martes, 3 de febrero de 2015

Carlos Paz Gvozdanovic presidente ejecutivo de Nibol

Carlos Enrique Paz Gvozdanovic marcó un nuevo hito en la historia de Nibol. La importadora automotriz que dirige desde hace más de tres décadas, supera los $us 100 millones en ingresos anuales y acaba de inaugurar un centro corporativo para camiones y buses. A la marca de vehículos livianos Nissan ha sumado la de maquinaria agrícola y de construcción John Deere. En camiones se asoció con los fabricantes Volvo, Mack y UD Trucks. “Nos faltaban los camiones, ahora estamos con las tres mejores marcas del mundo. Estoy muy feliz, soñamos con este momento y hoy es realidad”, confesó en una entrevista con Dinero a tiempo de presentar el centro corporativo en el kilómetro 14 de la carretera al norte.

—Se acerca a los 40 años como empresario, ¿cómo fue que empezó en el comercio?
Desde muy joven quise ser empresario, mi primera empresa fue Carpaz, fundada en 1978 con el objetivo de convertirse en una importadora automotriz. Empecé con un crédito de $us 4.000. Vendí diferentes marcas de vehículos, entre ellas Nissan, fue cuando decidí fundar Nibol y convertirme en representante exclusivo para Bolivia.

—¿A qué atribuye el crecimiento de Nibol, que ahora también comercializa maquinaria y camiones?
Lo cierto es que vamos muy bien. Considero que conocemos el mercado, empezamos hace más de 30 años y los motores son una pasión para nosotros. En 2007 nos convertimos en distribuidores de camiones que funcionan con diésel Nissan. Ahora, cerramos el círculo del negocio con las tres divisiones: vehículos, maquinaria y camiones.

—Con tres divisiones, ¿aumentaron los empleos?
Sí, en 2011 eramos 250 personas en la empresa, a partir de 2013 incorporamos marcas importantes como John Deere y ahora superamos las 500 personas.

—Ampliaron su oferta...
Queremos que los clientes que tengan requerimientos automotrices vengan a Nibol. Tenemos las mejores marcas para asesorarlos y estamos preparados para atenderlos con la mejor cordialidad en el tipo de producto que demanden, ya sea un automóvil, una motoniveladora, una exacavadora, una oruga o camiones Volvo, Mack o UD. Tenemos un gran portafolio premium para todo el mercado.

—¿Cuánto ha invertido en el nuevo centro corporativo de camiones y buses?
Como todo proyecto, empezamos soñando con todo mi equipo y ahora vemos que se hizo realidad. Se han invertido más de $us 5 millones para tres marcas de camiones (Volvo, UD Trucks y Mack). Son ambientes de primera con áreas de servicio, repuestos y posventa, las instalaciones tienen habitaciones con aire acondicionado e internet wi fi para los conductores. Esto garantiza la fidelidad de nuestros clientes.

—Nibol está en Santa Cruz y en La Paz, ¿hay planes para trabajar en otras regiones?
Queremos tener presencia a escala nacional. Estamos construyendo las sucursales en Cochabamba y Tarija, esperamos inaugurarlas en julio. En Santa Cruz estamos implementando ‘talleres exprés Nissan’ y tenemos prevista la apertura de dos sucursales más.

—Acaba de consolidar las divisiones de Nibol ¿qué extraña de sus inicios en el negocio?
Yo estructuré mi empresa para estar más cerca de los clientes. Soy consciente de que el crecimiento me alejó un poco porque estaba enfocado en la estrategia de desarrollar las tres divisiones, pero hoy quiero estar más cerca de mis clientes porque sé que voy a ser más útil vendiendo.

—Ahora, sus hijos integran la empresa...
La verdad es que no puedo evitar emocionarme cuando hablo de mis hijos. Me emociono mucho, los mencioné en mi discurso de inauguración y le confieso que practiqué mucho esa parte para no quebrantarme. Estoy muy contento por trabajar con ellos. Carlos, el mayor, tiene 27 años y es el gerente de esta división corporativa (centro de camiones y buses). Él estudió Business Administration en EEUU, al igual que mi segundo hijo, Luis, de 23 años, que acaba de incorporarse a la compañía la semana pasada. Él (Luis) llegó con muchas ganas, entusiasmo e ideas innovadoras para el negocio. El menor es Alejandro y todos dicen que es el ‘producto mejorado’, porque aprende del padre y los hermanos. Él me dijo: “No me preocupo de que mis hermanos se adelanten en la empresa, porque yo voy a llegar para ser gerente”. Yo le contesté que espero que cumpla sus palabras.

—¿Tiene tiempo libre?
No tengo tiempo libre, me encanta trabajar hasta los domingos, pero voy al gimnasio todos los días para distraerme

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