Coincidimos en
que el ahorro es
un hábito y
debe ser
cultivado y desarrollado;
nuestros hijos sentirán
responsabilidad y
una gran satisfacción
cuando producto
de esta
actividad o
‘sacr ificio’ logren
algo que para ellos
es de mucha significancia.
No solo ven en aquello
que han logrado, el fruto
de haber dejado de
hacer o gastar en otras cosas
y que valió la pena hacerlo,
sino que sin duda
alguna, tiene para ellos
un valor muy grande, muy
por encima de su precio. Ese
valor intangible se traduce en
seguridad, realización y gozo.
Empecemos por cosas sencillas,
económicas y fáciles
de alcanzar, desafíe a sus hijos
a procurar algo para ellos,
quizás sea algo que ellos desean
y quisieran realmente
tener.
Una opción es que ahorren
una parte de lo que cuesta
aquello que desean y usted
cubra la otra parte; a medida
que ellos vayan desarrollando
este hábito y vean que
pueden alcanzar cosas importantes,
querrán incluso
hacerlo solos; siempre incentive
esta actividad, pregúnteles
para qué están ahorrando
(aunque usted lo
sepa) y decida realizar algún
aporte como reconocimiento
a su esfuerzo.
También permítales realizar
algunas tareas con las
que puedan ganar algún dinero
extra, así el trabajo y el
ahorro empiezan a caminar
juntos en la vida de su hijo;
mejor aún es el ejemplo,
comparta con sus hijos el interés que tiene de ahorrar
para algún fin, algo que todos
puedan compartir y disfrutar,
por ejemplo: un día
especial con la familia que
incluya paseos y diversión
en los parques (ahora tenemos
muchas alternativas
para toda la familia y no son
onerosos), refrescos, sodas,
algunas golosinas, almuerzo,
una heladería por la tarde;
otra opción: un viaje a algún
lugar o ciudad; viajar en familia
es toda una experiencia,
son anécdotas, sensaciones
maravillosas que los hijos
van a recordar toda su
vida y usted también; finalmente
con la esposa pueden
planear ahorrar para comprar
algún electrodoméstico.
Yo sé que usted está pensando
en que esto lo puede
comprar al crédito y pagarlo
en cuotas, sí, es cierto.
No
obstante, recuerde el ejemplo
que les di en el capítulo
3, la compra de la cocina, la
diferencia de comprar ahorrando
y comprar al crédito
es tiempo y dinero; si ahorro,
compro mucho más barato,
solo que debo esperar tener
el dinero ahorrado; si compro
al crédito, lo podré obtener
rápido, pero a un costo
demasiado elevado.
Aquí vale la pena una vez
más insistir en que el ahorro
es anticiparse al futuro, así
que podemos empezar a
ahorrar ahora.
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