La tercera tecnología que contribuyó a reducir la propagación fue la amplia red de cámaras de video vigilancia que permitieron a las autoridades identificar a las personas que estuvieron en contacto con pacientes con el COVID-19. En 2019, Corea del Sur tenía más de un millón de cámaras de video vigilancia.
El uso de tecnologías digitales avanzadas sobre una infraestructura 4G robusta y 5G de reciente operación, así como el uso estratégico de datos, permitió al gobierno surcoreano convertirse en uno de los casos de éxito de combate al COVID-19. El rastro de contagiados por el COVID-19 no sirvió a las autoridades de salud, la información también se hizo pública a través de sitios web de los gobiernos nacional y locales y aplicaciones gratuitas para teléfonos inteligentes. Ambas mostraron la ubicación de las infecciones y ofrecían actualizaciones de mensajes de texto sobre nuevos casos locales. Lo anterior ayudó a la población a evitar zonas críticas de infecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario