viernes, 30 de octubre de 2015

El responsable de Bayer en Bolivia se refiere a la situación de la empresa en el país y los sectores en los que se viene trabajando,

Día miércoles, son las 19:30. Daniel D' Andrea, director de Bayer CropScience en Bolivia y Protagonista de esta semana, acaba de salir de una reunión para responder a esta entrevista. D'Andrea nació en Brasil y lleva trabajando en Bayer cerca de 20 años, de los cuales dos y medio los ha pasado en Bolivia. Hace unos días Bayer participó en Vidas 2015, uno de los principales eventos agrícolas que se realiza a nivel nacional.

¿Desde cuándo está Bayer en Bolivia?
D.D.: Como entidad legal estamos nueve años, pero desde 1997 trabajamos con los distribuidores en Bolivia. Nuestros productos se concentran en dos áreas: la agrícola donde se comercializan insumos para la protección de cultivos, y la farmacéutica donde se venden medicamentos y productos de consumo, como la aspirina.

¿Cuáles son los productos que más se comercializan en Bolivia?
D.D.: Actualmente el área donde más se trabaja, en la comercialización de los productos, es en el agrícola. La venta de insumos para la protección de cultivos, junto a otros productos relacionados con el tema de la agricultura representa el 70% de la venta de Bayer en Bolivia.

¿En qué consiste este nuevo producto agrícola Oberon?
D.D.: El mismo es un insecticida con un novedoso mecanismo de acción que le permite actuar de manera eficiente sobre los ácaros y la mosca blanca, dos plagas que atacan a la soya. Las mismas se han incrementado en las últimas temporadas en los cultivos en Bolivia, y traen muchos prejuicios a los agricultores disminuyendo hasta un 40% su rendimiento. Así que Oberon viene como una moderna herramienta para manejar estas dos plagas.

¿Cuentan con programas de responsabilidad social?
D.D.: Bayer cuenta con importantes programas de responsabilidad social. Uno de ellos apoya a Campo Limpio, que es un programa que maneja el reciclaje de envases, por ejemplo, y así evitar la contaminación ambiental y la de personas. Como el mencionado tenemos varios programas de responsabilidad social que manejamos.

¿Cuáles son los problemas que tiene el sector agro?
D.D.: En Santa Cruz creo que el tema de la agricultura viene desarrollándose en los últimos años con mucha fuerza. El sector, los productores y las empresas que lo conforman, cada año implementan las novedades y lo último en tecnología. Pero aún faltan implementar algunas cosas, como la biotecnología, que podría ayudar aún más al crecimiento del sector agrícola en la región.

Y en lo referente al sector farmacia ¿Qué opina de los medicamentos que ingresan por contrabando al país?
D.D.: Esto es un peligro para los usuarios porque ponen en riesgo su salud, ya que estos pueden ser falsos o manipulados, así que nuestra recomendación es que usen productos de marcas reconocidas y que sean recomendados por los médicos para que no tengan problemas posteriores de salud.

¿Qué participación tiene Bayer en el mercado agrícola en Bolivia?
D.D.: Bayer es una de las tres empresas principales en Bolivia, en lo que se refiere a productos de protección de cultivos agrícolas. Por ello continuamos trabajando para aumentar nuestra participación.

¿La devaluación de la moneda en países vecinos afectará en algo las metas de bayer para la presente gestión?
D.D.: No, nosotros sufrimos la influencia de esa devaluación debido a importaciones ilegales, contrabando o la propia disponibilidad de productos que entran de manera más barata, pero mantendremos nuestra estrategia local de ofrecer las mejores herramientas para nuestros clientes, como por ejemplo el producto Oberon.

En bayer ¿qué proyectos se tienen a corto y largo plazo?
D.D.: En lo referente al área agrícola, queremos seguir importando nuevas herramientas que puedan aportar al sector agrícola boliviano. En lo referente al área de la farmacéutica, nuestro equipo se encuentra desarrollando y registrando nuevos productos que serán un aporte contras los males actuales en Bolivia.

'Los insumos agrícolas representan el 70% de la venta total de los productos que comercializa y distribuye Bayer en Bolivia'.


sábado, 24 de octubre de 2015

entrevista exclusiva de CAPITALES al presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB)



Primera parte de la entrevista exclusiva de CAPITALES al presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, quien se refiere al conflicto con el Gobierno por el pago del doble aguinaldo y por la supuesta falta de inversión.

CAPITALES (C). ¿Qué está percibiendo usted en su visita a las distintas capitales del país respecto al pedido de los empresarios sobre el doble aguinaldo?
Ronald Nostas (RN). Hemos hallado una coincidencia casi absoluta en sentirse discriminados, sentirse presionados de recibir imposiciones no acordadas, no previamente discutidas.
La realidad es que a un sector fundamental en la economía, el desarrollo y el progreso de este país, que no se lo tome en cuenta en el diálogo, la discusión y su participación, donde podamos hacer propuesta, mostrar nuestra visión y, quién sabe, hacer también propuestas alternativas de cómo se podrían lograr ciertos objetivos que tiene el Gobierno de otra manera, sin que el aparato productivo sea puesto en riesgo, sin que el crecimiento del país sea puesto en riesgo, me refiero a nivel de inversión privada, sin que la generación de nuevas fuentes de empleo sostenible, sustentable, sin que haya un incentivo a la generación de empresas grandes que puedan asimilar un impulso a la generación de nuevas fuentes de empleo, pues se tome en cuenta.

C. Hay dos realidades: una, con la norma sobre el pago del doble aguinaldo, y otra que marca que los empresarios no pueden cumplir. ¿Habrá una intermedia?
RN. (Se ríe) Complicado lo veo yo por lo que he visto en las posiciones de nuestros ministros, pero, bueno, es una realidad que el doble aguinaldo es un decreto de cumplimiento obligatorio para todos los bolivianos y bolivianas, eso no lo vamos a discutir, pero otra cosa es la realidad.
¿Y cuál es la realidad, totalmente demostrable? Es que ha habido regiones que no han tenido el crecimiento para poder cumplir con lo que el decreto pone como base, que es el 4.5 por ciento de crecimiento para ser ejecutado, puesto en práctica. Hay sectores que no solamente no han crecido, sino que han decrecido incluso, según los datos preliminares que tenemos.
Es por eso que la Confederación ha dicho: “Señores, no vamos a definir una posición nacional mientras no tengamos unos datos oficiales”. Porque los datos oficiales nos van a permitir hacer un análisis regional y un análisis sectorial y, en función a eso, llevarle al Presidente (Evo Morales) nuestras inquietudes. En ningún momento vamos a entrar en la confrontación de decir: “no queremos pagar”, porque es de cumplimiento obligatorio, pero el problema es: ¿le van a meter la mano al bolsillo, obligar a pagar a algunos sectores que no tienen para pagar, a regiones que no tienen las condiciones para que sus sectores puedan pagar? Porque las realidades sectoriales en las regiones son totalmente diferentes una de otra. O sea, un sector industrial puede estar muy bien en Santa Cruz pero en Potosí, en Oruro, en Tarija, en Sucre, puede estar mal. Entonces, las realidades sectoriales también varían de acuerdo a las realidades de la región.
Eso nos va a permitir transmitirle a nuestro presidente, le hemos pedido ya una reunión hace unas semanas, para que nos escuche y nosotros, una vez tengamos los datos finales, podamos decirle: “Presidente, esta es nuestra apreciación, este es el riesgo que se corre”. Y en ningún momento decir: “no queremos pagar”, en ningún momento decir: “no estamos de acuerdo con que el Gobierno busque mecanismos para que los trabajadores tengan mejores condiciones de vida, mejores accesos, etc.”. Pero definitivamente lo que tiene que quedar bien claro es que una cosa es no querer y otra cosa es no poder. Nosotros, no es que no queramos; lo vuelvo a decir: es de cumplimiento obligatorio. El asunto es que hay regiones y hay sectores que no pueden, ¿qué vamos a hacer con esas regiones y esos sectores? Es la respuesta que ellos tienen que darle al pueblo boliviano.
El asunto es que hay regiones y hay sectores que no pueden, ¿qué vamos a hacer con esas regiones y esos sectores? Es la respuesta que ellos tienen que darle al pueblo boliviano. No somos nosotros, porque ellos han impuesto esa norma; entonces, lo que tienen que responder es qué va a suceder con esos sectores y esas regiones, y cómo las van a incentivar y cómo van a equilibrar un poco esas desigualdades que se van a generar por la imposibilidad de pagar y de dónde van a salir los fondos.

C. ¿Hay recelo sobre los números del Gobierno en cuanto al crecimiento económico? La Cepal, el FMI y el Banco Mundial han bajado las proyecciones. ¿Ustedes manejan datos sobre el crecimiento real del país?
RN. Por eso es que hemos mantenido una posición firme al respecto. Vamos a empezar a hacer el análisis y vamos a dar nuestro criterio posteriormente tengamos los datos finales, que tienen que salir de las instituciones llamadas a hacerlo y que han sido creadas para eso, como es el INE y el Banco Central.
Hemos escuchado con preocupación los cálculos que han hecho y que parten de la Cepal, por un lado, y por el Banco Mundial del otro lado, donde ponen el crecimiento del país en alrededor del 4 y 4.1 por ciento. Pero, creo que debemos ser respetuosos de las instituciones nacionales y, definitivamente, si bien nos preocupan un poco esos datos, por las diferencias que existe, vamos a esperar qué dicen estas instituciones, los datos que va a dar oficialmente el INE, que es el llamado a serlo, como el Banco Central.

C. El Gobierno reclama mayor inversión privada, ha dicho que el país no crece lo suficiente porque ustedes no invierten más...
RN. Quien hace las normas es el Gobierno, no los empresarios. Entonces, el que tiene que responder por qué los empresarios no invertimos más es el Gobierno. ¿Usted cree que los empresarios, en nuestro ímpetu, en nuestra posición de generar riqueza, de poder avanzar, vamos a retacear la inversión? ¡Nunca! El empresario es un hombre que nace de un sueño que se vuelve empresa, que se vuelve una realidad, y no va a desaprovechar oportunidades que le brinda el país de hacer crecer su empresa y generar fuentes de trabajo porque es parte del rol del empresario. Entonces, nosotros no hacemos las normas.
Habrá que preguntarse en algún momento si el clima de inversión, si el clima de negocio en Bolivia es el adecuado. Estas imposiciones como el doble aguinaldo, por ejemplo, ¿qué efecto tienen psicológicamente en los empresarios nacionales y extranjeros? ¿Nos genera confianza, nos genera seguridad para poder invertir o no? Normas, por ejemplo reglamentos como los que ha estado sacando el Ministerio de Trabajo, generan, aunque no queramos, un detrimento de lo que es la confianza en el clima de inversión. Tenemos una contraparte que es el Gobierno, que tiene que responder su parte y nosotros vamos a responder la nuestra.
Nosotros hemos asumido un compromiso con nuestro presidente, nos ha pedido que invirtamos 3.000 millones de dólares para poder apalancar ese crecimiento del 5%; es un tácito reconocimiento al valor que tiene la inversión privada en nuestro país, que no se daba desde hace mucho tiempo. Nosotros hemos asumido como un desafío ese pedido del Presidente y hemos dicho que vamos a hacer todos los esfuerzos para lograrlo, y lo estamos haciendo pese a todo este tipo de contrariedades de las cuales somos objeto, y contraposiciones, y contrarrutas en muchos casos, porque han sucedido cosas que… un día estamos negociando una Ley de Conciliación y Arbitraje, que es algo muy bueno para el país, para todos los empresarios tanto nacionales como extranjeros, y exactamente al otro día nos sacan una resolución que nosotros consideramos que no tenía ninguna razón y no tiene ningún tipo de lógica, donde nos obligan a pagar el incremento salarial que corresponde a la gestión del 2014, a los trabajadores que hemos contratado en el 2015.
Ese es un golpe duro a una generación de confianza que nace del presidente Evo; en eso ha sido claro, pero los ministerios van en contrarruta con este tipo de decisiones, que en un momento determinado generan inestabilidad y un retroceso en el clima de inversión.

"Estas imposiciones como el doble aguinaldo, por ejemplo, ¿qué efecto tienen psicológicamente en los empresarios nacionales y extranjeros?"

"Hay sectores que no solamente no han crecido, sino que han decrecido incluso, según los datos preliminares que tenemos"


miércoles, 21 de octubre de 2015

Debemos oír a neurocirujanos, no a banqueros, sobre cometer errores

La semana pasada el jefe ejecutivo de UBS les dijo a todos los banqueros que trabajan para él que de ahora en adelante estaba bien cometer errores. Una cultura en la cual todo el mundo estaba horrorizado de tomar riesgos, dijo Sergio Ermotti, no servía a los intereses del banco ni a los de sus clientes.
Qué madurez, fue la reacción. Qué refrescante escuchar al jefe de un banco reconocer que hace falta tomar riesgos y que a veces se cometerán errores honestos. Pero no era madurez. Era locura.
De cierto modo limitado, lo que dijo tenía sentido. La característica principal de los riesgos es que son riesgosos, y las cosas riesgosas tienden a ir mal. Los lugares donde las personas son castigadas por cometer el menor desliz tienden a no ser lugares donde se toman las mejores decisiones.
Pero la solución no es decirles a los banqueros que está bien meter la pata. Los errores nunca están bien. Y no están nada bien en el mundo de los bancos. Si yo fuera cliente de UBS estaría extremadamente disgustada en saber que a los banqueros a quienes yo les estaba entregando una fortuna se les había dicho que cometer errores era perfectamente aceptable.
¿Fracasar mucho?
Esta tontería de amar los errores es una exportación de Silicon Valley, donde "fracasa rápido y fracasa mucho” es lo que pasa por sabiduría. Los errores han sido elevados a tal nivel que hacer algo mal se considera más admirable que hacerlo bien.
Una compañía que se atreve a ser diferente es Amazon. Entre sus valores está la sediciosamente sensata noción de que los líderes "tienen la razón, la mayoría de las veces”. En vez de ahogar la innovación, esto parece haber logrado lo contrario. En la lista de Forbes de las empresas más innovadoras del mundo de 2015, Amazon es número ocho. Facebook y Google, que tanto han hablado de lo maravilloso que es fracasar, ni siquiera aparecen en la lista.
La glorificación del fracaso está basada en dos conceptos psicológicos erróneos. El primero es que aprendemos de nuestros errores, cuando no existe evidencia de tal cosa. Yo definitivamente no aprendí de los míos. Sigo comprando zapatos incómodos, pensando cada vez que se van a amoldar a mí. Pero siguen siendo incómodos, y salgo a comprar otros que aprietan igual.
El mundo está lleno de personas que siguen cometiendo el mismo error. Los hombres se casan con el mismo tipo de mujer inadecuada. La mayoría de los periodistas con quien yo he trabajado muestran una extraordinaria lealtad al mismo tipo de error, son interminablemente inexactos o interminablemente dados al lugar común.
Un estudio hecho hace unos pocos años por neurocientíficos de MIT demostraba que los monos aprendían mucho más al estar acertados que al estar equivocados. Cuando se les recompensaba por haber tomado una decisión correcta la recordaban y podían repetirla, pero con una decisión incorrecta no aprendían nada.
Miedo al error
La segunda falacia, en la cual ha caído UBS, dice que el miedo de cometer errores nos paraliza, por lo cual tenemos que hacerlos menos tenebrosos.
La experiencia de Henry Marsh, uno de los mejores neurocirujanos de Gran Bretaña, demuestra que todo esto es tontería. Él tiene que tomarse en serio los errores ya que cuando mete la pata las personas mueren. En vez de consolarse con la idea de que cometer errores honestos está bien, ha escrito un libro, Do No Harm (No hagas mal), donde cataloga todos sus errores en sus más sangrientos detalles y se asegura de que se entienda que cada uno de ellos no tiene nada de bueno.
Sin embargo, aún con errores clasificados como catástrofes, Marsh no se ha paralizado. Admite sentir miedo antes de cada operación, pero una vez que ha comenzado siente una "feroz y feliz concentración”. Tampoco hay ninguna señal de que este miedo apropiado le haya disuadido de tomar riesgos. En vez, ha iniciado un brillante y atrevido sistema en el cual los pacientes se mantienen despiertos mientras el rebusca en sus cerebros.
Él cataloga sus fracasos no en un infantil esfuerzo por mostrar lo mucho que aprendió, sino como una realidad de la vida, y de la muerte. Como si los errores se hubieran convertido en parte de él, y lo han hecho la persona que es.
Reconocer los errores
Igualmente, los errores que hemos hecho nos hacen los empleados que somos.
No he matado a nadie a través de mi trabajo, pero sí les he hecho daño. Con frecuencia escribo sobre personas anónimamente en mis columnas, pero a veces se reconocen y se sienten heridos con razón. Cada vez he fracasado en disfrazar bien su identidad o me he equivocado sobre su reacción.
Pero lejos de aprender, sigo haciéndolo. Nunca pienso: los errores honestos están bien. En vez, recuerdo a todas las personas que he agraviado y las llevo como una medalla de culpabilidad. No me hará una mejor periodista, pero me hace ver con mayor claridad cómo me gano la vida.
Lo que Ermotti debería de haber aclarado es que a veces sus empleados tienen que tomar riesgos, y que a veces las cosas van a ir mal. Cuando esto pasa nadie debe tomar sus errores a la ligera. En vez, deben llevar la memoria de todos sus errores como parte de su propia hoja interna de puntuaciones sobre cuán bien o mal les ha ido como banqueros.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved.

Hay que cuidarse del engaño de la liquidez

¿Representa la fragilidad de la liquidez del mercado un motivo de preocupación? El "repunte relámpago” en bonos del Tesoro de EEUU en octubre de 2014 y "la rabieta del Bund alemán” en abril de 2015 demuestran que las dislocaciones pueden ocurrir incluso en mercados de activos de alta liquidez.
Un aumento en las tasas de interés en EEUU puede causar más perturbaciones. Algunos expertos dicen que las nuevas regulaciones limitan la capacidad de los bancos para actuar como creadores de mercado y, de esta manera, reducir la liquidez de los mercados en activos de mayor riesgo. ¿Hasta dónde debiéramos compartir estas preocupaciones?
Es probable que la liquidez del mercado desaparezca cuando uno más la necesita. Es arriesgado construir nuestras esperanzas sobre la base de su durabilidad. Esto está lejos de la sabiduría popular. De hecho, el nuevo Informe sobre la estabilidad financiera mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI) canta las alabanzas de la liquidez: la liquidez del mercado -la capacidad de ejecutar considerables transacciones de valores rápidamente, a bajo costo y con un impacto limitado sobre los precios- es importante para la estabilidad financiera y para la actividad económica real.
También lo es la capacidad de recuperación de la liquidez del mercado. Una menor liquidez del mercado, dice el informe, podría reducir la eficiencia de la intermediación financiera e inhibir el crecimiento. Una liquidez de mercado baja, agrega, podría desaparecer en respuesta a las crisis.
Tenemos que comenzar con la relación entre el mercado, el financiamiento y la liquidez monetaria. La liquidez de financiamiento se refiere a la capacidad de pedir prestado. La liquidez monetaria es una medida de la flexibilidad de las condiciones monetarias. Estos tres conceptos son distintos, pero están relacionados.
La liquidez de financiamiento facilita la creación de mercados. La expansión monetaria facilita el financiamiento para los bancos. Por lo tanto, el financiamiento y la liquidez monetaria promueven la liquidez del mercado. Tales correlaciones representan la razón por la cual un endurecimiento de las condiciones monetarias podría afectar la liquidez del mercado.
Los fondos mutuos, por ejemplo, incluyen grandes cantidades de bonos corporativos de mercados emergentes denominados en dólares. Supongamos que los inversionistas quisieran redimir sus participaciones en respuesta a la creciente preocupación por la solvencia de estos prestatarios. Esto podría ocasionar una avalancha de ventas y enormes caídas en los precios, desatando una demanda de margen adicional y todavía más ventas y más preocupaciones acerca de la solvencia de contrapartes adicionales.
Es bajo estas circunstancias que el comercio bilateral, que es la base de la liquidez del mercado, pudiera desaparecer. La liquidez del mercado es una amiga voluble. En momentos de mucho estrés, los bancos centrales pudieran incluso verse obligados a convertirse en creadores de mercado de última instancia. Esto es, de hecho, parte de su trabajo en los mercados de bonos de sus gobiernos. Pero, ¿debieran también prestar esos servicios en los mercados en el caso de otros activos?
Las conclusiones del FMI son ambiguas. En primer lugar, argumenta, que los indicadores de liquidez son sólidos para los bonos de alta calificación de inversión, pero no tanto en el caso de los bonos de alto rendimiento y de los mercados emergentes. En segundo lugar, las apacibles condiciones cíclicas están enmascarando los riesgos de liquidez. Pero éstas pueden cambiar (lo cual probablemente sucederá) rápidamente.
En tercer lugar, los cambios regulatorios han tenido un efecto mixto, aunque el FMI reconoce que la creación de mercados por parte de los bancos se ha vuelto más difícil. En cuarto lugar, el creciente papel de los gestores de activos, de los fondos de pensiones y de las compañías de seguros en la intermediación es la fuente de una liquidez menos resistente. Por último, la política monetaria relajada ha aumentado la liquidez del mercado pero ha elevado el riesgo de liquidez ya que, en algún momento, este flujo de dinero dará marcha atrás.
El gran problema en relación con este tipo de análisis de liquidez del mercado es que las perspectivas tienden a verse bien hasta que no lo son. Hay que concentrarse en los riesgos de cola. Por esta razón, las quejas sobre el impacto de la regulación bancaria deben ignorarse. La dificultad que las quejas representan es que, durante el periodo previo a la crisis financiera mundial, pocos se preocuparon de una posible desaparición de la liquidez del mercado.
Pero la liquidez desapareció cuando más se necesitaba, a pesar de que ninguna de esas ‘inconvenientes’ regulaciones existía entonces. Por lo tanto, la ausencia de regulaciones exacerbó el auge de la liquidez y la posterior quiebra. Si los requisitos reglamentarios relajados alientan a los bancos a proporcionar liquidez durante las buenas épocas, sólo para huir cuando son incapaces de financiarse a sí mismos, nosotros terminamos estando en el peor de los casos. El exceso de confianza en la liquidez durante el buen tiempo debe desalentarse. Los inversionistas debieran más bien preocuparse, ya que el riesgo de que nadie vaya a estar al otro extremo de sus operaciones es real.
Deberíamos cuestionar la sabiduría popular sobre los beneficios de la liquidez del mercado propuestos por el FMI. La economía mundial no debe basarse en la confianza en algo que probablemente desaparecerá. Sería mejor si los inversionistas apreciaran los riesgos de una congelación en la liquidez del mercado en activos financieros más riesgosos. Por otra parte, los mercados en los que una enorme proporción de participantes compran no para retener, sino con la esperanza de poder vender durante épocas de alta rentabilidad, probablemente sean tanto inestables como improductivos.
La pregunta, en su forma más básica en este caso, es si la creencia en la liquidez del mercado es congruente con la necesidad de que los mercados cuenten con inversionistas informados y dedicados. Si la liquidez es una amiga tan voluble, ¿deberíamos anhelarla después de todo? ¿No sería mejor que los inversionistas entiendan que sus activos podrían no ser líquidos bajo toda circunstancia, y que tomaran decisiones de inversión basadas en esa suposición?
Yo sugeriría que los mercados caracterizados más por los compromisos a largo plazo, y menos por la esperanza de encontrar "mayores tontos” dispuestos a comprar en todo momento, podrían ser lo mejor para la mayoría de nosotros. Esto no se aplicará a todos los activos, y no en particular a los bonos del gobierno. Pero sí a numerosos instrumentos privados. Especialmente teniendo en cuenta el papel actual de los fondos mutuos sujetos a amortización a pedido, los legisladores deben hacer planes para cuando surja el próximo pánico.
Pero mantener la liquidez de los mercados cuando el pánico llegue conlleva el riesgo de empeorar la próxima crisis. Nos hemos convertido en adictos a la liquidez del mercado. Pero es demasiado frágil y contraria en sus efectos sobre los incentivos como para considerarla una característica universal de nuestros mercados de capitales.

El coaching: nueva tendencia de asesoramiento

El distinguido lector coincidirá conmigo en que en los últimos tiempos han surgido diversos términos que, gracias a la profundización de la interacción humana por medio de las redes profesionales y sociales como Linked-In o el Facebook están siendo utilizados en varias áreas de la vida, desde los deportes hasta la academia.
Uno de estos términos es el coaching, que según la Real Academia Española de la Lengua es un anglicismo que proviene del verbo inglés to coach y consiste en acompañar y entrenar a una persona o a un grupo de ellas con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas.
Como bien los amables lectores de las generaciones anteriores a la X recordarán, en nuestra juventud se usaba el término coach principalmente para nombrar al entrenador de un equipo de baloncesto, vóley, fútbol u otro deporte, pero en la actualidad es utilizado también en otros campos profesionales.
De acuerdo con Sir John Henry D. Whitmore, autor del bestseller Coachingfor Performance y conocido como uno de los pioneros en el coaching empresarial, esta práctica consiste en ayudar a alguien a pensar por sí mismo, a encontrar sus propias respuestas y a descubrir dentro de sí su potencial y su camino al éxito; en conclusión: a conseguir sus propios objetivos, ya sean personales o profesionales.
Bajo esta perspectiva, muchos expertos en el tema coinciden en que el coaching actual -pese a haberse puesto de moda a partir de la segunda mitad del siglo pasado- comenzó a ser utilizado por el filósofo clásico Sócrates ya 400 años antes de Cristo. En medio de conversaciones y respondiendo preguntas que él planteaba, sus discípulos llegaban a las respuestas por sí mismos a través del diálogo y la reflexión, iniciando un camino propio de búsqueda y exploración.
Es así que en el proceso de coaching interactúan dos partes: una es el coach, quien guía a la persona que es orientada para mejorar su desempeño y la otra es el coachee, quien recibe el apoyo y entrenamiento. Por medio de la colaboración, ambos establecen objetivos concretos para el proceso y diseñan un plan de acción que permita al coachee alcanzar los objetivos dentro de plazos razonables. Este plan fijará una serie de encuentros entre ambos (que permitirán medir los avances) y otras actividades destinadas a mejorar aspectos concretos de la persona o grupo en entrenamiento.
De esta manera, en los últimos tiempos se han desarrollado diversas escuelas o corrientes en el mundo, algunas de las cuales resumimos en los próximos párrafos. Debo aclarar a los amables lectores que son coach, que el objetivo no es analizar cada una de las escuelas o dar la conclusión de cuál es la mejor; sino, más bien, se busca darlas a conocer a quienes no ahondaron aún en este tema tan interesante. Asimismo, se debe explicar que estas corrientes no son contrapuestas y no difieren mucho en sus fundamentos y acciones; más bien, se pueden complementar mutuamente.
Inicialmente está la Escuela Norteamericana, fundada por Thomas Leonard (creador de la Coach University y la Graduate School of Coaching), que se centra en incrementar la autoestima y en desafiar a los entrenados por medio de diferentes medios a pasar a la acción y a dar lo mejor de sí mismos. Según Leonard, en este caso "los coachees son equilibrados emocionalmente, tienen familias felices y pueden ser incluso trabajadores de éxito. No necesitan terapeutas ni psiquiatras; lo que les hace falta es una suerte de alter ego objetivo que escuche lo que ellos cuenten, ayude a ordenar las prioridades y actúe como un buen guía en las elecciones que se escojan”.
Por otro lado está la Escuela Europea, que fue impulsada por Timothy Gallwey, quien estudió en la Universidad de Harvard y elaboró un sistema de aprendizaje denominado el Juego Interior, en el cual la persona observa y analiza sus reacciones internas críticas, con el propósito de ajustar y corregir su comportamiento para lograr el mejor rendimiento.
Esta corriente ve al coaching como una habilidad que requiere una profunda comprensión propia y una dilatada práctica si se pretende extraer el potencial de las personas, incrementando al máximo su desempeño. En esta escuela, el coach debe ser capaz de ver lo que las personas pueden llegar a ser, elevando la conciencia del coachee sobre su potencial interno, para que asuma la responsabilidad de sus acciones y desarrolle la confianza en sí mismo.
Finalmente, está la Escuela Chilena u Ontológica, que es una de las más extendidas en nuestra región. Esta corriente se basa en las ideas de Fernando Flores, ministro de economía del gobierno de Salvador Allende, que luego del golpe militar de 1973 estuvo recluido durante tres años en prisión, donde pudo reflexionar sobre diversos obstáculos que enfrentó el gobierno del que formó parte.
Esta corriente busca acompañar procesos transformacionales (desde una coherencia entre el cuerpo, las emociones y el lenguaje) por medio de varios postulados para ayudar al entrenado a identificar diferentes puntos de vista sobre una misma una situación, permitiéndole afrontar de manera eficiente y eficaz las circunstancias de su día a día. Este proceso constante se convierte finalmente en uno de aprendizaje; en el cual la persona aprende a observar las situaciones de una manera diferente, por lo que aprende también a actuar de forma diferente.

Julio Montes De embajador chavista a gran empresario en Bolivia

No era una imagen que sorprendía a nadie. Sentado junto a Evo Morales en un sinfín de actos públicos aparecía Julio Montes, el delegado de Hugo Chávez en Bolivia.

Fue el embajador de Venezuela en La Paz desde el primer día de mandato del actual presidente Evo Morales, en enero de 2006, hasta julio de 2009. Los denominados "años más difíciles".

Y ahora reapareció como un poderoso ejecutivo, es el vicepresidente de la empresa ferroviaria más grande de Bolivia.

La compañía se propone unir los océanos Atlántico y Pacífico a través de Bolivia. Una especie de "canal de Panamá" para trenes.

Montes le negó a BBC Mundo haberse enriquecido gracias a sus vínculos políticos. Entonces, ¿cómo se dio la reinvención del diplomático chavista en hombre fuerte del empresariado boliviano?

Los años "más difíciles"

Ningún diplomático tenía una relación tan cercana con Morales como Montes. No era extraño verlos aparecer juntos en público en viajes nacionales e internacionales.

Eso comentaron dos autoridades actuales y un exministro, que conversaron en reserva con BBC Mundo sobre el papel de Montes y Venezuela en los primeros años de gobierno de Morales.

"Sin Venezuela no sé si habríamos superado 2008", dice uno de ellos.

La presidencia de Morales atravesó entonces sus horas más difíciles, cuando la oposición controlaba siete de nueve departamentos y el avión del presidente boliviano ni siquiera podía aterrizar en la mitad del país.

"Chávez sabía bien que las Fuerzas Armadas podían fallarle a Evo y él se encargó de que eso no suceda", señaló uno de los consultados, parte de la primera generación de ministros de Morales.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, describió aquel momento como el periodo más difícil de la gestión presidencial que en enero próximo cumplirá 10 años.

"Gobernábamos sólo dos departamentos. No podíamos viajar por el país o llegar a un aeropuerto regional, tenían tomadas las instituciones, renunciaban los ministros, las secretarias lloraban. La seguridad nos decía que sólo saldríamos muertos", relató Linera en un discurso.

Según le dijo a BBC Mundo Montes, Venezuela tuvo un papel fundamental para que el gobierno de Evo Morales sobreviviera y según recuerda, acumularon experiencia durante los años de inestabilidad en la presidencia de Hugo Chávez.

"Estaba comprometida la existencia de Bolivia como nación. Había proyectos de separación en algunas regiones y una gran y profunda división por asuntos raciales. Pusimos el hombro para soportar las embestidas desde 2006 hasta 2008. Por eso se da la relación cercana con Evo Morales", recuerda el exemisario de Hugo Chávez en La Paz.

En aquella época, el fallecido líder de la Revolución Boliviariana llegó a hablar de apoyar un movimiento armado en Bolivia si Morales era derrocado por la oposición.

De diplomático a ejecutivo

En julio de 2009, Montes dejó de ser el embajador venezolano en La Paz y muy poco se supo de él en adelante.

Hasta el mes pasado, cuando su nombre reapareció reseñado en la sección económica de la boliviana Agencia de Noticias Fides como vicepresidente titular de la Ferroviaria Andina.

Quien propició esta "transición" es otro venezolano: Carlos Gill, quien además de ser socio mayoritario de Ferroviaria Andina también controla la Ferroviaria Oriental y es dueño de influyentes medios de comunicación bolivianos.

Gill, que también tiene la nacionalidad paraguaya, conversó con BBC Mundo sobre el proyecto ferroviario que plantea la creación de un "canal de Panamá del sur".

"El bioceánico es un proyecto que debe realizar el Estado boliviano. Nosotros como el consorcio privado que tiene la concesión, empujamos para que esto suceda", señaló.

El empresario anticipó que sus ferroviarias ya tienen acuerdos en Brasil, Argentina y Chile para unir a través de rieles al Pacífico con el Atlántico.

El venezolano dijo que no debería extrañar a nadie la conversión de Montes en ejecutivo de una empresa.

"Las grandes compañías siempre aprovechan la experiencia de los exdiplomáticos. Sucede en Francia, en Alemania, en Estados Unidos. Yo hice eso. Decidí aprovechar la experiencia que tiene Julio para que aporte al proyecto", indicó.

Montes, mientras tanto, señala que su reaparición convertido en alto ejecutivo no significa que haya abandonado sus convicciones de socialista. Todo lo contrario, según él.

"Nunca estuve escondido. Estaba contribuyendo en la tarea del proyecto del ferrocarril. Yo creo que el ferrocarril bioceánico es el proyecto más integrador de América".

Tanto Montes como Gill le aseguraron a BBC Mundo que sus negocios en Bolivia no se vieron beneficiados en ningún momento por la buena relación gubernamental entre Caracas y La Paz.

El exministro de Defensa boliviano Wálker San Miguel (2006-2009) también figura entre los directivos de Ferroviaria Andina como síndico titular.

Los movimientos económicos venezolanos

Capitales de Venezuela controlan medios de comunicación, instituciones financieras, exportadoras y productoras de soya, además del virtual monopolio de la red de trenes gracias a las inversiones del grupo de Gill en las ferroviarias Andina y Oriental.

Bolivia conserva el 50% de la propiedad de los trenes y otorga la otra mitad en concesión.

El periodista boliviano Raúl Peñaranda publicó en 2014 el libro "Control Remoto", un trabajo que describe la forma en la que medios de comunicación bolivianos pasaron a manos de empresarios venezolanos.

"Yo señalo que fue Montes quien trabajó para que Gill pudiera comprar en Bolivia el diario La Razón y la red ATB hace poco menos de una década. Ello demuestra también la enorme colusión de intereses privados y públicos en Venezuela", indicó Peñaranda a BBC Mundo.

De acuerdo al periodista, la compra de esos medios tenía como objetivo lograr la "confianza" del gobierno boliviano para poder hacer otros negocios.

"Esos medios de comunicación son solamente mecanismos para que Gill haga otros negocios en sectores estratégicos que, curiosamente, nunca se nacionalizan".

Alejandro Almaraz, quien fuera viceministro de Tierras durante la primera gestión de Evo Morales y ahora alineado en la disidencia, coincide al considerar que falta transparencia en los movimientos económicos venezolanos en Bolivia.

"Es preocupante que empresas y medios de comunicación sean acaparados por inversores que en Bolivia no son conocidos y en transferencias que se dan de repente, sin claridad", le dijo a BBC Mundo.

Almaraz añadió que la presencia venezolana en los años en los que Julio Montes fue embajador era "fuerte en términos políticos", aunque a diferencia de la cubana, no se enfocaba en los detalles de la gestión.

Una de las fuentes gubernamentales consultadas por BBC Mundo para este reportaje afirmó que "sería imposible"que enormes capitales privados venezolanos hayan ingresado a Bolivia sin las gestiones políticas de los emisarios de alto nivel que conectan a Caracas con La Paz.

En efecto, en cualquier lugar del mundo es de lo más usual que diplomáticos hagan gestiones a favor de los intereses de las empresas de su país.

Pero en este caso, esas gestiones en su momento estuvieron al mando de Julio Montes, hombre escogido por Hugo Chávez para representarlo ante uno de sus aliados principales.

Y ahora Montes reaparece convertido en alto ejecutivo. Pasó de sentarse en el avión junto a Evo Morales a la directiva, nada menos, de la red de trenes más importante de Bolivia.