domingo, 26 de febrero de 2017
Ronald Nostas Ardaya:“El crecimiento del mercado interno no nos está beneficiando”
El principal ejecutivo de los empresarios cumplirá en marzo su primera gestión y con el apoyo de los sectores afiliados a la CEPB, que le han renovado su confianza, iniciará una nueva etapa hasta el 2019. Nostas asegura que no se meterá en la política, pero intentará unir esfuerzos con el Gobierno para crecer.
_ ¿Qué ha podido hacer usted dentro de la CEPB? ¿Los sectores le tienen confianza para asumir el principal rol empresarial del país?
Desde hace años se ha encarado un proceso de reestructuración interna muy fuerte. Lograr los equilibrios entre las diferentes visiones que tenemos cada sector afiliado, es siempre complejo. Se trabajó en generar confianza y unidad, y se logró. Me siento agradecido que este apoyo absoluto se plasme en una repostulación mía al frente de la Confederación, para los próximos 2 años, de la mayoría de las instituciones afiliadas.
_ ¿Qué resultados obtuvieron de la reunión con el presidente Evo Morales, el viernes?
Hay mucha satisfacción y esperanza. Nos ha abierto un diálogo amplio. Hemos venido promoviendo el diálogo desde hace mucho tiempo. Y se lograron seis mesas de trabajo. Tuvimos inclusive la participación de la COB (Central Obrera Boliviana), donde entablamos un diálogo tripartito muy productivo. Esto demuestra que entre los sectores no hay limitantes, sino puntos de coincidencia.
_ ¿Y cuándo se tendrán las conclusiones?
Las mesas han sido muy productivas. Pero ese diálogo tiene que pasar a la etapa de conclusiones. Se hizo un diagnóstico y la propuesta de solución. Ahora, con la apertura del presidente, existe la necesidad urgente de llegar a esas conclusiones, para solucionar trabas, problemas y factores que están limitando que la inversión fluya de mejor manera.
_ ¿A qué limitaciones se refiere?
Se derivan de ciertas tramitologías, normas, burocracia y una serie de excesos que se dan a través de la Autoridad de Empresas o Impuestos Nacionales.
_ ¿Han reclamado?
Sí, lo hemos hecho debidamente. No es que queremos quitarle su ámbito regulador o controlador. A lo que nos referimos es a los excesos que son un freno para nosotros.
_ ¿Y qué esperan de las mesas de trabajo?
Que se implementen normas que impulsen el aparato productivo, para generar un efecto multiplicador en el empleo y los ingresos, pero de manera dialogada y consensuada. Tanto el Gobierno como la empresa privada necesitamos generar sinergias y espacios de comunicación, porque es la única manera de avanzar en los grandes objetivos de desarrollo y crecimiento que necesitamos.
_ ¿Qué puntos coincidentes tienen con el presidente?
Coincidimos en algo fundamental, que es el crecimiento, generación de empleo y productividad, con un efecto multiplicador para que cada una de ellas signifique mayor bienestar. Pero los empresarios tenemos que solucionar algunos problemas para aportar de forma decidida a estos objetivos. Para la próxima semana hemos quedado en hablar de otras temáticas con el presidente.
_ ¿La CEPB tiene una posición política ante el actual Gobierno?
Lo que tenemos es una posición crítica o de reconocimiento cuando haya que hacerlo. Esto es importante tenerlo claro. Los empresarios no podemos ser contraparte creíble cuando hay una inclinación político-partidaria. Mantendremos un equilibrio que represente los intereses de los privados, de la sociedad boliviana y sea una contraparte ante quien gobierne y que pueda ayudar a tomar las decisiones correctas. No hay forma de hacerlo si es que nosotros no mantenemos una imparcialidad político-partidaria absoluta.
_ ¿Cómo sostienen su economía los empresarios?
Hemos aclarado varias veces que nuestra economía no está en crisis y nuestro crecimiento está entre los más atractivos en la región. Sin embargo, también ratificamos que ese crecimiento no es sostenible con base en el endeudamiento público y uso de recursos finitos, como los que prudentemente se han acumulado.
_ La economía boliviana creció, ¿ustedes sintieron ese efecto?
Pese a los altos niveles de crecimiento, estos últimos años no fueron del todo beneficiosos para el sector productivo nacional, debido a que una parte creciente del gasto público y privado drenó hacia los productos importados. Las importaciones subieron de $us 2.500 a $us 10.000 millones y a eso cabe sumar el contrabando, que registra cifras elevadas. Una de las consecuencias es que el aparato productivo nacional no se diversificó como todos hubiéramos querido.
El Gobierno pondera el mercado interno como el puntal del crecimiento ¿Están de acuerdo?
El crecimiento del país es de interés nacional. Hay que establecer políticas que permitan generar mejor y más empleo, y fortalecer al aparato productivo. Es necesario mejorar la tecnología, incidir más en el mercado interno. Por ahora, no nos está beneficiando el crecimiento total que ha tenido el mercado interno.
_ ¿Por qué?
Los recursos se están desviando al contrabando desde la informalidad. Eso también tiene consecuencias negativas en el empleo formal y nos limita a que podamos tener un aparato productivo competitivo con países que tienen históricamente mejores condiciones que las nuestras, para mejorar, por ejemplo, las condiciones de exportación.
_ El Gobierno quiere dejar de ser un país exportador de materias primas y sí de productos con valor agregado ¿Están en condiciones de generar aquello?
Por supuesto. Uno de los grandes problemas que encaramos es la diversificación de las materias exportadoras, conjuntamente con el Gobierno. Bolivia lo necesita. Tenemos todas las condiciones para entrar en un proceso de industrialización con alta tecnología. Exportamos materias primas y regresan como producto terminado con un costo hasta 100 veces mayor. No puede ser posible esta situación.
_ ¿Cuánta inversión proyectan para este 2017?
Estimamos que va a estar en alrededor de los $us 2.300 millones. Si lo comparamos con el anterior año, es menos de $us 100 millones, pero en una época de crisis mundial que no deja de afectarnos. Pese a ello, sigue siendo un gran logro para nosotros. Si tuviéramos un apoyo decidido del Gobierno, convertiríamos nuestras mesas de trabajo en acciones y se construye un plan a corto, mediano y largo plazo, creo que podríamos lograr mejores niveles de crecimiento y de inversión.
_ Pero el Gobierno afirma que se le ha dado todo al sector empresarial, pero no invierte ¿Qué hace falta?
En las mesas de diálogo con el Gobierno, mostramos que la inversión privada subió fuertemente en los años 2014 y 2015. Basta ver el incremento de la cartera de créditos, aun sin considerar el crédito de consumo y de compra de vivienda. Por supuesto que nuestro objetivo es crecer más, producir más y no solo para el mercado interno, sino también exportar, pero para ello es necesario también eliminar los factores que limitan la inversión.
Hay problemas puntuales que ya hemos expuesto en los ámbitos de la productividad, la promoción de exportaciones, el turismo, la inversión nacional, extranjera y los problemas con los trámites y la burocracia. Además, explicamos las dificultades que implica la política de empleo y salarial que está desligada de la productividad.
_ ¿Qué se espera de esta nueva camada de ministros y nuevas autoridades del sector económico?
Esperamos un compromiso con el país. Ese compromiso que nos ha mostrado el presidente y esa predisposición a trabajar con el sector privado para construir con los objetivos mencionados, que lo asimilen también y se pongan a trabajar. La experiencia nos muestra que en muchos casos, esa predisposición que muestra el presidente y el vicepresidente muere ahí. Se estanca en los niveles más bajos y eso no está bien. Queremos que esta camada de ministros entienda que en el país se necesita hacer gestión económica este año, y eso pasa por diálogo, complementariedad, darle solución a la problemática.
_ ¿Cuál es la posición de la CEPB sobre el alza salarial?
Los ajustes deben discutirse en un marco tripartito: trabajadores, Gobierno y empleadores, ya que así lo establecen los convenios que Bolivia ha suscrito con la OIT. Segundo, los ajustes salariales solo son sostenibles en el largo plazo si van ligados a mejoras en la productividad del trabajo. En esta materia propusimos que los ajustes reconozcan la reposición del poder adquisitivo erosionado por la inflación y un componente por productividad. Tenemos que evolucionar desde esta lógica anual de negociación política hacia algo más racional y ligado a la realidad productiva, laboral, pero también empresarial. Es evidente que la rigidez de la política laboral y los fuertes incrementos solo generen menor empleo formal y protegido, y una creciente informalidad laboral.
_ Uno de los problemas sectoriales es el de los constructores, que piden participar de las licitaciones, en equilibrio con las empresas externas ¿Se habló con el Gobierno?
Anteriormente se plantearon alternativas para que las empresas nacionales participen. La realidad es que los extranjeros se adjudican y ellos subcontratan a los nacionales. La diferencia no está en capacidades para prestar los servicios, sino en la capacidad para conformar las boletas de garantía. Se plantearon varias soluciones
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