viernes, 14 de junio de 2013

Hugo Landívar Cuéllar - Presidente Ejecutivo de Landicorp 'Hay que profundizar para innovar'

En tres décadas de apoyo, al sector agroindustrial ha fundado seis empresas (Mainter, Semexa, Sudamex, Rodaria, Carrera Motors y Gran Alimento). Se trata del ingeniero Hugo Landívar Cuéllar, presidente ejecutivo de Landicorp, corporación que aglutina a sus empresas, quien recibió el máximo galardón de parte de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (FEPSC), el "Eslabón Empresarial". Nos habló de su distinción, de su filosofía de trabajo y de algunos proyectos interesantes como la "Ruta del Trigo".

¿Qué significa este reconocimiento de los empresarios?
H.L.: Cualquier distinción que le hagan a uno es muy gratificante, es un reconocimiento de la sociedad, en este caso del sector empresarial. Uno trabaja todos los días sin buscar una recompensa, sino simplemente para buscar mejores días para su familia y para las personas con quienes trabaja. Si es que alguien lo reconoce, significa que estamos por el camino correcto.

¿Cuál es su filosofía de éxito en su trabajo?
H.L.: En primer lugar, no somos tan “cerebrales” en buscar rentabilidad, sino somos más emocionales en crear empresas que tengan una misión importante para el desarrollo.

Landicorp aglutina a 6 empresas. ¿Cómo comenzó y cómo se relacionan?
H.L.: Nuestras empresas tienen un hilo conductor, el sector industrial. Empezamos con Mainter vendiendo agroquímicos hace 30 años, justo en el boom de la soya. En ese entonces, Santa Cruz necesitaba una empresa de servicios que pueda darle al agricultor un soporte técnico. De ahí seguimos con Semexa, con la que empezamos a hacer investigación para descubrir nuevas semillas. Con Sudamex trabajamos con la marca Tramontina. Cuando empezamos vendíamos herramientas para el agro, hachas, palas, machetes, picotas, y gracias al buen desempeño la empresa nos pide que nos hagamos cargo de toda la línea Tramontina. En el caso de Randon igual, ellos tienen una empresa de transporte y nosotros con Rodaria vendemos los remolques para transportar granos. En el caso de Carrera Motors, para la marca Fiat vendemos camionetas para el campo y otros modelos. Y la última compañía inaugurada en septiembre del año pasado es Gran Alimento, que está relacionada con la industrialización de las materias primas. Son productos de raciones balanceadas para la parte avícola, porcina, ganadería.

¿Es difícil hacer investigación?
H.L.: Somos la única empresa que hace investigación, algunos lo intentaron, pero han desistido. Nosotros estamos conscientes de que un país que no investiga no es competitivo. En el campo específico de la soya tenemos nuestro propio banco de germoplasma y estamos creando variedades nuevas. En la caso de trigo estamos haciendo un trabajo interesante que se llama "Ruta hacia el occidente".

¿En qué consiste ese proyecto?
H.L.: Estamos yendo con nuestras variedades de trigo a sembrar en los valles altos de Tarija, Oruro, Cochabamba, Potosí, La Paz. Actualmente tenemos algunos datos preliminares que tenemos sembradas unas 4 mil hectáreas en estas zonas, con rendimiento de 4 mil kilos por hectárea, lo que es muy interesante porque le estaríamos dando importancia a una zona relativamente olvidada.

¿Cómo se trabajaría en estas zonas?
H.L.: Ahora con la quinua, el trigo viene a ser un cultivo de rotación, para que no sea quinua sobre quinua, lo que ayudaría a mantener la tierra y a mejorar las condiciones de productividad de los suelos.

¿Qué le falta al empresario boliviano para innovar?
H.L.: Para innovar hay que tener conocimiento, si uno no profundiza lo que hace, no va a tomar riesgos. Lo que yo veo es que al boliviano le gusta ver lo que hace el vecino y si le va bien lo imita, pero le cuesta profundizar, para que de ahí tome su propia innovación. Es lo que yo veo más que todo en el campo.

¿Cuáles son sus acciones dentro de la responsabilidad social?
H.L.: La mayor responsabilidad social que tiene una empresa es crear empleos y pagarle bien a sus empleados. Nosotros somos una empresa de mucha sensibilidad, apoyamos artesanos, artistas, gente que necesita ayuda. Las diferentes instituciones que han venido a tocar la puerta, nadie se ha ido con las manos vacías. Lo más importante es que internamente tenemos un programa al que llamamos "Quiero ser".

¿De qué se trata?
H.L.: Nosotros estamos incentivando a los hijos de nuestros empleados a que sean excelentes estudiantes, para eso premiamos las calificaciones. El que saca mayor nota, damos el bono más alto hasta llegar al quinto lugar. Eso es muy importante para que ellos se motiven. Es un bono que les sirve para comprarse útiles, vestimenta; o sea, tiene que notarse que han ganado un premio. También al mejor alumno de todos los ciclos los incentivamos con una computadora personal.

Un breve repaso a su vida estudiantil y profesional

Estudió en el colegio La Santa Cruz. La secundaria la hizo en la Escuela Salesiana de Muyurina, ambos en Montero. Luego sus padres lo enviaron a Chile a estudiar Ingeniería Civil Química (un equivalente sería Ingeniería Industrial) en los años '70. Luego realizó un posgrado relacionado con la ingeniería también en Chile. Desde un comienzo siempre estaba pensando en cómo desarrollar la agroindustria. En esos años Santa Cruz era muy chica, en la UAGRM solo había Veterinaria, Derecho, Auditoría. Si quería estudiar Ingeniería Industrial tenía que ir a Oruro, pero esta carrera estaba más abocada a la parte minera y petrolera, por estas razones decidió irse a Chile.

'Si alguien quiere introducir una nueva variedad de semilla, utilizan nuestras variedades como testigo, tratando de superarla'.

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