martes, 30 de julio de 2013

Marketing de guerra contra la competencia

La estrategia del marketing se orienta hacia la satisfacción de las necesidades de los clientes, sin embargo, a lo largo de estos últimos años este enfoque se desvía de manera inesperada debido a la globalización y a los procesos de producción totalmente estandarizados, que permiten a las empresas ofrecer productos y servicios de gran calidad a bajos costos. Por estos motivos, la estrategia se redefine y se direcciona hacia la lucha contra la competencia directa, mediante tácticas de sorpresa, ofensiva, movilidad, creatividad y apoyo.

Fruto de estos cambios nace la filosofía del “Warketing” o “Marketing de guerra”, el cual se basa en estructuras militares, donde la estrategia se encamina hacia un objetivo de combate, que busca hacer retroceder, desplazar y flanquear a la competencia para arrebatar los clientes de nuestro competidor.

Es en este sentido que nuestro campo de batalla comercial es la mente del consumidor, el cual toma la decisión final de aceptación de un producto o servicio, si se logra este propósito, habremos ganado la batalla. Naturalmente para ganar esta batalla, se tiene que pertrechar al ejército con un adecuado armamento (campañas publicitarias, promociones, etc.) y además conocer al enemigo y a uno mismo, saber medir con exactitud la capacidad de combate de ambos, de modo que solo presentemos batalla donde las circunstancias permitan nuestro triunfo, evitando luchar donde estén en contra.

Por último, el éxito del “Warketing” o “Marketing de Guerra” radica en determinar los puntos débiles de la competencia, planificar de manera óptima el ataque y de esta manera quitar los clientes a la competencia.

Estrategia

Con el "Marketing de guerra", las empresas definen acciones basadas en las estructuras militares para hacer retroceder a su "enemigo" y quitarle sus clientes. Ponen en práctica tácticas de todo tipo.

Harold Torrez
Especialista en gestión

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