martes, 16 de junio de 2015

Marcelo Trigo Villegas, para ser ahora el nuevo gerente general del Banco de Crédito de Bolivia S.A.

Desde abajo, así comenzó Marcelo Trigo Villegas, para ser ahora el nuevo gerente general del Banco de Crédito de Bolivia S.A. El profesional, recientemente designado, destaca la institución en la que se desempeña y los futuros proyectos que tiene para seguir haciéndola crecer.

¿Qué se siente al ser el primer gerente boliviano del BCP?
M.T.: Me siento honrado por esta designación y también porque representa la coronación de un esfuerzo generacional de todos quienes nos formamos en el banco en estos 21 años de vida institucional. Aunque la nacionalidad no es un mérito en sí para ejercer una función gerencial, en el caso del Banco de Crédito tiene una significación especial e histórica porque es la primera vez que un profesional boliviano recibe la confianza de la corporación para hacerse cargo de la gerencia general. He realizado una carrera en el banco que abarcó diferentes espacios de responsabilidad y diferentes regiones del país, lo que me permitió atender las necesidades de clientes del eje central, pero también de Sucre y Potosí, donde pude reconocer nuevas facetas de Bolivia. También tuve la suerte de pasar dos años en Lima, Perú, trabajando en el área de riesgos del Banco de Crédito. Fue una experiencia extraordinaria en muchos aspectos, pero sobre todo en el de profundizar en el conocimiento de los secretos de un área como la de riesgos, que es central en el funcionamiento del banco.
De manera que estoy agradecido por la designación y por representar a una generación de funcionarios bolivianos que ahora se han hecho cargo del funcionamiento del banco desde la gerencia hasta la función más modesta dentro de la estructura.

¿Qué retos afronta en este nuevo cargo?
M.T.: Por delante quedan muchos desafíos. La banca debe renovarse e innovar continuamente si no quiere perder el paso. Estamos empeñados en seguir por ese camino, en un esfuerzo constante porque la apuesta por la modernidad y la innovación tecnológica represente siempre la posibilidad de servir mejor a nuestros clientes de todo el país. El Banco de Crédito ha mantenido desde su creación, hace ya 21 años, una premisa de cercanía al cliente, que nos ha permitido tomar el pulso constantemente a las necesidades de los bolivianos. De esa manera, creemos haber diseñado soluciones financieras siempre renovadas y actualizadas para satisfacer las expectativas de los sectores más diversos.

¿Cuál es la situación actual del sistema financiero en Bolivia?
M.T.: La situación general de la banca refleja, sin duda, la del país. Durante los últimos 10 años Bolivia ha experimentado una serie de importantes cambios políticos y sociales, pero sobre todo ha sido beneficiaria de una excepcional coyuntura externa, como nunca antes había ocurrido, que hizo posible un crecimiento promedio anual de aproximadamente el 5%. En general, los precios de las materias primas repuntaron significativamente con relación a lo que ocurría hacia fines del siglo XX y principios del XXI y consecuentemente los ingresos del país se multiplicaron, lo que permitió aumentar la inversión pública, generando una dinámica económica sin precedentes. Este movimiento se reflejó obviamente en los principales indicadores de desempeño de la banca. Hubo un incremento de los depósitos y de los montos colocados en diferentes rubros de actividad. También hubo un aumento de las utilidades y aquí quiero precisar, por ejemplo, el año pasado las utilidades del sistema llegaron a los 260 millones de dólares, pero aproximadamente 160 millones se capitalizaron, es decir, se reinvirtieron para permitir seguir apalancando crédito por una valor de hasta 10 veces ese monto, es decir unos 1.600 millones de dólares.

¿Hacia dónde se dirige el BCP en Bolivia?
M.T.: Desde su fundación en Bolivia hace 21 años, el Banco de Crédito BCP ha acompañado siempre el desarrollo del país en diferentes circunstancias y asumido desafíos diferenciados según el periodo en el que nos tocó trabajar. Incluso en momentos económicos críticos, como el vivido a fines del siglo pasado y principios de este, el BCP estuvo siempre promoviendo el desarrollo productivo del país a través del apoyo a una diversidad de emprendimientos y proyectos empresariales. Nuestra actividad en Bolivia ha estado siempre relacionada con una adecuada lectura de la realidad nacional, que nos ha permitido interpretar las expectativas e identificar las necesidades de todos los actores. Creo que hacia delante nos queda seguir innovando y renovando nuestras propuestas, siguiendo siempre con la premisa de mantenernos cerca de nuestros clientes. Nuestras tareas futuras se ajustarán también a lo dispuesto en el nuevo marco de regulación. En ese sentido, apoyaremos el desarrollo productivo a través de una política crediticia dirigida a financiar proyectos y emprendimientos de un amplio espectro de actores económicos. Trabajaremos, como lo hemos hecho hasta hoy, con las empresas más grandes, pero también fortaleceremos nuestra presencia en el sector de la Pequeña y Mediana Empresa y de la propia microempresa. De hecho, el crecimiento de la cartera orientada a PYMEs productivos fue de aproximadamente el 55% entre 2013 y 2014. El Banco de Crédito BCP ha compartido durante los últimos 20 años las expectativas de sus clientes, la de índole empresarial, pero también aquellas de orden familiar y, dentro de estas, el tema de la vivienda ha tenido siempre una gran relevancia.

De modo que cuando el gobierno nacional impulsó la normativa vinculada al crédito hipotecario de vivienda social, nosotros habíamos desarrollado ya una tecnología que nos permitió adaptarnos rápidamente a la nueva situación. Como resultado de ello, alrededor de un tercio de los créditos del BCP están dirigidos a esta área.

Por último, con seguridad seguiremos trabajando en línea con la necesidad de aprovechar lo mejor de los avances tecnológicos para ponerlos al servicio de nuestros clientes.

Fuimos pioneros en proponer la tarjeta de débito y en ofrecer la comodidad de la espera en cajas con turnos asignados electrónicamente. También fuimos los primeros en ofrecer el Credidoken, dispositivo electrónico para la realización de transferencias seguras a través de internet. La idea, entonces, es seguir a la vanguardia en este aspecto.

¿Tiene Latinoamérica un sistema financiero fuerte y competitivo?
M.T.: Creo que la situación del sistema financiero en cada país es diferente. En todo caso, me gustaría referirme exclusivamente a lo que ocurre en Bolivia, que es el ámbito en el que nosotros desarrollamos nuestras operaciones. En ese sentido, puede asegurarle sin temor a equivocarme, que tenemos un sistema financiero sólido y con la capacidad de respaldar la dinámica del movimiento económico y productivo en el país.

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