No hay nada, ni nadie que nos garantice el éxito en cualquier tipo de negocio. En este sentido, las posibilidades de éxito o fracaso siempre existen, por ende debemos minimizar las posibilidades de la bancarrota. Pero ¿qué podemos hacer cuando ya es demasiado tarde y el negocio quebró?
Actitud y aprender del fracaso. Según Javier Lorberg, presidente del Colegio de Administradores de Bolivia (Cadeb), lo recomendable es que cada persona evalúe su capacidad emprendedora buscando puntos altos en la iniciativa, en la disciplina y en la independencia que se necesita para encarar un nuevo proyecto. "La actitud es la energía necesaria para alcanzar el éxito, entonces nada ni nadie podrá obstaculizar el camino", resaltó. Por su parte, Marta Eredia, economista y sicóloga en clínica educativa, indicó que la persona debe ser positiva, de manera que pueda hacer un análisis exhaustivo y detectar dónde estuvo su falla. "El éxito está en poder levantarse nuevamente, y decir perdí en este negocio porque cometí tales errores. Entonces al volver a emprender un nuevo negocio va a considerar los fracasos como experiencia, que le van a ayudar a crecer", añadió.
Lo que no se debe repetir. Un obstáculo que se debe eludir, explica Lorberg, es el de pensar que el emprendedor es un experto en la actividad que realiza o pretende efectuar, se piensa que solo se puede encarar todo. "Se tiene que pedir ayuda y aprender, hay personas e instrucciones que facilitan ese recorrido solitario y acompañan con conocimientos en distintas áreas al emprendedor", acotó.
No desista. La clave está en la búsqueda de información para "madurar la oportunidad de negocio identificada", antes de la puesta en práctica. La segunda etapa, es la elaboración de un plan de negocios, que contemple toda la información conseguida para conocer y desarrollar el negocio elegido, y reducir el riesgo de fracaso, indicó Lorberg.
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