martes, 17 de octubre de 2017

El emprendimiento, ante la necesidad y el riesgo



Numerosos son los hechos teóricos, prácticos y de experiencias que han definido conceptualmente los temas de emprendimiento – emprendedor, pero no debemos considerarlos como un tema trillado si en las universidades, centros tecnológicos y otras unidades de educación lo están tomando como un eje transversal, incluso en la realización de actividades que fomenten la creación de emprendimientos (negocios, empresas), teniendo de base la motivación de algunas personas inmiscuidas en el tema (docentes, capacitadores, conferencistas, etc.) y la ejemplificación del triunfo de emprendimientos a nivel internacional y de algunas a nivel nacional.

Pese a esto, es necesario acentuar y brindar un panorama que vaya más allá de los libros en un ámbito de contraste y transversalización entre la teoría y la realidad. Es importante inmiscuir a los estudiantes, profesionales u otras personas que se encuentran entre el debate interno de iniciar o no un negocio sobre las condiciones en que se enfrentará al momento de emprender, y no traducirse en meras charlas motivacionales.

Un emprendimiento debe nacer con una idea estratégica, con un horizonte trazado mediante objetivos y metas, sea a manera personal o empresarial. No es (o no debería ser) un acto generado sin una previa planificación, sin abordar mínimamente aspectos relacionados con los factores productivos y principios administrativos. Un emprendimiento, entonces, más allá de basarse en sueños e ilusiones debe pisar suelo y regirse a hechos estratégicos, enfocándose a las normativas y las formas de organización del Estado.

En nuestro medio existen dos grupos de emprendedores: los empíricos y los que se profesionalizaron en áreas respectivas a la conformación de una empresa. Determinar quién tiene más éxito conlleva otro análisis. Solo mencionaremos que estos dos grupos están influidos por la experiencia y la profesionalización y que buscan reducir el riesgo al momento de invertir.

Sin embargo en Chuquisaca, según la Global Entrepreneurship Monitor, los emprendedores presentan menos confianza en sí mismos para iniciar algún negocio, además que cuentan con una visión más corta en etapa inicial de poder exportar, con tan solo el 3%, a comparación de otros departamentos como Oruro, Tarija y Pando que, en la etapa inicial, tienen mayores aspiraciones para futuro en relación a la introducción de nuevos mercados.

“Emprender es como lanzarse a la piscina sin saber nadar”, dijo una vez una persona emprendedora en Sucre.

Teórica y prácticamente, reducir el riesgo conlleva hacer estudios de prefactibilidad, factibilidad, de mercado, planes de negocio y otros, donde aquellos negocios de formación carecen en su mayoría de un respaldo en inversión diferida para sobrellevar los gastos que conlleva hacer estos estudios, más aún si tomamos en cuenta que el 70% de las empresas a nivel nacional se encuentran dentro de un mercado informal y que el resto, al 2015, corresponden al 80% de empresas unipersonales, por lo cual algunos analistas mencionan a este como un aspecto negativo para el desarrollo y la oferta de fuentes de empleo.

Además, los emprendimientos de reciente generación cuentan con el riesgo de quebrar antes de los tres años.

Y a esto podemos adicionarle que Chuquisaca es uno de los departamentos con menor actividad emprendedora: un significativo porcentaje de emprendedores, especialmente mujeres, emprenden más por la necesidad que por la oportunidad que se les presenta.

De hecho, mujeres y hombres que emprendieron “por oportunidad” cuentan con mejor posición económica de sus empresas reinvirtiendo en las mismas, mientras que los emprendedores establecidos “por necesidad” buscan la generación de ingresos, en su mayoría, para el sustento personal y familiar.

Si bien existen espacios de ayuda para la generación de emprendimientos, aún se encuentran aislados y es importante que los gobiernos departamental y municipal, bajo su tuición establecida en el régimen autonómico, busque espacios de apoyo mediante normativas que favorezcan a las personas que cuenten con un emprendimiento.

lunes, 9 de octubre de 2017

Reingeniería humana



Daniel Guzmán S. Consultor de empresas

Cuando estudiaba en la universidad, en la materia de reingeniería discutíamos sobre si las empresas del medio la aplicaban. Los costos de implementar este concepto ya que son muy altos y principalmente el hecho de desaprender y volver a aprender no es fácil para todas las organizaciones.

A las empresas les cuesta dejar de lado su pasado y volver a empezar. Pero se preguntarán por qué nos referimos a este tema hoy y la respuesta la encontramos en el hecho de que si esta situación se da en las organizaciones, ¿no será que también ocurre con las personas?

Nos referimos a la reingeniería humana, relacionada al hecho de que las personas debemos buscar renovarnos permanentemente en valores y hábitos.

Un profesional amigo a quien admiro mucho me decía que la excelencia del ser humano se fragua a grandes temperaturas de sacrificio y esfuerzo porque sólo de esta forma podemos saber que estamos en un proceso de constante evolución. Esto sólo se logra trabajando constantemente en el concepto de reingeniería humana.

La reingeniería humana parte del hecho de que las personas no hemos sido convenientemente educadas para desempeñar con éxito una serie de funciones en las relaciones interpersonales y es necesario frente a esta realidad rediseñar los procesos de interrelación partiendo del crecimiento personal.

La reingeniería humana sostiene que las personas tenemos dos áreas de escasa preparación y que pueden hacer que la empresa donde trabajamos no cumpla con los objetivos de éxito. Estas dos áreas son: técnica de interrelación y técnica de crecimiento personal, en las que se debe trabajar y ser tomadas en cuenta por las firmas.

domingo, 8 de octubre de 2017

Rafael Bonnelly: 'La pérdida de empleo, ‘gran desventaja’ de lo digital'



Rafael Bonnelly, experto internacional en el desarrollo de negocios digitales, visitó Bolivia para compartir su experiencia con periodistas y personal de medios de comunicación de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz en eventos auspiciados por la telefónica Tigo.

— ¿Qué es un negocio digital?

— Es aquel que utiliza las plataformas electrónicas para resolver problemas y ofrecer nuevos productos y servicios que sirvan a un grupo de personas que no esté bien atendido. Gracias a los medios digitales, hoy en día tenemos no solo la capacidad de llegar a un público que antes no existía, sino de realizar transacciones con ese público. Con un click se puede comprar un producto sin estar en el lugar donde se lo vende, eso es negocio digital (...). Sin embargo, el llevar hoy los negocios tradicionales a lo digital conlleva cambios de procesos, de gente (...). El tener un negocio digital no implica no tener un negocio físico o analógico (...). Amazon, por ejemplo, te permite tener un libro descargándolo en tu teléfono desde su página web o te lo lleva hasta tu casa.

— ¿Los emprendimientos digitales son complementarios a los tradicionales?

— Los negocios tradicionales están cambiando de arriba a abajo debido a la existencia de los soportes digitales. Antes, por ejemplo, para adquirir un artículo tenías que ir hasta el lugar de venta a comprarlo. Hoy, lo primero que haces es buscarlo en internet, luego identificas los precios que te convienen y si quieres, vas hasta ese comercio para verificar la calidad del producto. Finalmente lo compras en ese momento o antes o después, cuando quieras, por internet. Es decir, tu proceso de compra cambia, primero haces un proceso de prospección. Eso está haciendo que la experiencia nuestra y lo que los centros comerciales están haciendo para atraer público sean totalmente distintos a lo que antes hacíamos. El mundo digital está influenciando en la relación que tenemos los compradores con la manera en que compramos.

— ¿El negocio digital puede reemplazar al tradicional?

— No, tenemos necesidades básicas que no se pueden modificar. El mundo físico no va a cambiar, pero todos los procesos de entrega se van a digitalizar. NdE. Un estudio de la multinacional de mercadotecnia Accenture Strategy calcula que la economía digital incrementará su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) del mundo de 22,5% en 2015 a 25% en 2020.

— ¿Cuáles son los beneficios y perjuicios de los emprendimientos digitales?

— Empecemos por los beneficios. Los negocios digitales son herramientas basadas en ideas que permiten resolver problemas de la sociedad. Existen aquellos que son netamente electrónicos como Facebook y Google, en los que hasta la publicidad es digital. Por otro lado, están los tradicionales que encuentran en lo digital recursos para sustentarse y mejorar (...). Las desventajas serían que siempre se necesitaría de energía eléctrica y la deshumanización de las transacciones, la falta del contacto cara a cara. Hoy en día tú llamas a cualquier empresa grande y te va a atender un robot, un software que te va guiando a través de tu experiencia con la marca. Finalmente, la gran desventaja es la pérdida de empleo, porque como ahora pueden contestar robots no se necesitan personas que atiendan (...). Los negocios digitales van a sustituir la labor de las personas. NdE. Un estudio de la firma internacional de auditoría PricewaterHouse Coopers publicado en la revista internacional Forbes da cuenta que el proceso de automatización causará que hasta 2025 al menos 140 millones de personas pierdan su empleo en el mundo, en especial gente que cobra en estacionamientos, carteros, cajeros de banco, telemarketeros, profesionales de social media, abogados, contadores, operadores de bolsa, médicos y choferes, entre otros.

— ¿Existen estrategias digitales para este tipo de negocios?

— Existen estrategias digitales para todos los negocios. Hay cosas que son negocios únicamente digitales y otros que utilizan plataformas digitales para hacer funcionar el negocio. En el mundo digital tú puedes comprar infinidad de cosas que solo existen en ese mundo y no las puedes tener en físico. En la actualidad existen monedas que son solo digitales. Por ejemplo, las criptomonedas como el bitcoin. La primera operación fue en 2010 y se utilizaron 10.000 bitcoins para comprar dos pizzas. Hoy un bitcoin vale $us 4.000.

— ¿Cómo ve el proceso de digitalización en Bolivia?

— La digitalización va a venir por el teléfono (inteligente). Hoy en día el 50% de la humanidad ya está conectado internet y se proyecta que para 2025 el 100% de las personas del planeta —excepto los recién nacidos— van a tener un smartphone con acceso a internet, eso quiere decir que el 100% de la población boliviana va a estar ahí. La digitalización en Bolivia ya está, así que las oportunidades (para establecer un negocio digital) son infinitas. Si antes llegabas a un pequeño sector de la población con el internet, (en el mediano plazo) vas a poder llegar a todos. Existe terror al cambio porque la gente cree que va a haber desempleo, pero no está pensando en todo lo bueno que puede pasar.

Datos:

Nombre: Rafael Bonnelly Ricart

Profesión: Economista y periodista

Cargo: Director ejecutivo de ClicLogix Americas

Pérfil:

Hace 27 años que descubrió las virtudes del internet

Realizó estudios universitarios de Economía en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña de Santo Domingo (República Dominicana). En 1992 fue director de la primera edición del suplemento The New York Times en español. Cuenta con especializaciones en: gestión y generación de ingresos, desarrollo de nuevos productos, marketing interactivo, marketing en redes sociales, marketing móvil y publicidad, y desarrollo de contenidos de negocios digitales. El dominicano es al momento empresario, inversionista, innovador y autor del libro especializado en el impacto de los medios sociales en el contexto global La huella social. Actualmente centra también su trabajo en la transformación de empresas de medios de comunicación en negocios digitales con tecnología de punta.

Una mirada a la economía social y solidaria



Cuando se habla de “economía social y solidaria” se confunde con el “modelo pluralista social y productivo”. Según estudios especializados, esta clase de economía aparece en Bolivia en la década de los 70 con tres grandes familias socioeconómicas: las cooperativas, mutualidades y asociaciones, y más tarde con las Organizaciones Económicas Campesinas, que son formas organizacionales adoptadas por campesinos en función de las actividades productivas, de comercialización y/o servicio y con la perspectiva de convertirse en empresas autogestionarias. En el contexto urbano se evidencia con la aparición de empresas no capitalistas que se constituyen en unidades productivas o microemprendimientos, iniciativa de una persona o grupo familiar, con la finalidad de generar ingresos que les permita cubrir las necesidades básicas. Generalmente se desarrollan en actividades económicas informales de autoempleo.

La economía social está definida operativamente como un conjunto de empresas privadas creadas para satisfacer las necesidades de sus socios a través del mercado, produciendo bienes y servicios, asegurando o financiando sus actividades económicas y en las que la distribución del beneficio y la toma de decisiones no están ligadas directamente con el capital aportado por cada socio, correspondiendo un voto a cada uno de ellos. Las actividades productivas, dentro de la economía social, responden a unos principios solidarios como son: la libre adhesión, la democracia interna, las ganancias limitadas, y el respeto a la dimensión humana en sus actuaciones. Por tanto, la economía social se estructura como la alternativa para corregir los efectos socioeconómicos generados por la difusión del mercado, conciliando a la vez el interés ciudadano y la justicia social.

Por su parte la economía solidaria está entendida como un escenario de recuperación del trabajo en tanto actividad que dignifica al ser humano y que, además de generar ingresos para la satisfacción de necesidades, pueda desarrollar potencialidades y originar transformaciones.

De esta manera, en el marco de la economía de la solidaridad, se gestan y desarrollan formas de trabajo autónomo con un rol sostenible más importante que cualquier otro factor productivo, entre ellos el capital. Es decir, tiene como propósito la generación de empleo para que los individuos puedan satisfacer sus necesidades antes que la generación de excedentes con el propósito de acumular capital. Esta forma de economía está conectada al mercado.

En este sentido existen tres posiciones diferentes respecto al término de “economía social y solidaria”. En primer lugar, los estudios que presentan argumentos referidos a mantener y consolidar el concepto de economía social y considerar la economía solidaria como un enfoque particular que no modifica sustancialmente sus elementos principales; en segundo lugar, los que indican que ambos términos son sinónimos, y en tercer lugar los que persisten en la separación de ambos términos bajo la justificación de respetar sus identidades diferenciadas.

Tanto la economía social como la solidaria están conectadas al mercado pero no son parte del sector estatal ni del mercantil, no son intensivas en uso de capital; hacen uso de otros recursos, como el natural, el humano, el técnico y otros.

Considerando estos aspectos a la hora de evaluar las actividades económicas, no se pueden calcular rentabilidades financieras ni rendimientos económicos privados sin tomar en cuenta las particularidades antes mencionadas.

Más bien, debería considerarse la construcción de indicadores que permitan medir sus rendimientos sin el factor capital; es decir, surge la necesidad de establecer criterios propios que expliquen los impactos —a nivel microeconómico y macroeconómico— de estas actividades económicas, que funcionan dentro del mercado capitalista y que en ninguna época ni administradores del Estado ni políticas públicas han tomado en cuenta.