Fortalezas y metas. Una dirección estratégica para un proyecto o meta de negocio permite que su empresa determine las fortalezas y debilidades. Además de crear un plan que mejor se adapte a estas características. Por ejemplo, si la empresa identifica su personal de ventas como una fortaleza, puede crear un plan estratégico diseñado para crear mayores ventas a través de programas de incentivos y capacitaciones más a fondo en ventas. Las metas para este plan se miden a través del desempeño de ventas de todo el personal, así como el desempeño de los vendedores individuales dentro del departamento.
Fortalezas y metas. En momentos como el que se vive actualmente, en continuo y veloz cambio, se podría pensar que hacer un análisis a mediano o largo plazo sobre el futuro no tiene sentido, dados los numerosos factores que crean incertidumbre. Sin embargo, la Planificación Estratégica debe abordarse como un plan vivo, adaptable y permeable continuamente a nuevas informaciones provenientes del entorno y de los grupos de interés. Por tanto, es importante emplear metodologías participativas en todo el proceso. Si una organización aborda la Planificación Estratégica desde este enfoque puede encontrar otras ventajas a esta herramienta.
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