martes, 17 de mayo de 2016

Alberto Zelada Castedo “No existe, en sentido estricto, ninguna economía blindada”



Profesional chuquisaqueño de una larga y exitosa trayectoria a nivel nacional e internacional, el doctor en Derecho Alberto Zelada Castedo es abogado, diplomático y, entre otros cargos de alto rango, fue viceministro de Relaciones Exteriores y Culto (2001-2002), en cuyo ministerio desempeñó además funciones vinculadas con la economía.

También trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y fue miembro del Comité Jurídico Interamericano de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Experto en integración, fue miembro de la nómina de árbitros dentro del sistema de solución de controversias del Mercosur y de la de expertos dentro del régimen de solución de controversias del Acuerdo de Complementación Económica Argentina – Chile.

Catedrático, entre otras, en las universidades Nacional de La Plata y Belgrano de Buenos Aires, Argentina, en la Andina Simón Bolívar (sede Ecuador) y en el Instituto de Estudios Internacionales, Universidad de Chile. Actualmente reside en Santa Cruz de la Sierra.

Zelada concedió a CAPITALES la siguiente entrevista que, considerando la relevancia del personaje y el valor de sus respuestas, dividimos en dos partes. La segunda y última, en la que se referirá a la deuda externa pública y dirá si estamos cerca o lejos de una recesión, se publicará el próximo martes 24 de mayo.

CAPITALES (C). De acuerdo con las últimas estadísticas globales publicadas por el FMI, este año el mundo tendría un crecimiento moderado del orden del 3.2%, dos puntos por debajo del promedio de la década pasada. Según su experiencia, ¿estos datos deberían preocupar o es parte de un reacomodo de la economía que ya viene en crisis?
Alberto Zelada (AZ). Las estimaciones sobre el ritmo de crecimiento de la economía global no son alentadoras y, por lo tanto, causan una justificada preocupación. Sin embargo, más preocupantes son los vaticinios sobre el posible desempeño de algunas de las economías nacionales y regionales más importantes, como las de China y la Unión Europea. De igual manera, sobre el aún débil crecimiento de la economía de Estados Unidos y la caída, lindante en la recesión, de economías emergentes como las de Rusia, Brasil y África del Sur.
Este panorama poco alentador se compensa con las buenas noticias que llegan sobre el fuerte dinamismo de la economía de la India y de varios países de África. En el caso de América Latina, el panorama general tampoco es alentador, a pesar de que algunos países, como Perú, Panamá y Bolivia, ofrecen posibilidades de un mejor desempeño.

C. ¿A qué atribuye usted este momento de incertidumbre que vive el planeta en materia económica?
AZ. Son muchos los factores que determinan esta situación. Con todo, son relevantes la ralentización de la economía china, el estancamiento de las economías de la Unión Europea y Japón y la caída de varias economías emergentes.
Desde otro punto de vista, es significativo el reacomodo a la baja de los precios de los productos primarios, como el petróleo y otros necesarios para la industria y de los productos agrícolas. Para algunos países y regiones, no menos significa la lenta recuperación de los sectores financieros y la incertidumbre en el desempeño de algunos de ellos.

C. ¿Cree que Bolivia está “blindada” frente a la crisis internacional? ¿Qué recomendaría a las autoridades de Economía frente a este panorama?
AZ. Dada la alta interdependencia que caracteriza a la economía global no existe, en sentido estricto, ninguna economía “blindada”. Por esta razón, lo aconsejable es que nuestras autoridades examinen, elaboren y apliquen las políticas económicas anticíclicas que sean necesarias en cada momento.
Por ejemplo, la caída del precio del petróleo, al provocar la caída del precio del gas natural —nuestro principal producto de exportación—, afecta seriamente el nivel de nuestros ingresos externos. Este puede provocar dos fenómenos: un creciente déficit en la balanza comercial y un inminente déficit fiscal. Esto último debido a la alta dependencia de los ingresos del tesoro del precio del gas.
Para hacer frente a esta situación y evitar, en lo posible, crisis futuras, existen, a primera vista, tres posibles políticas o medidas anticíclicas: 1) liberalizar el tipo de cambio de nuestra moneda, incluyendo una posible devaluación o flotación del tipo de cambio, 2) elevar los derechos aplicables a la importación, o 3) aplicar algunos instrumentos propios de las denominadas restricciones no arancelarias al comercio de importación.
Por el momento, nuestro gobierno ha optado por esta tercera opción al establecer el régimen de licencias a la importación. Está probado que, en general, las restricciones no arancelarias y, en especial, las licencias de importación, no son eficientes y son de difícil administración. Por una parte, distorsionan el sistema de precios internos y, por otra, crean incertidumbre en el mercado al hacer depender la entrada de bienes a nuestra economía de criterios poco claros.

Además, estas medidas puede que estén en contraposición con los compromisos de liberalización del comercio que nuestro país ha contraído en la Organización Mundial del Comercio y en esquemas de integración económica regional de los que forma parte.
El futuro dirá si esta política logra los resultados que se buscan. En todo caso, toda medida anticíclica, como esta, deber ser necesariamente transitoria.

“Preocupan los vaticinios sobre el posible desempeño de algunas de las economías nacionales y regionales más importantes, como las de China y la Unión Europea. De igual manera, sobre el aún débil crecimiento de la economía de Estados Unidos y la caída, lindante en la recesión, de economías emergentes como las de Rusia, Brasil y África del Sur”.

Alberto Zelada Castedo

Estos son algunos de los cargos que desempeñó el doctor Alberto Zelada Castedo a lo largo de su vida profesional:
- Cónsul General de Bolivia (Embajador) en Chile (1990-1994)
- Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Gobierno de la República Oriental del Uruguay (1970-1972)
- Embajador Representante Permanente en el Comité Ejecutivo Permanente de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) (1969-1972)
- Viceministro de Relaciones Exteriores y Culto (2001-2002)
- Director de la Unidad de Análisis de Política exterior en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (1997-2001)
- Miembro del Consejo Consultivo Permanente de Relaciones Internacionales (1994- )
- Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (1978-1979)
- Subsecretario de Relaciones Exteriores (1967-1969)
- Asesor Económico en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (1966-1967)
- Director General de Asuntos Económicos del mismo ministerio (1966)
- Director del Departamento Jurídico del mismo ministerio (1965-1966)
- Cónsul General de Bolivia (Embajador) en Chile (1990-1994)
- Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante el Gobierno de la República Oriental del Uruguay (1970-1972)
- Embajador Representante Permanente en el Comité Ejecutivo Permanente de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) (1969-1972)
- Asesor del Secretario Ejecutivo de la ALALC (1974-1979)
- Jefe del Servicio de Información de la Secretaría de la ALALC (1972-1974)
- Director-Secretario de la Junta del Acuerdo de Cartagena (1979-1982)
- Secretario de la Comisión del Acuerdo de Cartagena (1979-1982)
- Jefe del Sector Jurídico-Institucional del Instituto para la Integración de América Latina (BID/INTAL) (1982-1988)
- Miembro del Comité Jurídico Interamericano de la OEA (1994-1998 )
- Gerente General y Director-Asesor de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (1994-1994 y 1994- 1997)

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