lunes, 15 de mayo de 2017

Jorge Téllez: “Las reservas de ideas valen tanto como las de gas”

ESPECIALISTA | JORGE TELLEZ RECUERDA LA IMPUNE ACTUACIÓN DE LA CERTIFICADORA DE GOYLER & MCNAUGHTON QUE HASTA 2005 INFLÓ LAS CIFRAS DE LAS RESERVAS DEL PAÍS. ASEGURA QUE, MIENTRAS NO SE CAMBIE DE ESTRATEGIA, EN EL MEJOR DE LOS CASOS SE DESCUBRIRÁN 5 TCF DE GAS HASTA 2025.

Es profesional experto en el área y cuenta con décadas de experiencia en los diversos departamentos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Jorge Tellez Sasamoto aboga por una renovación técnica y tecnológica en la petrolera estatal para superar su creciente crisis de producción. En esta charla con OH! recuerda que en otras décadas se vivieron situaciones similares.



OH!: El escenario hidrocarburífero boliviano se ha complicado: no sólo que bajaron los precios, sino que el país aún no halla nuevas reservas. ¿Considera que se han agotado las reservas bolivianas de gas o simplemente no se ha sabido ubicarlas todavía?

Es evidente que faltan reservas. A la Argentina ya debíamos estarle vendiendo 27 millones de metros cúbicos de gas por día y tan sólo se le vende entre 15 y 6 millones. Eso debía basarse en dos factores: el gasoducto al norte argentino y la constatación de nuevas reservas en Bolivia. Ese ducto tenía que llevar el gas boliviano a diversas provincias argentinas. Pero el Gobierno de ese país optó por no construir esa obra debido a que no estaban garantizadas las reservas bolivianas y el gasoducto implicaría un gasto bastante elevado.

Me parece que se invirtió muy poco en exploración, en lo que se llama el upstream. Calculo, grosso modo, que menos del 10 por ciento de lo invertido en el sector hidrocarburos. Se confió demasiado en las reservas que ya habían sido descubiertas, pero ya empezó a apretar el zapato. En este momento se está consumiendo un trillón de pies cúbicos (TCF) de gas al año, en la exportación de gas a Argentina y Brasil más el mercado interno. Eso implica que nos queda gas sólo para aproximadamente siete años.

OH!: ¿Qué pasó con ese bajón de expectativas y las empresas certificadoras que hace años prácticamente nos decían que vivíamos sobre un colchón de gas?

Bueno el año 2010, la Ryder Scott hace una certificación de reservas y dice que 10 TCF. Luego, en 2014, viene una empresa canadiense, la GLJ, y dice que hay 10,45 y hasta 12 TCF. Lo terrible fue con la DeGolyer & MacNaughton Ellos tenían un contrato con Bolivia para que durante 10 años cada 1 de enero informen al país la cantidad de reservas que había. ¡Llegaron a proyectar que teníamos 70 TCF, a confirmar más de 20 TCF! Y de pronto, el año 2006 desaparecieron.

De la noche a la mañana, el 5 de abril de 2006, mandan una carta terrible al Gobierno. Allí dicen que, tras realizar nuevos estudios, descubrieron que la cantidad de reservas de Bolivia no era la que habían informado hasta entonces, sino: ¡un 42 por ciento menos! Avisaron que en realidad había menos de 10 TCF de los anunciados, es decir, una cantidad mayor a todo lo que se ha exportado a Argentina y Brasil en 20 años. ¡De un plumazo hicieron desaparecer más de 10 TCF!

Habían además inclumplido su contrato porque tenían la obligación de publicar cada 1 de enero su informe en los periódicos. Ese año 2006 no lo hicieron, enviaron esa escandalosa carta el 5 de abril y luego desaparecieron hasta hoy. Lamentablemente, no se los procesó internacionalmente porque cometieron un grave delito.

Luego, hasta 2009, a las otras certificadoras les resultaba muy incómodo venir a revisar las cifras de la DeGolyer & MacNaughton por semejante “error” de inflar las reservas bolivianas.



OH!: Pero es un delito que además afecta a Brasil y Argentina cuyas expectativas en buena medida se hallan en el potencial boliviano.

Sí, pero ellos se aseguran y recontra aseguran antes de invertir. Permítame contarle una anécdota. Justamente en 2006 llegó a Bolivia quien en los años 70 había sido presidente de Petrobras y luego Ministro de Energía de Brasil, Shiyaki Oeki. En 2006, ya era ejecutivo de una empresa privada, pero en su visita manifestó su interés por conocer al entonces Ministro de Energía Andrés Soliz Rada.

Oeki explicó que en los 70 fue testigo de una injusticia que se cometió con Soliz Rada. Contó que esa vez supieron en Brasil que a Soliz, como a Marcelo Quiroga Santa Cruz, los acusaron de hacer fracasar las ventas de gas a ese país. Esa vez, en plena dictadura, los militares llegaron a amenazarlos de muerte. Pero Oeki aclaró que lo que pidieron era lo más correcto y coincidía con la decisión brasileña: que se certifique si había reservas suficientes como para firmar un contrato por 30 años. Recuerdo que Oeki y Soliz llegaron a conversar, y seguramente Andrés recibió ese reconocimiento con una profunda alegría interior.

Con esto voy al hecho de que los brasileños juegan a lo seguro, entonces saben si hay la capacidad de exportarles. Ellos, para firmar el contrato en los 90, debieron transformar su matriz energética de diésel a gas. Luego tuvieron que invertir miles de millones de dólares en ductos y demás. No arriesgan nada.



OH!: Y ahora, ¿Qué están haciendo con vistas a la firma de un nuevo contrato en 2019?

Lamentablemente, en los últimos 10 a 11 años, en Bolivia sólo se ha podido descubrir 1 TCF, lo hizo la francesa Total en Incahuasi. Luego algunos otros pozos mucho menores que habría que analizar. Nada más. En los hechos, se ha incrementado 1 TCF y algo más. Para descubrir Incahuasi se invirtieron 80 millones de dólares.

Por lo demás, YPFB con Repsol perforó el pozo Sararenda X1 en Camiri, costó 60 millones de dólares, no se halló nada. Luego, más costosa aún resultó la búsqueda en el norte de La Paz. Allí se gastó por lo menos 100 millones de dólares, y pese a tantas y tantas esperanzas y especulaciones de décadas, no se halló nada.



OH!: ¿Son señales de que ya no hay más reservas de gas en Bolivia?

Según los propios proyectos del gobierno en sus planes de desarrollo hacia 2025 y 2035, a lo mucho se podría descubrir 5 TCF más. Eso, obviamente no alcanza para mucho. Sin embargo, no es la primera vez que surge ese fantasma de “se acaba el gas” o “se acaba el petróleo”. Esas voces las he escuchado varias veces desde que estaba en la universidad. En este campo si hay unas reservas que valen más que ninguna, son las reservas de ideas. Las reservas de ideas valen tanto como las de gas.

Basta ver lo que pasó en Estados Unidos en estos últimos 12 años. Ellos estaban en una gran crisis a fines de los años 90. Llegaron a importar 10 millones de barriles de petróleo cada día. Imagínese que Bolivia refina 50 mil diarios y ellos tenían que comprar 10 millones más lo que producían. Compraban esa cantidad de los países árabes, 8 millones, y de Venezuela, 2 millones. Era un riesgo total tanto para su seguridad como para su economía. Peor en un mundo que es adicto a la energía y una energía global que viene sobre todo de los hidrocarburos. Entonces, se pusieron a trabajar ideas e innovaron los procesos de perforación, búsqueda y hallazgo de nuevos tipos de reservorios. Se dieron modos para bajar costos y empezaron a producir. Y, de lo que compraban 10 millones de barriles de petróleo cada día, ahora exportan. Son los responsables de que el precio del barril de petróleo haya bajado de 150 hasta 26 dólares.

A los argentinos les vendemos 15 de los 150 millones de metros cúbicos de gas que consumen cada día. Para garantizarse ese alto nivel consumo han empezado a desarrollar otro tipo de campos en Neuquén. Perforaron en un año 200 pozos, en ese año Bolivia perforó tres. Brasil, al que vendemos 30 millones de metros cúbicos de gas de los 90 que consume, se organizó para descubrir hidrocarburos en el Presal. Un reservorio ubicado a 300 kilómetros de sus costas y a 5.000 metros de profundidad.

En ese proyecto desarrollaron la técnica de perforación en costas más avanzada del mundo. Venden esa tecnología y equipos incluso a EEUU e Inglaterra. Por eso digo que a veces sólo se terminan las ideas y no las reservas en realidad, y eso no debe suceder. Hay que impulsar nuevas ideas, las mejores, y con personal muy bien capacitado.



OH!: ¿Cree que sean exitosas las iniciativas de exploración en áreas protegidas como Tariquía? YPFB considera, por ejemplo, que hay potencial en Astilleros y San Telmo.

No, dudo mucho, considero que no encontrarán. Para superar esta crisis energética en la que ha entrado Bolivia requerimos personal y tecnología apropiados. Hace mucho que no hay eso, no ha habido expertos a cargo de Yacimientos desde hace ya mucho tiempo.

Ya desde el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se desmanteló una empresa que tenía un personal boliviano y muy bien especializado. Basta recordar que quienes descubrieron los megacampos fueron técnicos bolivianos de aquel YPFB. Si todo demuestra que en 1990, con la experiencia de la perforación del pozo Bermejo x43, se perforó el pozo san Alberto x-9. Y ese 10 de octubre de 1990 se anunció el hallazgo del megacampo emblema del boom del gas boliviano. Hay que recuperar esa capacidad técnica y tecnológica que teníamos para hallar nuevos reservorios.
Perfil

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Jorge Téllez Sasamoto
Rafael Sagárnaga

Jorge Téllez Sasamoto

Es ingeniero en hidrocarburos, trabajó durante más de 20 años en YPFB en la mayoría de sus áreas especializadas. Fue Viceministro y Superintendente de Hidrocarburos. Ejerce la cátedra universitaria y es autor del libro “Geología del petróleo y del gas natural”.

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