En conclusión, existe un acervo importante de tecnologías y desarrollos digitales que están siendo empleados para controlar la pandemia. Todas ellas han permitido asegurar una mayor transparencia y confiabilidad en la información para los usuarios. También son importantes aquellas iniciativas que miden la propagación del virus, actualizan constantemente la cantidad de personas afectadas, difunden información en tiempo real y facilitan esquemas de diagnóstico y mitigación, buscando en esencia aplanar las curvas de contagio. Es por ello que el desafío en términos de política pública para promover una mejor respuesta de América Latina a la pandemia no debe enfocarse solamente en factores relacionados con la infraestructura y conectividad, sino que es fundamental impulsar simultáneamente aquellas condiciones que favorezcan el desarrollo y penetración de aplicaciones digitales y sistemas de información en tiempo real para beneficio de la población.
La implementación de servicios digitales debe considerar la incorporación de la resiliencia ante eventos de magnitudes como este y pasa por el diseño de planes nacionales de telecomunicaciones de emergencia (NETP). Esto es requisito esencial para las políticas del sector, diseñar procedimientos e implementar modelos de gobernanza que permitan gestionar y desarrollar infraestructuras con visión de resiliencia garantizando las plataformas digitales adecuadas para mantener las funciones del estado y las comunicaciones esenciales.
En este sentido, vale la pena consultar la plataforma REG4COVID de la UIT creada para ayudar a los gobiernos nacionales, reguladores y partes interesadas de la industria a compartir las mejores prácticas e iniciativas durante la crisis del COVID-19.
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