el millar de BTU de gas. El presupuesto que manejábamos era $us 600 millones, hoy está en $us 3.500 millones. Entonces la situación es distinta y es una época de bonanza; sin embargo, siguen las mismas tareas pendientes.

La coyuntura económica es buena a pesar del Gobierno, y no gracias al Gobierno por más que lo quieran decir Luis Arce y compañía.

— ¿Cuál considera que es la agenda económica pendiente en Bolivia?
En primer lugar la competitividad, porque se estableció un sistema, pero nadie lo continuó y uno tiene un presidente del Estado que dice que no le gusta la palabra competitividad, sino complementariedad; eso es un gran absurdo, cuando hay que tener una estrategia de competitividad para llevar
adelante a este país.

El segundo tema tiene que ver con reglas claras y seguridad jurídica para la inversión. Toda mi vida traje inversiones de afuera, ADM, Pengxin, La Llave y no me fue mal, pero es difícil vender este país cuando no se respetan las reglas del juego y tenemos un sistema judicial corrupto y difícil de manejar. En 2001, Paraguay producía la mitad de Bolivia y ahora produce cuatro veces más porque supo brindar seguridad jurídica a la inversión.

Un tercer tema es la infraestructura porque se debe invertir con estudios socioeconómicos previos y por último; el tema tributario, urge una reforma que elimine los regímenes simplificados. Siendo agricultor y ganadero creo que el RAU debe ser eliminado o mejorado

Perfil

Nombre: Carlos Kempff Bruno
Estudios: Ingeniería Civil
Edad: 49 Años.
Estado Civil: Casado Con Vivianne Salinas. Tienen Seis Hijos
Hobby: Está Tomando Clases
De Vuelo. Disfruta Del Campo


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