martes, 30 de junio de 2015

Triángulo estratégico

Hoy quiero tocar lo que en la literatura empresarial se conoce como triángulo estratégico y que cuando se lo administra correctamente puede ayudarnos a conseguir el éxito deseado con nuestro negocio sin sólo depender del tema coyuntural relacionado, por ejemplo, con un buen ambiente político o social.

El triángulo estratégico se define en la relación entre los tres elementos que determinan un negocio: los clientes, la empresa y la competencia.

Cada una de estas “3C” estratégicas debe ser entendida como una entidad viviente con sus propios intereses y objetivos y del adecuado balance y satisfacción de esos intereses y objetivos depende en últimas el éxito de la empresa.

De esta forma, la tarea de planificación estratégica consiste en lograr el mejor desempeño de la empresa en los factores claves del éxito del negocio en relación con la competencia, combinando adecuadamente sus puntos fuertes con las necesidades de los clientes y alcanzando simultáneamente un excelente desarrollo del recurso humano que haga factible los dos aspectos anteriores, y por lo tanto, garantice la permanencia de la empresa en largo plazo.

Para concluir, sólo hay que fijar el concepto de ventaja competitiva como una diferenciación sostenible en el tiempo que puede ser alcanzada solamente integrando las "3C" (cliente, empresa, y competencia) en un triángulo estratégico.

Si lo hacemos bien dejará de ser tan importante la coyuntura política o social pues tendremos una diferencia mayor en el mercado lo que permitirá mantener nuestro éxito.

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