miércoles, 1 de agosto de 2012

Ejemplos

Ejemplo 1: Voy a ahorrar para comprarme un nuevo televisor. 
Ejemplo 2: La cena de fin de año. Si usted ahorra solo Bs 50 mensuales a fin de año tendrá Bs 600. ¿Qué puedo hacer con ese dinero? Si su familia es de cinco personas, sin duda que la cena está garantizada. ¿Adiós a los gastos reservados del esposo (para sus viernes de soltero) y esposa (para sus gustitos en las tiendas de ropa)? 
No queremos de ninguna manera juzgar sus actos, solo pretendemos entregarles algunos insumos para un correcto manejo y aplicación de las finanzas personales. Por un lado, los gastos ‘reservados’ no solo son nocivos para nuestra economía familiar, sino es una práctica que demuestra un gran egoísmo de nuestra parte, pensar en nosotros en lugar de pensar en toda la familia. ¿Se ha puesto a pensar lo que ahorraría con todo el dinero que gasta en cosas vanas y super fluas?, esto es igual a decir las cosas que le niega a su familia por pensar en usted. Lo invito a pensar en lo siguiente: anote cuánto gasta en un fin de semana con sus ‘amigos de los viernes’; ahora multiplique ese número por 52 (son 52 semanas que tiene el año). 
¿Quiere que hagamos números?, es que no son todos los fines de semana, solo la mitad… ¿Y las señoras, sus gastos en ropa, bisutería, spa? Al igual que los hombres, aunque con matices diferentes, experimentan sensaciones de vanidad y esto significa un derroche de dinero en la mayoría de los casos. 
Las estadísticas muestran en los datos que las mujeres en general tienen una alta tendencia a convertirse en compradoras compulsivas y esto demuestra por qué la industria de la belleza es una de las principales a nivel mundial y seguidamente la moda femenina. Si recordamos nuestra escala para ubicar nuestros gastos (cap. 3) en necesida- des, gustos o deseos, estos se encuentran en los dos últimos, por lo tanto no son de primera necesidad y la vida no depende de ellos; así podemos concluir que también en un sentido amplio es una muestra de egoísmo, porque piensan en ellas más que en los demás (al menos en ese momento), llevadas por la tendencia, la moda y la facilidad (revistas a pedido) incurren en gastos innecesarios, en muchos casos compran cosas que no van a usar cotidianamente o porque creen que están en oferta.

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