miércoles, 28 de abril de 2021
Una depreciación puede causar la contracción de la economía
lunes, 26 de abril de 2021
Tipo de cambio nominal vs tipo de cambio real
Para una mejor comprensión de la importancia del tipo de cambio como instrumento de la política económica, es necesario distinguir entre el tipo de cambio nominal y el tipo de cambio real.
El tipo de cambio nominal es el precio de una moneda extranjera, por ejemplo dólar, en términos de la moneda nacional, es decir, cuantos bolivianos necesito para comprar un dólar estadounidense.
Mientras que el tipo de cambio real mide el precio relativo de dos canastas de bienes y servicios de dos económicas diferentes, refleja cuantas unidades de un bien nacional son necesarias para obtener un bien extranjero.
Un incremento del precio del dólar estadounidense en términos del boliviano se denomina depreciación nominal. Por su parte, una depreciación real (incremento del tipo de cambio real) puede ser interpretada como una disminución de precios de una canasta de bienes y servicios producidos en Bolivia en relación a una canasta de bienes y servicios extranjeros.
Esto se podría lograr con una depreciación nominal, una disminución de precios en Bolivia (por ejemplo por menores costos de producción) o mayores precios en el extranjero (inflación extranjera).
domingo, 25 de abril de 2021
La política cambiaria fue positiva para la economía nacional
A partir de 2006 se logra revalorizar el boliviano (o a la moneda nacional) frente al dólar. Con esta política se evitó el incremento de precios que se originan en las devaluaciones, por otro lado se fortaleció la confianza en nuestra moneda y, por tanto, se incrementó la efectividad de las políticas económicas.
Recordemos que antes de 2006 vivíamos en constantes depreciaciones de nuestra moneda frente al dólar, la economía estaba dolarizada, las devaluaciones tenían un fuerte impacto en los precios y afectaban la capacidad de pago de los deudores; además, se necesitaba la moneda extranjera para implementar cualquier política económica, por lo que tenían una efectividad muy limitada.
Los resultados alcanzados en Bolivia en los últimos años son contrarios a lo acontecido en varios países de América del Sur, que sufrieron una elevada depreciación de sus monedas, lo que hizo aumentar sus precios internos. Para controlar la inflación, los bancos centrales adoptaron políticas contractivas caracterizadas por incrementos de sus tasas de interés, lo que implicó una desaceleración de sus economías y en algunos casos sufrieron contracciones. Posteriormente, apreciaron sus monedas retornando al punto de partida; sin embargo, los efectos contractivos en sus economías permanecieron.
En Bolivia, la estabilidad cambiaria de los últimos años logró sus objetivos, contribuyendo al control de la inflación y, por tanto, al sostenimiento de políticas expansivas, profundizando el uso de la moneda nacional, manteniendo la estabilidad económica; y principalmente la solidez del sistema financiero, logrando efectos expansivos y redistributivos positivos al mantener el poder de compra de los bolivianos. La orientación del tipo de cambio no afectó la competitividad de nuestra moneda.
Además, puesto que en los últimos meses las monedas de nuestros socios comerciales se están apreciando, el tipo de cambio real se mantiene alineado a su valor de equilibrio y, actualmente, no existen presiones para depreciar nuestra moneda. En este sentido, la política cambiaria respondió a los fundamentos económicos del país y está respaldada por las fortalezas externas. En efecto, las Reservas Internacionales y otros activos externos en términos del PIB continúan siendo de los más altos de la región
martes, 20 de abril de 2021
Introducción a la Guía de Buenas Prácticas Parte 2
Muy a menudo los técnicos y decisores de las administraciones reciben informaciones parciales o interesadas (provenientes de proveedores de servicios o de tecnologías) en relación a medidas y “soluciones” para abordar la logística urbana. La Guía de Buenas Prácticas que se propone se basa en los siguientes principios:
Rigor e independencia.
Las experiencias se describen detallando sus ventajas e inconvenientes y a qué tipo de problemas están destinadas.
Se explica claramente cuáles son las debilidades, riesgos y carencias de las experiencias.
Claridad.
Se trata de aportar claridad respecto a denominaciones, contexto y tipologías de las diferentes experiencias.
Pluralidad.
Se aportan experiencias del más amplio espectro geográfico posible. Asimismo, provenientes de ciudades con tamaños y características diversas. Siempre que sea posible se mencionaran referentes latinoamericanos.
Posibilidad de profundizar.
Las experiencias van normalmente acompañadas de enlaces o bibliografía para quien quiera aprender más.
jueves, 8 de abril de 2021
Introducción a la Guía de Buenas Prácticas Parte 1
Las políticas públicas sobre Logística Urbana están aún en un estadio incipiente en muchas partes del mundo. Incluso en las ciudades
de países más avanzados, éste es un campo de las políticas urbanas aún poco maduro en relación a muchos otros campos.
Existen numerosas publicaciones y webs que ilustran buenas prácticas en logística urbana, una buena muestra de las cuales están citadas en la bibliografía de este estudio.
Lamentablemente en muchos casos la realidad demuestra lo siguiente:
a. Un gran número de buenas prácticas que se encuentran en la bibliografía existente se refieren a experiencias que han sido discontinuadas por cualquier razón. Muy raramente encontramos estas razones, imprescindibles para valorar los atributos y defectos de la experiencia. No obstante, en muchos de los casos la discontinuación se produce una vez que la subvención a fondo perdido que apoyaba la medida fue interrumpida, lo cual es una muestra de la no viabilidad económica de la iniciativa, algo se debería haber considerado desde su inicio.
b. Raramente la bibliografía sobre buenas prácticas realiza un análisis honesto sobre las ventajas, inconvenientes y costes de las actuaciones. Se tiende normalmente a magnificar las ventajas y se ocultan las desventajas.
c. Muy a menudo las experiencias se sacan de contexto. Aquello que quizás funcionó en una ciudad con unas características y
una problemática muy concreta, no tiene por qué funcionar en otra ciudad con características diferentes.
d. No se explica claramente qué problemas resuelve una medida y cuáles no. Así por ejemplo un sistema de distribución de última milla mediante vehículos a pedal o triciclos eléctricos puede ser útil para crear una distribución más amable y menos contaminante en zonas pequeñas
y a menudo peatonales. Pero difícilmente será escalable al conjunto de una ciudad.
e. Existe una gran confusión sobre conceptos y una profusión de denominaciones diferentes respecto a soluciones parecidas. Así, por ejemplo, palabras como centros de consolidación urbana, microplataformas, entre otras, remiten a instalaciones de características, funciones, titularidad y operativa muy similar en diversas ciudades.
f. Cabe señalar además que existe también muy a menudo una confusión entre el perímetro de las actuaciones públicas y las del sector privado. Así, por ejemplo, las consignas automáticas o los centros concertados para entrega de paquetes derivados del comercio electrónico son innovaciones interesantes y positivas para la reducir operaciones de transporte de última milla inútiles. Pero son innovaciones que se realizan desde la iniciativa privada: las consignas no son públicas, son privadas del operador de paquetería que las instala. En este caso la política pública sería, por ejemplo, favorecer la implantación de este tipo de instalaciones en espacios públicos (p.e. estaciones de transporte público, equipamientos públicos, etc).