jueves, 2 de agosto de 2012

Fomentar el ahorro en nuestros hijos

Coincidimos en que el ahorro es un hábito y debe ser cultivado y desarrollado; nuestros hijos sentirán responsabilidad y una gran satisfacción cuando producto de esta actividad o ‘sacr ificio’ logren algo que para ellos es de mucha significancia. 
No solo ven en aquello que han logrado, el fruto de haber dejado de hacer o gastar en otras cosas y que valió la pena hacerlo, sino que sin duda alguna, tiene para ellos un valor muy grande, muy por encima de su precio. Ese valor intangible se traduce en seguridad, realización y gozo. Empecemos por cosas sencillas, económicas y fáciles de alcanzar, desafíe a sus hijos a procurar algo para ellos, quizás sea algo que ellos desean y quisieran realmente tener. 
Una opción es que ahorren una parte de lo que cuesta aquello que desean y usted cubra la otra parte; a medida que ellos vayan desarrollando este hábito y vean que pueden alcanzar cosas importantes, querrán incluso hacerlo solos; siempre incentive esta actividad, pregúnteles para qué están ahorrando (aunque usted lo sepa) y decida realizar algún aporte como reconocimiento a su esfuerzo. 
También permítales realizar algunas tareas con las que puedan ganar algún dinero extra, así el trabajo y el ahorro empiezan a caminar juntos en la vida de su hijo; mejor aún es el ejemplo, comparta con sus hijos el interés que tiene de ahorrar para algún fin, algo que todos puedan compartir y disfrutar, por ejemplo: un día especial con la familia que incluya paseos y diversión en los parques (ahora tenemos muchas alternativas para toda la familia y no son onerosos), refrescos, sodas, algunas golosinas, almuerzo, una heladería por la tarde; otra opción: un viaje a algún lugar o ciudad; viajar en familia es toda una experiencia, son anécdotas, sensaciones maravillosas que los hijos van a recordar toda su vida y usted también; finalmente con la esposa pueden planear ahorrar para comprar algún electrodoméstico. Yo sé que usted está pensando en que esto lo puede comprar al crédito y pagarlo en cuotas, sí, es cierto. 
No obstante, recuerde el ejemplo que les di en el capítulo 3, la compra de la cocina, la diferencia de comprar ahorrando y comprar al crédito es tiempo y dinero; si ahorro, compro mucho más barato, solo que debo esperar tener el dinero ahorrado; si compro al crédito, lo podré obtener rápido, pero a un costo demasiado elevado. Aquí vale la pena una vez más insistir en que el ahorro es anticiparse al futuro, así que podemos empezar a ahorrar ahora.

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