martes, 1 de julio de 2014

El presidente del Grupo GEO Víctor Hugo Jiménez: “Queremos incursionar en el sector de los automotores”



Víctor Hugo Jiménez es el fundador de 13 empresas que operan en el sector automotriz, servicios y agropecuaria, y que juntas conforman el Grupo Empresarial del Oriente (GEO). Entre ellas, se encuentran la fábrica de baterías Toyo (Batebol), la universidad UDI y los muebles Atlántida, que acaba de cumplir 25 años. Jiménez también es un empresario que no se aferra a los bienes materiales, pues prefiere alquilar un departamento y no vivir en una casa propia, se interesa mucho porque sus trabajadores crezcan personal y profesionalmente y lee más de 15 libros al año.

—¿Cómo empezó el emprendimiento en Batebol?
La historia de Batebol es bastante compleja y larga, porque comenzamos con un fracaso. En un comienzo importamos baterías, pero tuvimos un accidente, así que tuvimos que repararlas pese a que fue muy costoso para nosotros. Viajamos y compramos maquinaria, nos esforzamos mucho hasta convertirnos en un pequeño taller que logró transformar las baterías en otros modelos y ahora somos el fabricante número uno en el país.

—¿Es un producto totalmente hecho en el país?
El 90% de la batería es fabricada en Bolivia. Es un producto de alta calidad hecho con tecnología de punta. Fabricamos 34 modelos de baterías para maquinaria agrícola y pesada y vehículos. Somos la única en América Latina que fabrica las baterías secas AGM, que dan mayor seguridad a los sistemas de respaldo de energía. Proveemos a los sistemas de energía solar y eólica.

—¿Siempre ha sido un apasionado por los vehículos?
No, yo soy apasionado por transformar las cosas que dan valor agregado, especialmente, las materias primas. Por ejemplo, en Commetal transformamos la basura en plomo. Esto lo hacemos con procesos muy costosos y muy tecnológicos que duran entre 25 y 35 días. Además, no cualquier nación tiene fábricas de baterías y exporta a Ecuador, Argentina, Uruguay, Paraguay y otros. Países como Chile o Uruguay y de Centroamérica no fabrican baterías.

—¿Alrededor de cuánto invierten anualmente?
Todo lo que ganamos en la empresa lo invertimos nuevamente en tecnología, en desarrollo personal y profesional de nuestros recursos humanos, en infraestructura y en nuevas formas de fidelizar al cliente. No estamos para servirnos del país, sino para generar un país más grandioso y repartir riqueza, generando trabajo, con proveedores nacionales y creando tecnología.

—¿Prevé incursionar en la fabricación de otras baterías?
En Bolivia tenemos un gran problema, la marca país no nos ayuda. De Bolivia pueden decir que se hacen bien muchas cosas como producir aceite o azúcar, pero es diferente cuando son productos de alta tecnología, como una batería, que es casi similar a fabricar un celular.

—¿Cómo logró hace 25 años incursionar en el país con los muebles Atlántida?
En 1989, la tendencia de los muebles de escritorio en el país era que sean solo de madera, incluyendo el sillón y la silla. Sin embargo, en Asia y en Europa se utilizaban los muebles con materiales aglomerados, melamínicos y fórmica, además de sillas ejecutivas ergodinámicas, que brindan bastante confort. Así que empezamos a importar desde Taiwán y a comercializarlos en el país. Nos fue bien desde el primer día porque eran muebles económicos y de alta calidad. Creí en esa tendencia y la impuse.

—¿Cómo logró construir empresas de éxito?
Hay dos formas de hacer empresa: una es la búsqueda del dinero y la otra es la búsqueda del éxito. La segunda genera riqueza y nosotros lo hacemos a través de personas alegres con su trabajo y que saben que aportan valor. Hacemos que ellos trabajen con pasión y por mejorar continuamente. Tenemos un pensamiento a largo plazo, vemos qué puede ocurrir en 10 años.

—¿Han realizado inversiones en otros países?
En Río de la Plata, de Uruguay, creamos una empresa de baterías, pero nos fue mal porque el sistema laboral es muy complejo. Se cerró en 2004. Hace siete años incursionamos con una empresa recicladora en Chile y nos ha ido bien. Se llama PlastiChile.

—¿En qué otros sectores quieren emprender?
En todo lo relacionado con el sector automotriz. Ya fabricamos repuestos y piezas para automóviles y queremos incursionar en el sector de automotores. Es decir, importar vehículos y, si el Estado nos ayuda a que parte del vehículo lo terminemos aquí, eso sería un gran desarrollo y desafío para nosotros.

—¿Cree que el clima de negocios en el país ha mejorado?
En el país hay grandes potencialidades de hacer más industrias en la medida en que también existan políticas del Gobierno que sean compensatorias a los impuestos que pagamos. Mientras nuestras empresas pagan un 44%, un producto chino paga el 10% y viene subfacturado

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