lunes, 18 de mayo de 2015

Tips para reinventar nuestras empresas

Estimados lectores: como todos nosotros hemos podido observar, como resultado de los cambios financieros y sociopolíticos que vive el mundo en las últimas décadas, en la actualidad se está tejiendo una nueva realidad económica en la que las entidades tradicionales observan cómo sus estructuras van quedando obsoletas y los antiguos paradigmas empresariales se van quebrantando, para dar lugar al surgimiento de nuevos modelos de negocios que hace años podían haber sido considerados hasta ridículos.
Es así que en el siglo XXI, ante una nueva realidad socioeconómica, muchas empresas se ven obligadas a reinventarse para seguir teniendo valor en un mercado cada vez más agresivo y despiadado, en el que pareciera que, sin importar la tradición, el nombre o la marca, las instituciones (sean privadas, públicas o del tercer sector) deben repensar su existencia para no hundirse fatídicamente en un corto plazo.
Como una buena amiga muy espiritual alguna vez me dijo, no estamos viviendo un "tiempo de cambios”, más bien estamos atravesando un "cambio de tiempos”, en el que sobrevivirán aquellas empresas que posean las mejores capacidades para adaptarse a realidades turbulentas. Lo que requiere sí o sí de una apertura en la mentalidad de los líderes, que será más difícil de asumir cuanto más "maduros” ellos estén, pero que en estos días es una obligación que no podemos eludir.
En esa dirección, a continuación enumeraremos algunos tips para comenzar a reinventar nuestras empresas de manera eficiente.

Conocer bien nuestra empresa
Para ello, en las altas esferas de las empresas se deberá reflexionar de manera autocrítica y a la vez estratégica sobre las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que nuestras entidades enfrentan.
Las amenazas hay que esquivarlas, encontrando la forma más creativa de convertirlas en fortalezas, primero conociéndolas bien y segundo analizando la mejor forma de enfrentarlas utilizando nuestras fortalezas.

Transformar el modelo de negocios
Es un cambio que depende mucho del resultado del análisis autocrítico anterior. Los empresarios más exitosos que conozco no esperan que sus clientes les sigan comprando por siempre los mismos productos; más bien, continuamente están buscando nuevas oportunidades en el mercado, que les indicarán hacia dónde dirigirse y a qué nuevos nichos entrar.
Sin embargo, si una empresa va a cambiar de actividad, considero que es mejor que lo haga siempre dentro de un mismo mercado.
Por ejemplo, una empresa de construcción puede entrar en el campo de la instalación de energías renovables, aprovechando que hoy en día hay grandes incentivos para construir más proyectos con estas características en diferentes países.
Sin perjuicio de lo anterior, se debe aclarar, estimados lectores, que un cambio en el modelo de negocios puede ser un gran shock para aquellos amantes del statu quo que se encuentran cobijados en sus zonas de confort dentro de las empresas. Por eso, en esta clase de procesos siempre hay que recordar la célebre frase de Albert Einstein que decía: "Locura es hacer la misma cosa una y otra vez, esperando obtener diferentes resultados”.

Designar a las personas correctas
Algo que aprendí con sangre y lágrimas en el pasado es que las empresas o los proyectos más prometedores pueden fracasar dramáticamente si no se pone énfasis en los responsables de su gestión.
En este punto entra en juego el equipo encargado de la reinvención de la empresa. Los proyectos exitosos se caracterizan por ser desarrollados por un líder visionario con gran capacidad de planificación, acompañado, empero, de un excelente equipo.
El empresario que se rodea de un buen equipo suple sus debilidades con las habilidades de sus colegas, en una relación de igual a igual, muy lejos de las estructuras verticales de antaño que estaban sólo pensadas para ejercer el control.
Tener un equipo fuerte, que haga buena gestión, es una de las condiciones clave para el éxito de los nuevos modelos de negocio, mucho más importante incluso que los proyectos en sí.
A mi parecer, es preferible un equipo con calificación 10 llevando adelante un proyecto valorado con un puntaje de seis, que un equipo con puntuación seis que tenga un proyecto 10.

* El autor, economista, es experto en estrategia financiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario